edificio. Un hombre con atuendo de chofer fue el primero en
ecibir a una reina de la edad media. Entonces, de manera espléndida, una esbelta pierna fue lo primero en mostrarse, cuyo tacón negro de aguja, se afir
con un velo que tapaba la parte superior de su rostro, sol dejando ver la parte de su boca y fina ba
ánimo. El tono negro era su gran favorito, llegando a lucir atuendos casi siempre de este mismo color. Su otro predilecto era el morado. Aunque rara vez lo usaba. El símbolo de su industria era el eslogan de un templo, con las iniciales IH.
su bolso de marca de edición limitada y su reloj suizo, de plata. Al avanzar, los guardias de seguridad le rindieron reverencia. Entonces, cuando se abrieron las puertas automáticas, al entrar a la recepción, se
an adornadas con obras de arte contemporáneo, y los suelos de mármol pulido reflejaban las luces suaves que iluminaban la estancia. El mostrador era una pieza de diseño moderno, hecho de cristal y acero, donde las recepcionistas, ves
hombres y mujeres al unísono, como si de tiempos
mpezó a caminar con refinada elegancia hacia el ascensor, mientras sus tacones de a
miento para la juventud eterna. Si eras rico y tenías salud, no solo podía alargar tu vida, también evitabas envejecer. Su piel era blanca, inmaculada, como una muñeca de porcelana. Sus ojos azules claros eran hechizantes, mezclados con su nariz griega, sus cejas y pestañas le daban un encanto etéreo. Su caballo era rubio, como si fueran hilos de oro. Ella era
con el acero inoxidable pulido. Una pantalla digital integrada mostraba información actualizada sobre las operaciones de la empresa, así como las noticias financieras más recientes.
a cerrarse. Pero justo cuando estaban a punto de sellarse, una mano firme se interpu
llevaba puestas unas gafas de diseño moderno que reflejaban las luces del a
y sin repararlo mucho. Nadie se había ganado tan rápido su odio y maldiciones, como ese extraño e ignorante que ahora entraba e
r unas palabras. Su porte era encorvado, desgravado y un criminal de la moda
e para dejarla callada y estática, rodándose, para dejar al hombre en medio de la dos. Su expresión severa, reflejando su descontento. Pero, tenía interés por
or presidencial, destinado solo para CEO y presidente de