No, no, no, quizá fue solo la burla de lo mucho que hablaba aquella chica, fue muy espontánea y por supuesto muy invasiva, no supe su nombre. Solo sé qu
cho de basura del baño, continuo acomodando y usando mi t
en oro; último regalo de mi madre y me
abogado para plantear la situación en la que me encontraba con la
si en la semana, y todo por culpa de mi
i camino, mi chófer ya sabía mi agenda y lo que debía hacer
conocimiento de quién era yo. El día anterior no tenían ni la más mínima sospecha de qu
so donde quedaba la oficina de mi
que quedaba justo cerca de la oficina de mi padre, eche un leve vistazo a esta y me di cuenta que h
pta la señ
estaba por aquí...-dice observando la oficina, como
ito una remodelación desde ya para esa oficina.-digo mi
odos los importantes socios de la editorial, muy ansiosos
ase de comentarios. Asiento con la cabeza y sin dar más rode
sillas, me fijé que todos estaban sentados a los lados pero al final solo había una s
e emergencia fue para que todos conozcan el nuevo rostro que está a cargo de la empresa, solicito d
escalofríos. Estaban oyendo al nuevo dueño de todo, una versión más
i levanto la mano para decir al
¿Que cambios vendrán con su nuevo dueño?
si esas preguntas fuer
u trabajo como normalmente lo hacen. Los únicos cambios que hay
ce, en lo que pasa me doy cuenta que hay una mujer detrás de ella con
los cargos que tienen cada uno y las acciones.-me hace entregar las carpetas en manos de la chica peliroja que no deja de verm
sus manos con las mías, sin cortar e
en silencio un
a que está le pidió que continuara esperándola en su
y segura de que llevará al éxito como su padre los proyectos que siguen
ierda se
Christian Jones, ¡Mi padre está muerto! Ahora quien da las órdenes, hace cambios y decide cómo se manejara todo a partir de ahora soy yo...
o era lo que quería desde un inicio, me daba igual quienes se fueran, vi
ese lugar; las pocas veces que venía a vistar a mi padre me acercaba a esta terraza, me daba una paz que no conseguía en ese maldito lugar. Me f
e la terraza abrirse. Giro en mi lugar
oceder lentamente como si eso
e te vayas?-pregunte dejando sali
y respondió con
l jefe, de mi jefa..
-me acerque más ella-del
r, quizá fue que la cercanía de mis
e?-preguntó tapándose un poco el
arro dejándolo caer en el suel
parlanchín. ¿Qué hacías aquí?-pregunte
ún sigue en conferencia...- me cuenta moviendo un poco sus pier
l final del pasill
sta la puerta de la terraza, an
exionar...?-observando como me fusila con la mirada para que no diga nad
ortantes en las que enfocar mi atención. «¿Por qué s
dirigirme hasta la oficina de la
re fue algo sagrado. En su piso (el que tenía su oficina principal, la que yo destruí) esto del silencio era algo obligatorio. Continúe echándole un vistazo a to
la de conferencias la cual ya
cesitara pedirle algún tipo de disculp
dijo Amelia... Luego de un par de segundos en silencio intento d
mor o habladuría. Aquí asumo que todos son profesional
Dorian.
e ahora mismo de la em
o me pued
antes que se encontraban en ese piso llegaran.- necesito que
cabeza, llorando al mismo tiempo, como si fuese
venir aquí.-finalizo dando la vuelta y retirándome, c
s nada para él más que solo un estorbo!-mient
e doy cuenta que Amelia le había dado un bofetada tan grand
esto se sorprendieron dej
mano, el golpe también hab
asegure de que Amelia se calmara, me la lle
ndientes del dilema se fuer
á en chismes quien sa