e aceptara mi propuesta, no era la prim
hora? -L
r poco me pongo a b
ro ser el primero en entregar l
de mis compañeros sonrie
alir el sábado.
io, ¿conmigo lo piensas? -meneó la
o ni lo o
o en la cintura, sin duda le hacía una pataleta de celo
eguntas a Lorena hasta me lloró, porque llega con un amig
sotros es
a, nos desocupamos a eso de las cinco de la tarde. Raúl me llevó en su moto hasta el apartamento
ecogerte?
as siete y media de la noche en esta dirección. -es
Qué amigo es, e
de vive
¿Quién te puso los cuernos en
el
ingresó a la universidad, cada uno tomó su rumbo y sus
erdo, ¿a qué viene esto? -Se guardó
é, solo
idea de por qué quería volver a ver a la fami
a la entrada. ¿C
sé que i
ás me ha avergonzado su inclinación-. Y
na
da fácil, pasé en las dos presentaciones, la oral y la escrita, mis profesores me felicitaron. Las len
más de la cuenta en buscar la ropa adecuada, asistiré a una casa de estrato seis. ¡Rayos, para qué acepté! -realicé u
o! -La escu
go. -comenté
do? -Soy muy predecible
mo, ¿puedes prestarm
vanté-. En el último cajón de mi closet tengo t
n vari
ntela y después miro que más te puedo regalar, así
í que me
ón, tomé mi regalo, una linda bl
perf
a, la prenda era finísima-
ces parec
la imaginé tratando de
es esa hermanita buena, eres la versión de
ás dr
su cliente se droga a ell
co melancólica,
ría decírmelo-. Lore, sabes que te quiero much
existe Dios y d
ahora mírala, lo acepta, hasta m
debe quererme un poquito, al men
sca. Nos vemos mañana. -Le
Tenemos noche
ustó, la blusa era bellísima, subí a mis tacones rosa claro, quedó apenas para combinar con el regalo. Tomé el bolso, verifiqué mis documentos, al mirar l
róni
voz, di la vuelta y ahí se encontraba él, con su guardaespalda
rda de mi
do un jadeo de superioridad, ha
memoria. -res
jor se acu
de capos del país? Cambié de pensamiento. Lo detallé, vestía de forma casual. Parece
en el conjunto? -abrí
interesand
de actitud. Soltó una carcajada
chiste
pocas veces lo hago, luego por el silencio le respondí la m
ue tenías
so? Primero le coqueteaba, luego volvió a confundirme con una puta,
no soy voluptuosa, pero tengo curvas, eso sí, todas naturales. ¿Qué se cree ese tipo?, además ¡era un imbéc
valiera nada, como si fuera una tonta ilusa. En parte le doy la razón, que fue eso de: «¿A lo mejor se acuerda de mí?», además, ¿por qué me asusté tanto cuando lo escuché?, miré el reloj. -Raúl se estaba demorando si
l quedé?
no era feo, tampoco bonito, lo que s
to pedirte otro fa
ó para darme un b
r por mi no
razos obligándome
dado. ¿Quieres darle
se era mi plan B por si me encontraba una vez más con el to
o m
les a Raúl, bueno si le daré
a reunión, ¿no puedo rea
í. Ya
Vero, por t
me un beso en la coronilla. Lo abr
aci
rostro se me hizo conocido, no recuerdo donde lo he visto. Era más alto, s
a mi lado-. Huele bien el tipo. -hice una e
sto en al
casa de Juan, él miraba el reloj desde el balcón. Al percatarse de mi presencia sonrió, aunque no
o contaba con su compañero. Mi corazón palpitó a mil por hora.
n el tema de la pu
ualidades y espero s
te como si gritara dentro de la cabeza, por eso decidí enfrentarlo. Tenía la mandíb
to a un gran amig
ificación de asesino en serie, por lo
señor, Veró
aron, al igual yo, estos tipos sin duda
oval. -hice un ademán p
Vero? -Juan ofreció
dicho. -con
años sin verla, llegó hasta donde nosotros-.
de mi historia con la familia, me gustó
lo lamento... -miró a su hijo con car
ecordándomelo. -comen
te la niña más
mamá en ese aspecto, sabía cómo hacer sonrojar. Roland enarcó una c
o, siempre halagando
s demasi
, señora. -comentó Raúl. La señor
o generado por la lejanía de Vero es de
isculpa hijo, te robaré
triz? -
on Roland, «esta era una de las situaciones donde compruebo cuan
eunión es para festejar la l
ntó-. Ahora sí. -retomó la conversa
abajos. -¿Por qu
tus ocu
de irritabilidad, no apartó la mirada, me acribillaba sin saber
os mal la señora Gis
e lo
da. Entramos, la señora Gisela me condujo al fondo, había
novia del soci