is mejillas y la pulsera de perlas que lleva
na carcajada por la cara de concentración tan ridícula que mostraba: su frente profu
de supuesta meditació
mmm
esto no
agarre en mi rostro y puse l
saldrán raíces del trasero si s
a sus lados y me lanzó u
Tus chakras podrían estar terriblemente desordenados y tu
, sin estar en ab
Eso y mi manía de mirar a todos los dem
acomodaba sobre el hombro la larga cabellera cla
ándola a caminar junto a mí para llegar al edificio principal; se
contara que-nuevamente- había sido el conejillo de indias de Edith en su incansable ob
pasar por el chamanismo y el shint
on curiosidad-. A veces me asustan tu
é dándole un golpecito con mi
y se deshizo
erebro no puede pensar en
dignación y acelerando mi
osa. No es mi culpa que la gran Edi
golpe en el hombro y una ris
lquiera, es que no quiero a cualqui
lo que t
có con dramatismo-. Lo mejor que podría hacer es conseguirme
mino entre la incredu
n un hombre maduro, experimentado, guapo?-sacudí la cabeza y Edith esbozó una sonrisa maliciosa-. Ahora
ar en seco con un dedo acusador-. Ni se te ocurra. A
avé mis ojos en
dio un manotazo, al tiemp
tu papi está fue
diría yo-remarq
presentas tu hermano m
ivertida-. Además, nunca dejaría a C
rumpí de nuevo cuando abrió la
quince años-la rubia se retiró un mechón de cab
s padres? Todos ustedes son ridículamente...-gesticuló, tratando de enc
bello oscuro del hombro con parsimonia, para otorgarle m
itó con voz aguda-. Ma
í a