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Watergate Hotel, Wash
ecieron en mi mente. Mucho antes de abrir los ojos, mientras sentía como mi cuerpo volvía a la vida, en mi cerebro, tenía la
n de malestar y dolor. Una vez superado el primer intento de abrir los ojos, y tras mucho esfuerzo, mi primera reac
ación de hotel, una muy lujosa y cara, la segunda era la sensación de sentir que a
unto a su mano, de aspecto fuerte, decididamente masculina, haciendo que de golpe mis ojos se abrieran ante lo que muy probablemente hubiera pasado esa noc
caricias, interminables y enloquecedoras, para finalmente, en un acto final, totalmente alucínate y maravilloso, el mundo estallara en mil pedazos y lo peor, todo eso me l
y ya junto al cama, aun completamente desnuda, con sigilo, queriendo no despertarlo, pero, sobre todo, con miedo a mirar al hombre, sin evitar imaginar que tambi
él en la habitación, volvió a golpearme, aumentando las ganas de golpear mi cabeza contra la pared por ser una estúpida desvergonzada. Con decisión cogí la camisa blanca d
os dos mil dólares, lo había sacado la tarde anterior ese dinero, para abonar las clases particulares que estaba tomando sobre dibujo y diseño técnico
compensarlo económicamente, a modo de disculpa, sobre el asalto y la ofensa que podrí
, se confirmaba que, de los dos, la que lo había provocado todo,
o ese montón de billetes, sobre la cómoda, para a continuación, salir de esa habitación, como alma que lleva el dia
No, primero me explicas, y con detalle, que es eso que llevas puesto. ¿Eso es una camisa de hombre?"- este último grito de la madre superiora Morgan, cas
y por favor no grites, o te juro que me golpeo contra esa pared, hasta caer en coma."- dije dirigién
migas, te dieron, al parecer tenía una habitación reservada con algunas diversiones que ...
- pregunte mientras a mi cabeza salta
gado por esa cabrona de Elisabeth?"- pensé totalmente furiosa, al pensar que yo misma, también le pagu