de Elton, no era un buen augurio para las cuestiones monetarias, y la forma más rápid
lemente estuviera ansiosa por mostrar sus logros a un p
ejemplo de excelencia o como una encantadora de serpientes destinada a conve
os. «En fin, como dije, hay un donante aquí que quiere hablar con usted. Podría convertirse no so
ues su voz se volvió más estridente. «Te pido que le dediques u
e su silla para ir a buscar a la mencionada
financiación que tengo actualmente, me vendría bien hablar con alguien interesado en el trab
invitado. Sí, gracias». Colgó rápidamente y se levantó. «Los dejo con esto. Es importante tener tiempo para
s de rodear el escritor
n el borde de su asiento, sintiéndose más como un cebo
fue extraña, impropia del decano. No solo nunca fue tan adulador y amable, sino que el concep
al hombre al instante. Cerró la puerta con firmeza y se quedó all
mirada, ese hombre.
multimillonario
Desde su cintura estrecha y hombros anchos hasta su cabello oscuro y
an intensamente. Nunca podría olvidarlos. Eran la sede
re increíblemente rico, con un patrimonio incalculable e intereses comerciales en múltiples sectores y e
ntos biotecnológicos emergentes y su apoyo era gene
lla finalmente lo miró a los ojos. "Amelia Harris. Ha pasa
tras cruzaba la habitación para pararse fr
Algo así», dijo, con la voz más firme de l
e mí", dijo, más como una afi
die que lo conociera podría olvidarlo. Y
o una mujer que casi se a
Dankworth en una conferencia sobre desarr
en el hotel donde se celebraba la conferencia cuando oyó el rumor de que Caleb Dankworth asi
estaba en la primera fila del público. Decir que la había desorientad
al hombre imponente. Atraía su atención tanto por su increíble atractivo como por su halagadora ate
sis embriagadora de química personal. Amelia no pudo evitar preguntarse cómo alguien p
o en el bar del hotel, ella no lo dudó ni un instante. Su evidente pl
ído más de una vez.
r rincón del bar clásico. Compartían una sana chispa de atracción mutua, y para Amelia, la chi
había comido esa noche, y se arrepentía. Era la única vez que había comido en un restaurante con est