una joven llamada Macarena estaba tra
ekas a los que querían tocarle el trasero y cobrar propinas. Y mientras hacía todo eso, soñaba
u hora de descanso – Mi futuro esposo será alto, guapo, millonario, d
– Entiende que los millonarios solo se mueven dentro
donde la desdichada heroína conocía a un príncipe que la sacaba de su situación y la trataba como una reina. Con el t
a joven se cambió su uniforme y sali
o eso era lo que pensaba. La gente atropellaba al caminar y cas
inja en un escondrijo secreto al ve
l pasaje, consiguió un asiento vacío
istad! ¿Habrá entre ellas algún millonari
adolescentes fetichistas que sueñan con tirársele a una mujer mayor. Y
izada!" pensó Macarena. "Pero mi c
a de una residencia, donde vivían muchas otras personas (en su mayoría, estudiantes u
su pieza y siguió vie
día recibí muchos mensajes por mi cumpleaños número 28, p
varias fotos. Luego seleccionó la que le salió mejor y la publicó como su foto de pe
í de esto. Ahora ir
que vivían en la residencia. Si bien algunos compartían sus cuartos, ella consiguió una habitación p
secretaria que se le insinuaba a su jefe y, luego, éste procedi
uzando las piernas al ver en primerísima
n parte de su vida trabajando y estudiando. Como era huérfana, nunca supo lo que era el amor de un padre y siempre debía trabajar para su s
las mujeres altas, como si eso les hiriera sus orgullos. También, era muy fuerte y sabía técnicas de karate. Eso era porque la ciudad era muy p
mientras volvió a frotar sus piernas - ¡Oh, si! ¡Quiero ser penetrada por un millonario! ¡Pe
una notificación. Así es que lo revisó y vio
qué tr
tigiosa, situada en Sao Paulo. Su corazón comenzó a latir, ya que ella había estudiado Ex
empresa con la ropa de oficin
ubría el trasero, una camisa blanca de mangas largas al cuerpo y unos sost
, pero sintió que
ar de tacones a
ó pintarlas con un esmalte. Por suerte era de usar mucho ro
conseguir trabajo, se alzó sus cabellos y los recogió en una coleta para mostrar
y la fea, pero en versión bella!
e su cuarto para ir en búsqueda de esa e
abe, quizás lo enamore con mi carisma y
dencia, un intrépido automovilista pasó
onductor logró d
onducía e
en busca de una secretaria ideal. Pero mirara donde mirara, no encontraba
l, pero no me importa lo que la gente común piense de mí. Solo las opiniones de los CEOs de la Asociación son importantes. A todo est
udente cruzó la calle sin mirar. Así es que lo esquivó y, por po
o el hombre, entrando en pánico - ¡D
hículo, se sorprendió p
lo, podía verle su bombacha rosada asomándose debajo de su minifalda. Su corazón comenzó a acelerarse rápidament
lízate, a
ercó a ella, extend
señorita. Deja
delgado para su gusto pero que tenía un lindo rostro. Su mentón ovalado, con unos pómulos m
n mill
da de las mismísimas fábricas de Elon Musk. Por un instante, pensó que de verdad murió y ah
ien? ¿No te last
idamente tomándole de
allero. Pero... ¡Ay!
entró
de inmediato
pánico – lo siento, pensé que se me dobló el to
inmediato que estaban mal pintados
ar y la invito a cenar? Es para compensa
conseguido atrapar a ese h
gusto, señor.
, subiero