u medalla de metal, sonreía, robotizada, pero no sentía felicidad. No se reconocía, estaba disocia
la mujer tenía el rostro serio, furioso. Se aguantó lo que pudo, escuchó los aplausos dichosos d
a los compañeros al camerino, ahí la felicitaron todos, exce
resto la vieran con desconcierto. Fiona salió de prisa, no p
quería abrazarla y sentir su cuerpo contra el suyo. Era su ilusión, aunque
la pared con su puño, lastimándose. Otto si
to se quedó inmóvil, no quería corresponder, no le nacía. Pero, esa mujer se aferraba a su cuerpo como si fuera un salva
do era terrible. Pensó en Elizabeth, como todos la felicitaban y la admiraban, sintió rabia correr por su sangre. Tragó saliva, olvidó el asco que le provocaba, y armándose de agallas, t
ión nueva, entreabrió la boca y sintió la humedad, confiado comenzó a mover sus labios. Una sensación placentera se apoderaba de su cuerpo. Fiona no podía soportar más, se alejó con l
cuando Fiona se giró a mirar
a entendiste la grav
ió al baño, ahí vomitó y s
r el aire frío. Respiró profundo, tratando de calmarse. Acarició sus labios remembrando la sensación de aquella cálida boca sobre ellos. Sintió escalofrío, Nunca había b
osa, no tiene sentido»
ra demasiado para él, quizás la había juzgado mal, tal vez Fiona no era tan superficial c
lo sacó de sus pensamientos, se levantó co
.. bie
ie
, eres muy talentosa
pero, ¿Así vas
el entrecejo
erd
ccionara. Aquel cuerpecito tibio lo alejó del inclemente frío. Reaccionó rápido, encerrándola en sus brazos con fuerza, cerró los ojos, sintiendo que se estremecía, esa sensación de satisfacción y paz lo invadió por completo. Po
ndía que sucedía, creía leer las señales del hombre, sobre que gustaba d
ué
a en su mirada verde, sin embarg
ería mi tiempo, y tal vez Fiona sea mi destino, no
jo firme y la joven tuvo
s la invitaron a festejar decidió que no basaría su felicidad en un hombre que no sabía lo que que
ó a Fiona, a punto estaba de subir a un taxi
ijo molesta-. Vue
que hablar -b
? La elegi
e lo que
abraz
La feli
eció, lo mi
r favor -dijo suplica
enti
-Fiona tomó su rostro entre sus manos
esó sus labios y él se dejó llevar. El besó fue cortó. Ot
encontró c
or todos lados, va
Vienes con no
estaba desconcertada. Cuando Fi
por que no vas co
Bianca no la quería, creía que era
stedes, en el avión privado, es
ó a Otto,
dre, invi
olesta,
miento, aquella mujer no le gustaba para estar cerca de su hijo, sentía la mano
rtamento, Se despidió cortes y bajó del auto. Otto la
do eso? -pre
Qu
o eres amigo
, incluso soy amigo de Eliza
tros bailarines, o incluso de Eli
mal, es b
tuvo la acti
algo
qué h
jeres y algunas p
re, ella sintió temor de ofender a su hijo-. ¿A que pueden llegar? Te refi
tener cuidado de la clase de mujer que será tu
? Soy demasiado feo para
staba angustiada de
ue Fiona gustara de mí, sabemos que es algo i
amino, pero sus pensamientos sombrí
sas. Otto, solo deseo que tengas una mujer que te amé tal como eres, y t
fracaso, sostuvo su cabeza con las manos y se echo a llorar, el rímel se corrió por su ro