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Historia

Capítulo 6 ¡TÚ NO TIENES NI IDEA!

Palabras:3832    |    Actualizado en: 19/10/2022

pude resquebrajar la madera. Furibu

lla del escritorio y la escuché estrellarse contra la pared. Mis lágrimas remplazaron las ganas de vomitar que había tenido. Lloraba de rabia y de triste

osa, se lo dije llorando de tristeza, se lo dije calmada. Lo habíamos hablado tantas veces que no pensé que llegaría el día donde estuviese en esta posición. ¿De qué me sirvió decirle? Me hubiese quedado

lo hacía. Un recuerdo de Daniel consolándome con sus dulces palabras me embargó y solo acrecentó mi llanto. ¿Cuántas veces me había

acaron del recuerdo doloroso

everse a entrar, aunque no podría, había cerrado la puerta c

sorpresa y el dolor en su voz cuando siguió habland

iense esa basura-espeté iracunda-, y tú tampoco deberías escuchar

mamá había contestado, pero la verdad era que

o un puñal, partiéndome el corazón en dos pedazos-

a creer lo que mi mamá acaba de decirme. Me había echado en cara mi enamoramiento, pretend

ablar con ella de esto. ¿Cómo explicarle lo que había pasado con Stuart cuando para mi aún era todo tan confuso y doloroso?. Ignoré sus siguientes mensajes sin ni siquiera abrirlos. Me sentía atrapada y condenada a esa casa y esa familia disfunc

a imposible. Y en mi mal humorada desgracia hasta fantaseé con la posibilidad de caer desmayada hasta el día siguiente, porq

mientras movía el pomo con insistencia, como s

ás distancia entre la puerta y yo. La ventana ligeram

escale hasta tu castillo y te robe

ación, no tengo guardas, pero es

na de estar tan cerca de besart

eso. Se había sentido tan real que me levant

sto. Por favor. Volví por ti-rogó insistie

ubí a la orilla de la ventana y me estiré cuanto pude hasta que alcancé uno de los tubos de desagüe. Lo usé solo para darme el impulso que necesitaba

llegué el piso. No caí de pie como había querido, en cambio me doblé el pie cuando aterricé, golpeando la rodilla en el piso y cayéndom

ndo hacia la calle vacía. Desde donde estaba pude ver como apretaba el borde de la ventana con tanta fuerza que temí que se rompiese. Se giró con violencia y se perdió dentro de la habitación. Sí el pretendía sali

el, el desamor, el engaño, la traición de mi mamá, la traición de todos los que me rodearon. Corrí como si mi vida se me fuese en ello y quizás así lo quería. Llevaba un año sint

ra una maldita fachada, un engaño aberrante, mis risas se apagaron y mis lágrimas brotaban por cualquier estupidez. Y odiaba a esta nueva versión de mí, la odiaba con todo mí ser, porque seguía siendo la

ar aire, tratando de calmar mi agitada respiración. Cuando por fin pude hacerlo, reconocí en donde estaba. Era un pequeño parque infantil que quedaba a unas 10

emprendí mi huida. Tenía varias llamadas perdidas desde el teléfono de mi mamá, pero no tenía que ser adivina para saber que se trataba de Stuart. Mi teléfono, después de lo de Daniel, era completamente privado, así que solo cuatro personas lo tení

aún tenía mucho por dilucidar. No sabía lo que haría ahora, ni a donde iría, aunque lo único que tenía claro era que no regresaría a casa. No por los momentos. Pero tampoco podía pasar toda la noche sentada en ese parque, porque ahora con menos adrenalina en mi cuerpo, se me

undo repique, sin esperar ni siquiera un hola de mi parte. Y como sabía lo que me

ero no haberte despertado o interrumpido, no sé si estabas haciendo algo,

escuchar cómo se levantaba de su cama. Por un segundo lo imaginé con alguna otra

uería saludar, pero no me fij

do unos minutos después mi teléfono avisó su llamada entrante. No estaba segura si debía atenderle,

omencé a decir con una fingida vo

pero más te vale que no te muevas de allí hasta

bioso con una posible cita frustrada tan rabiosa como él, mientras yo lucía como una niña abandonada, malcriada y quizás loca,

