trayéndolo a ella. La miró un segundo, fue suficiente para saber la clase de mujer que era, rubia y con unos frí
ia fea. El jovencito estaba deslumbrado por la belleza de esa rubia. Cuando ella maldijo, decidió acercar
uchó gemir, gritar y jadear. Cuando estuvo a punto de terminar sujetó su cabello con fuerza, la miró bien, pero el rostro de esa mujer y
raición? -los ojos de Ónix estaban centellantes de odio, la chica n
a chica y se fue al baño. Se dio un duchazo, cu
después ell
edes ir.
s tratarme así
tera unos dólares y s
to? ¡Tómalo,
bufaba
erfecto, guapo, pero los he ten
r ti. Yo también he tenido mejores que tú. Pero, sobre todo
mó su ropa y la empujó afuera del cuarto de hotel. Dejándola semidesnuda,
Detestaba esa ciudad. Su alma estaba ennegrecid
Una punzada de nostalgia embriagó su ser. Miró el ciel
oy a vengar tu traición» pensó, entonces todos los recuerdos d