a con la sospecha en sus grandes ojos. Sabía cómo me sentía por Santiago. Mi amo
e?", preguntó finalmente, s
beza. "Hablo completamente en serio. Es
reía, ni por un segundo. Pensaba que era una trampa e
creía. Mis acciones ha
fuera a la universidad. Le extendí dos boletos. "Conse
o a mí, con expresión
arse. "Nuestro contrato es por cinco años. Estipula que me acompañarás a e
s de nuestro acuerdo. Lo odiaba. Pude ver el destello de humillación e ira
ntes de darse la
fue, saqué mi teléf
sonó una vez ante
. "Es para la exhibición de Bellas Artes. El otro boleto ya lo tiene Santiago. Ponte algo
ro lado de la línea. "¿De... d
Sofía. Mi ayuda a cambio de que me dejes en paz. No
todavía teñida de sospecha. "¿
ir. Porque quería escapar de una muerte esp
dije nad
era de mi camino"
reloj. Cayó la noche. La ciudad fuera de
bró. Era un me
una
galería. Él estaba sonriendo. Una sonrisa real y genuina que le llegaba a los ojos. Su mirada estab
n tres años, lo había vi
pequeño café después. Él estaba pelando u
amarones. Le encantaban los mariscos, pero odiaba el desorden. Lo h
en mi mente. *No me gus
las promesas, se rompían fácilmente
plazándome. Foto tras foto de ellos riendo, hablando, mi
de nuevo. Un nuevo
eíble. G
thouse oprimiéndome. El dolor era un dolor sordo y pesado
rmin
espuesta, mis
bien j