esta a mi última pregunta que por querer escuchar s

cerrado, el mismo recorrido que había hecho yo hace casi una hora atrás. Caminó con paso seguro hasta donde me encontraba, yo estaba segura de que la oscuridad de la noche y del parque me cubrían, y sin embargo él p

ndo su cabello y parte de su rostro, y sus manos protegidas del frio dentro de los bolsillos. Llevaba unos v

os sobre sus rodillas flexionadas. No me di cuenta de lo alto que era sino

con una voz entre tierna y preocupada, que

que estaba a

se de decir no sonase bastante acosador y tan pertu

el nudo de lágrimas que sentía acumulada en mi garganta, ante la remota perspec

or el tono de voz que había usado, que no podía ser otra cosa. Se quitó la sudadera y a pesar de que intenté negarme la colocó sobre mis hombros. Olía a él, a una mezcla de menta con perfume costoso. Caminamos de regreso a su aut

había l

o de su brazo, y cuando más cerca estuve del auto me frené en seco. Él

auto se encontraba una chica muy furiosa por mi interrupción.

rumpiste mi sueño-respondió reemprendiendo

ude ver lo que me había deslumbrado en la oscuridad. Llevaba un piercing en la ceja derecha y uno

eguntó cuando comenzamos

que no sea cerca

el auto: -Ya sé a dónde iremos. ¿Qué opin

a la fiesta en playa Coral-dije un ta

ir a mi casa- respondió con

ya no s

tonadas pudiesen ser el soundtrack de mi infancia aunque ni existieran para aquel entonces. Sin darme cuenta llegamos antes de lo que había esperado. Me bajé del auto mientras el rebuscaba en la parte trasera del auto

única casa iluminada con muchas pequeñas luces, la casa de Kariannis. Sus padres tenían un pequeño imperio que iniciaron siendo pescadores, y aunqu

chos solteros dejarían de estarlo después de esta noche, y no pud

ad era que Kariannis y yo nunca habíamos sido más que compañeras de clases, y en varias oportunidades nos tocó hacer trabajos en equipo juntas. No podía decir nada negativo de ella, porque nunca presumió de su belleza ni riqueza, pero eso no implicaba que me agradase la forma como saludó a Rámses, de seguro era

Cuando amanezca, papi nos llevará a pasear en sus botes por la costa. Tienen que quedarse- i

preguntó el objeto de

tenía nada en el estómago y comenzaba

có Rámses despidiéndose y guiándome ha

ta estaban tomados y jugando dominó, luciendo más desastrosos que los adolescentes. La cocina, en cambio estaba desierta, estaba claro que la muchedumbre había arrasado con todo lo que se podía comer. Vi a Rámses abrir el refrigerador

ernos la carne jugosa aunque un poco fría. La verdad era que estaba

ue hacía en el parque en la madrugada?- pregunté a la defens

rminé localizándote en un parque cerrado, en la fría madrugada, sin un abrigo, sin bolso y llorosa. L

me respondiera, pero considerando el mismo recuento de los he

momento-. Mi mamá prefirió recibirlo en la casa a pesar de todo

ión de tu madre la que importe, porque si bien tu eres su hija, ella no puede

año en las palmas de las manos con mis uñas, le grité todo lo fuerte que pude: -¡Tú no tienes ni idea! Ella no debía perdonarlo, no se lo merece, es un ser

saban en mi camino. La brisa marina me golpeó con fuerza en la cara cuando por fin salí de la casa y no me detuve hasta que llegué

e merecía mi arranque de furia, pero él no entendía. Maldita sea, a veces ni yo entendía. Odiaba sentir todo esto en mi pecho, me ahogaba, me asfixiaba y me dolía. Stuart era tan baja persona que no se merecía ni siquiera mi odio, merecía que l

