el odio del mundo. Después de todo no puedo arremeter contra él. Solo ha
guro en las puertas en la oficina. Definitivamente no quiero ser molestado. No quiero que nadie me haga preguntas estúpidas sobre lo que estoy por hacer, dudo mucho ser escuchado ya que al parecer la oficina tiene la capacidad de envolver el sonido y que no se escuche
a cara hasta que dejes de tartamudear a los 6 años. Eso no lo hace un maldito héroe. Me fijé que en uno de los estantes dónde habían muchos premios y reconocimientos c
los golpes, todo el dolor que un niño puede
Jones, maldigo tu apellido"; una y otra vez, el sonido de cosas de vidrio impactando contra el suelo me daba cierta satisfacción, no me quedé so
por el roce constante del bate, algunos trozos de vidrio habían caído también en mis manos, dejándome pequeñas cortadas. Quizá por el calor del momento no me di cuenta;
isa que llevaba debajo, desaloje mi corbata; estaba muy sudado, leva
, como quisiera hacer eso con el resto de este cochino lugar. Pero no... Al
pócrita, a causa de un posible aumento de sueldo por sus trabajos mediocres. Que equivocado
tarde. Según mis cálculos ya no debería haber nadie en la empresa, la hora de salida de todos era a las cinco o cuatro y media de la tarde, rea
ta baja, dónde quedaba el área de descanso de los empl
pción de dos vigilantes que se encontraban en la parte de afuera de la empresa en su propia mini ofi
o sé percataron que de yo estaba ahí así que proseguí
mesas y sillas para que los empleados coman en su hora de descanso, u
a nada el sollozo de una persona. Me quedo paralizado en mi lug
algo que me llamó su atención fueron sus cabellos rojos, o más bien casi naranja, supongo que es peliroj
bía notado mi presencia, pero lo pensé mucho tiempo y ant
ue estaba llorando, se cubrió u
ola aquí-retirando con cuidado el
continuar buscando entre el botiquín de primeros auxilios que esta
aba las manos heridas y se acercó
erido?-sujetando mi ma
ocarme así incluso creer que necesit
s y saco un algodón, alcohol y un par de curitas, me pidió que me sent