con zapatillas en mano y el cabello enmarañado,
a su habitación, se recostó sobre la cama dispuesta a dormir
te? -preguntó al ver a s
ntó un dedo. Mónica Abri
ó sentándose en la cama junto a el
escondió su rostro en
enso -exclam
e la cama negand
a, así que la dejaría descansar-. Espero y no se te haga costumbre, sabes lo que pasa cuando un cliente se interesa muc
el señor Santoro o me castigará. -Su expresión
e nuevo su rostro entre su almohada y su amiga comprendió que no quería hablar
al darle la vida, era algo que siempre le recordaba su padre, ese señor que la despreció desde su nacimiento. Hana había sido autosuficiente, incluso a la corta edad de 12 años cuidaba de su padre cuando llegaba ebrio y también se encargaba de trabajar p
de la noche y como era costumbre, ebrio hasta caerse. Levan
na preguntó restregando
dijo "vístete"
su padre, cuando ya estuvo lista la tomó de la mano y sa
oches. FANTESHA, se podía leer en el anuncio de letras de neón al frente de la fachada. Erick salió del auto y se adentr
s miró a la pequeña niña de cabello azabache, su sonrisa se volvió aún más amplia. Se
ña sin experiencia, era perfecta y más que eso era ahora de él. Hana miró con miedo al
o lo prometí -habló Eri
. -Bruno caminó hacia su escritorio y sacó un fajo de
ete para asegurarse que estuviera completo y al final sonrió.
tas bien, no te tratará mal- Hana miró asustada a su padre y al hombre al
re -suplicó aferrándose al cuerpo de su padre, e
cesito más, deberías dar gracias que no te vendí antes. Con
la tomó entre sus brazos y la arrastró hasta su habitación, lo único que le pasaba por la mente en ese momento era el abandono del
tenía escapatoria. Negó una y otra vez para que no la lasti
su pureza a manos del peor ser sobre l
desde hace 4 años. Tocó su frente sudorosa tratando de tranquilizarse. Se paró de la cama y
en la vida. Se habían muerto junto con ella esa noche, la noche en la que Bruno decidió quitarle lo único noble
a esperando que el agua la distrajera un poco, porque
bía dejado algo de comida en la nevera, después de comerla salió del departamento y lo únic
sa podría parecer escandalosa para cualquiera, pero no para Hana, su energía le transmitía
a para poner total atención a la chica azabache frente a él. Igualmente, sonrió y se miraron sin decir
ana -sal
do mucho de ella, todos la conocían en el edificio y no pudo creer c
se hermoso Ángel no podía estar vendiendo su cuerpo, se negaba a
rápido y ya no pudimos platicar
o rápidamente. Hana sonrió y asintió encantada hasta que su a
mirar la pantalla-. ¿Ahora?... es mi día de descanso... -Mi
ar ¿Verdad? -Luca atinó a
to, el t
5a, le gustaba demasiado, pero Bruno la había llamado co
cos en la ciudad. Aun a esa hora muchos chicos y chicas se encontraban ensayan
o en los hombres, era extraño. Él tenía una preferencia enfermiza por ella, así que era quien escogía sus
no al escuchar los
dijo Helena pasa
ntamente y la tomó de la cint
sentía por su tacto, Bruno se alejó lentamente y de repente tomó sin delicadeza su mentón-. ¿Cr
rueso, se ha
che -dijo cerca de su rostro sosteniéndolo con má
gemido al no so
emasiado tiempo con un cliente- Esc
cartera y se lo extendió recibiendo como respuesta un manotazo en su m
e más de lo necesario. -Golpeó su cabeza con la yema de su dedo-. Eres
e pague la d
ó cayado y su
adre te vendió por 40 mil dólares más
ra aquí, bailando, podría
só hace un año, ¿verdad
recuentaba diariamente, solo bastó que Ariel le declarará su
pulsión que Bruno le causaba, el miedo la mantenía paralizada-. Porque tú y tu puto cuerpo me pertenecen. -La miró con desdén acariciando su cuerpo
a Estefan Santoro. Meneaba sus dedos sobre el teclado de su computadora, s
oficina. Glenn, su asistente, tomó presencia delante de él, traía consigo
mirada, Estefan
-Carraspea la garga
documentos firmados del c
no haya podido revisar el contrato. Una ligera sonrisa apareció en su rostro, era im
o Catherine Wood a las 3, a la 5 tiene la reunión con el Señor Stone y
la mano cal
i s
isma. -Glenn parpadeo un par de veces antes de asimilar que su jefe estaba cancelando la reunión con
y menos con la misma, usted jamás pasa la noche con una misma persona -
sado de más y negó rápidamente un poco cohibido-. Eso creí. Anda has lo que te digo... y dile a Der
abismal en que la follaba, su enorme trasero rebotando sobre su pelvis, recibiendo su pene duro dentro de su deliciosa entrada, gozó como jamás lo había hecho y eso, solo lo hizo que probara su cuerpo t
a junta con los desarrolladores de la nueva App que lanzaría su empresa en un mes y s
, quería volver a verlo, la verdad solo había aceptado por insistencia de la señora Santoro. La salud