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Contenido

Capítulo 1 ES UNA CATASTROFE Capítulo 2 HAZLO EN UN IDIOMA QUE ENTIENDA Capítulo 3 CALAMBRE Capítulo 4 ... Y LO HICISTE DELANTE DE MÍ Capítulo 5 NADA, ES MEJOR QUE COMIDA DE AVES. Capítulo 6 ¡TÚ NO TIENES NI IDEA! Capítulo 7 ¿SOMOS MÁS CANSANCIO QUE HORMONAS Capítulo 8 NO QUIERO QUE DESPUÉS ME ACUSES DE SECUESTRO.
Capítulo 9 ¿TE GUSTA LO QUE VISTE
Capítulo 10 ¿DEBO COMENZAR A LLAMARTE AMELIA CONSTRUCTORA
Capítulo 11 ODIO COMO LUCES
Capítulo 12 HAY SOLO DOS TIPOS DE PERSONAS, LOS QUE SE TATÚAN Y LOS QUE NO
Capítulo 13 . TENGO CLAVOS Y MUCHA VOLUNTAD
Capítulo 14 YO NO SOY MARY, POR MÁS COMPLEJO QUE TÚ TENGAS DE LIMPIA CHIMENEAS
Capítulo 15 MI DIABLILLA INTERNA, ES REALMENTE MACABRA
Capítulo 16 . YO TE REPARARÉ
Capítulo 17 . EN ESTA CASA SOLO SE ACEPTA UN FRANCÉS PEDANTE
Capítulo 18 . MUY RÁPIDO Y FURIOSA
Capítulo 19 . PACITA LAS ALABÓ, GABRIEL LAS CRITICÓ, YO LAS AMÉ.
Capítulo 20 CUANDO ESTOY ASÍ DE FRUSTRADO SUELO TOMAR UN BAÑO
Capítulo 21 . YO SI VOY POR LOS DETALLES
Capítulo 22 . CONOCIENDO LOS LÍMITES
Capítulo 23 UN POCO DE CONFIANZA
Capítulo 24 A CONFESIÓN DE PARTE...
Capítulo 25 . DANIEL
Capítulo 26 ESA ES LA MARAVILLA DE MI PLAN
Capítulo 27 MI REFLEJO Y YO
Capítulo 28 SERÁ MEJOR QUE ME BESES
Capítulo 29 . MARCADA
Capítulo 30 . SI YO SUFRO, TÚ TAMBIÉN LO HARÁS BOMBÓN.
Capítulo 31 . ¡QUE RESPONDA, QUE RESPONDA!
Capítulo 32 . ¡Qué pasó ayer
Capítulo 33 . SOMETIDO A TU CONSIDERACIÓN.
Capítulo 34 ESTO SERÁ RÁPIDO
Capítulo 35 . TE DIRÉ TODO
Capítulo 36 .NO QUIERES QUE TE RECUERDE POR QUÉ ME LLAMAS MELOCOTONCITO
Capítulo 37 LA VENGANZA DEL BESO
Capítulo 38 El Reencuentro
Capítulo 39 DIFERENCIAS IRRECONCILIABLES
Capítulo 40 GATEADA EQUIVOCADA.
Capítulo 41 MI CASA, TU CASA.
Capítulo 42 . TERCER STRIKE
Capítulo 43 LOS HERMANOS PONY
Capítulo 44 NO TENEMOS UN NOVIAZGO NORMAL
Capítulo 45 SUGERENCIA O'PHERER
Capítulo 46 NO QUIERO SABER NUNCA MÁS DE TI
Capítulo 47 Friendzone o Gayzone
Capítulo 48 . CUANDO LA VIDA TE DA LIMONES...
Capítulo 49 GANÓ MI PARTE ESTÚPIDA
Capítulo 50 POCO COLABORADORA
Capítulo 51 I'M A KHALEESI
Capítulo 52 LO QUE ME ENSEÑÓ LA FAMILIA O'PHERER
Capítulo 53 TENEMOS UN 10-17
Capítulo 54 NO ME JUZGUES...
Capítulo 55 NO HAY NADIE MÁS CALIFICADO QUE YO
Capítulo 56 DEPOIS DE PUXAR
Capítulo 57 SOBREPROTECTORES Y ASFIXIANTES GUARDAESPALDAS
Capítulo 58 NO PUEDO NEGARLE NADA
Capítulo 59 ESTANCADOS CON USTED.
Capítulo 60 ¿POR QUÉ HAYDEN SE LE DECLARA A AMELIA
Capítulo 61 ¡ESTO ERA EL COLMO!
Capítulo 62 ELLA ME PUEDE AGARRAR POR DONDE QUIERA.
Capítulo 63 62 Parte 2
Capítulo 64 ¡SOY LA PUTA DUEÑA DEL MUNDO!.
Capítulo 65 EL ÚLTIMO AMANECER JUNTOS
Capítulo 66 ERES MI ACOSADOR Y YO SOY TU ACOSADA.
Capítulo 67 66 Parte 2
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