Basta o gritaré -le
, se preguntaba qué era lo que planeaba hacer ese hombre. Quiso pedir ayuda, hu
ándola, una vez que estuvo ante el
diendo un par de pasos y c
ó él, arqueando una ceja,
responder, presi
asar una gran vergüenza frente a estos hombres. ¿Sabes lo difícil que me fue conseguir su respeto por ser muy joven compa
sien
do a su vista aquel cuerpo tonificado que poseía. Mojó la tela
Qué era aquello? Ese hombre le resul
espondió, con
rostro en su dirección, para l
bre el lavado. -. Creo que se me ocurren diferentes
iscu
estar b
la y ladeando un poco la cabeza. La expresión en su rostro era tan seri
-Y
una ceja. -. Eres de barrio, es de conocimiento público que desde
dirección a la puerta. Definitivamen
as mujeres de barrio, se podría decir que tienen más resistencia que las que viven en mi ciudad, todas delicadas como el cristal -acortó el es
s dedos sobre sus labios, e intentó retroceder un par de pasos para alejarse de él, no quería q
a extendida. -. Para mejorar la oferta, no solo no
razón le daba un salto en su pecho, estaba estu
un guardia, ingresaron en e
nca y cabello ondulado, yendo hacia ella para tomarla del brazo. -. Dijo que lucías asustada, y que te buscár
respondió, sintiéndose un t
hicas, señor Malcolm, se lo a
ía hacia el lavamanos para continuar mojando su camisa y limpiar su a
comentaba el embrollo en que se había metido,
n mis chicas, yo me responsabilizo por ellas, así que déje
reguntó Evo
o menos que quería era endeudar a Jeremy, no cuando todo lo que él había hecho era ayudarla
, vete
Jerem
ve a casa. -replicó, fir
ohibida. Lucía molesto, y ella no podí
Elías, tomando su mano y
mente con aquel hombre, mientras este se mantenía frente al lavado y solo nega
der, y ahora no solo no tendría la paga de esa noche, la cual necesitaba con urgencia, sino que tambié
ombre. Le parecía un tanto ridículo que él se hubiese interesado en ella, y sabía que, por sus comentarios, no tení
or qué todo lo malo debía ocurrirle a ella? Su madre murió, su padre era drog
, limpiando sus lágrimas, mientras salía de
onn
pequeña sonrisa triste. -. Le di
nervioso. -. N-N
ó una ceja, sin
suspiró rendido.
sab
las manos en los bolsillos de su pantalón. -. Le hablaré
te sola, Jere
que estaba cerca, en el bar de la esquina
o. -. Bueno, si Romeo está tan molesto no me conviene acercarme a él. Todavía me guar
oltó una media risa
*
ontró a su padre profundamente dormido sobre el viejo sofá color rojo vino. Luego de observarlo un poco, sus ojos viajaron en derred
do debajo de la almohada. Se puso de rodillas y con cuidad
para cubrir los medicamentos, por lo que tuvieron que hipotecar la casa, estaba retrasada en los pagos y el banco
los gastos, quería que ella no cargara con todo ese peso sola, pero nadie lo contrataba. Y todo porque mientras su esp
s y los padres lo denunciaron como agresor infantil; una pequeña ficha en la comisaría y todos
rmida. No lo entendía, por lo que revisó en su teléfono, y notó un mensaje de Ivana, en donde le decía que Loamy le había insistido en volver a casa. Le contó que
adecía que nada malo hubiese pasado, pero sabía que toda
io una ducha con agua fría. Al salir, se vistió con su pijama, a pesar de saber que tendría que levantarse en minutos
-Loamy d
ído y, aunque trató de evitarlo, no pudo controlar el temblo
ara que Evonne creyera que estaba dormida. Su corazón se encogía en su pecho con una tr
aba, pero ella no quería que estuvies