de su misma clase social y a la que no podía amar, pues, su amor lo tenía la gitana. El tarot dejó ver a medias lo que Augusto iba a hacer en el futuro, pero
completamente a su amado payo y solo les dio rienda sue
Jerome una invitación a cenar en su casa para l
noches! – Le dijo J.J. a
, eres bienvenido a mi humild
nas de conversar contigo y saber un poco más de ti. –
cuales J.J. quedó rendido por su espléndido sabor. La cena había transcurrido a la par de conversaci
cada quien presentaba lo que su corazón sentía en ese momento. Alaia le contó lo de Augusto y el galeno, lo de sus antiguas decepciones a
mportante para él. Alaia por su parte, complacida por la noche que compartió con su nuevo amigo, se fue a su cama repasando los lindos instantes que había vivido esa noche con el
giendo algunas flores y raíces para sus remedios. A lo lejos
encuentro! – Le dijo Augusto cua
Yo siempre he estado aquí, no me he pe
molesta por el tiempo sin que
a y por eso no has podido venir a ve
hablas? – Le
odo, además, te vi! Y la verdad es que no sé qué haces aquí si te vas a cas
r no sea para esa mujer. Yo acepto mi destino y también ace
de verte. Es cierto que estoy comprometido, pero en contra de mi voluntad. Fue un m
Estarás con ambas al mismo
del matrimonio, al poco tiempo la dejaré par
?, te entiendo perfectamente. Tú no puedes ser visto con una gitana, que, de paso, es un
rtemente a la gitana, quien con profunda tristeza lo mira
oco tiempo todo este tormento acabará y por fin
ájaros volaban a través del cielo cuando de pronto, Augusto comenzó a quitar muy despacio el vestido a Alaia. Fue descubriendo poco a poco, sus hombros, para luego bajarlo por completo y con tiernos besos, recorrió cada centí
eo, dirigió su boca hacia el clítoris palpitante de la gitana. Con movimientos circulares y muy suaves lo acarició, haciendo que su amada experimentara el placer un poco más intenso. Cuando él sintió toda la humedad que su vulva tenía, se levantó, se quitó toda la rop
, pudo llegar a experimentar un fascinante orgasmo, haciendo que clavara sus uñas con intensidad en la es
me tarde, los dos enamorados dejaron que sus cuerpos reposaran, uno al lado del ot