cuando estaba encerrado en ese cuarto de baño. Pero había valido la pena, definitivamente. Matt se recostó sobre el capó de mi auto, completamente derrotado por la fiesta y observé a unos
guado mi estado de ebriedad, pero aún podía percibir los efectos del alcohol corriendo por mi sistema. Miré el vaso que sostenía en mi mano y decidí que lo mejor era no darle ni un sorbo más. Estaba por dar otra calada cuando alguien me lo quitó de entre los dedos. Bajé la vista y miré a Leah darle una profunda calada. Enarqué una ceja, incapaz d
tre los dedos y di otra calada, por el mero placer de enseñarle cómo se hacía, porque su
bria, porque ella jamás me sonreiría de esa manera estando sobria; d
palabra-. Sólo vengo
se apoyó en mi cuerpo, colocando una mano en mi pecho para recupe
ándome, porque ver a Leah McCartney ebria ha
no eras un completo imbécil-explicó, con l
da, teniendo el t
so por
te oración-No me permitiste usar el ba...baño-colocó un dedo sobre
os?-pregunté, por el simple hecho de q
omo una niña y entonces tomó un p
í que no era una buena opción para llevarla a casa. Rápidamente sopesé mis opciones: podía llamar a Jordan y decirle que su novia era un zombi andante o podía pedir un Uber para que la llevara a casa. O, lo que resu