estar. No era la primera vez que el alcohol la dejaba así, sabía que podía beber mucho, pero las resacas siempre la dejaban destruida. Esta
fibra la torturaba con un dolor punzante, pero el peor de todos se concentraba entre sus piernas. E
re dientes, completamente desconcertada. Su mirada recorrió la habitación, buscando algo familiar, pero todo era desconoc
a en un lugar extraño después de una noche de excesos. Al menos esta vez no había terminado dormida en un ascensor, como aquella vez que, demasiado cobarde para dec
de matrimon
rando cualquier rastro de diversión. Andréi, el hombre por el que había suspirado durante seis la
a había esperado, aguantado, creyendo en secreto que él sentía algo por ella, pero nunca tuvo el valor de decirle n
omodidad en su cuerpo la obligaba a moverse, y aunque el dolor era persistente, hizo
manos, suaves pero evidentes. La sangre se le heló. ¿Quién le había hecho esto? Sus dedos recorrieron con delicadeza las marcas, co
e escuchaba. El sonido provenía del baño. El agua de la ducha seguía corriendo. ¿Sería el hombre con el que se acostó? La image
abía lo que había pasado, aunque su mente seguía en blanco sobre los detalles. Había dormido con un hombre al que apenas conocía. Tomó una decis
enta de que la puerta del baño se había ab
s desp
o aún húmedo y desordenado. Camila lo miró fijamente. Su cuerpo era realmente impresionante, eso pensó antes de que sus
a hizo ponerse en guardia, tratando
ás he
toria que no entendía del todo. Pero al mismo tiempo, sentía una punzada de vergüenza. ¿Fue él quien la dejó así? La duda la carcomía, pero las palab
una pausa que par
estoy
su estupidez. ¿Por qué dije eso? Nada en su cuerpo estaba "bien". Todo dolía, y las marcas eran una prueba obvia de que
sintió que sus ojos atravesaban la fachada que intentaba mantener, pero no hizo ningún comentario.
que él proyectaba. Era una fuerza que, de alguna manera, le recordaba a la de Andréi, su jefe. Ambos hombres compartían una presencia dominante, una autoridad silenci
raba, que le hacía pensar que no era simplemente un hombre que había tenido una noche loca con una mujer bo
anquila mientras se subía a la cama y
escuchar esa voz más de cerca. La famil
pued
de puro asombro y horror al darse
la dejó s
ntes? ¿Cómo es que no l
dible. El chico más infame de la universidad.
guien temido y evitado por casi todos. Sus secretos y su reputación lo hacían parecer más una sombra que una persona real.