Tal vez algún día

rriente, jamás te permitías demostrar tus sentimientos, ni mucho menos que cualquiera se acercara a ti, siempre estabas a la defensiva, siendo demasiado directo e hiriente con cada uno de tus comentari

problemas y siendo reprendida por medio mundo, era al

ente que te portaste conmigo, así como tampoco voy a olvidar tu risa cantarina. La vida siguió sorprendiéndonos cuando ambos fuimos matriculados en el mismo colegio, aun cuando yo intentaba acercarme a ti, tú siempre te escudabas en tu mal genio e insolencia, sé que pretendías alejarme, y aun cuando hacías to

nde pude dejar atrás el recuerdo de Arthur, a tal grado de que cuando hablo de él, lo hago con tanto cariño pues finalmente comprendí que su muerte no fue culpa mía, como tantas veces me hice creer. Con una sonrisa dibujada en mi rostro, recuerdo nuestro segundo baile, cerca del lago, en donde la música eran solo el trinar de los pájaros y el sonido de las hojas de los árboles revoloteando por el viento. Hasta que... el tacto de tus labios con los míos, aun se puede s

apagada, solo se limitó a abrazarla, para hacerle saber que no estaba sola. Ya habían pasado seis años, seis años, desde aquella triste separación, y aun cuando intentaba mostrarse serena, no lo conseguía en su totalidad, pues aquellas personas que la conocían a la perfección sabían el dolor que ella intentaba ocultar. Alexande

de tus lágrimas-dijo en un s

x, y

miradas se encontraran-. No puedes seguir así, no es sano que te mates trabajando duro, solo para que tu mente este ocupada. Incluso la abuela, está preocupada, ella no quiere que enfer

intentando sonar convincen

o tu actitud y tu semblante dicen

ahora que la clínica se encuentra en su mejor momento, tenemos tan

n, pues no por algo, lograste destacar

Alex-interru

do-. Solo te pido, que lo reconsidere

esbozando aquell

stes para la comida, sabes que a la abuela

reprendida, no ahora que

decirte que contaremos c

e Alemania? -pre

uy poco la fortuna de los Smith iguale a la nuestra, pero sabes que detesto hablar de negocios, pues no t

quirió en tono divertido,

o de la mala influencia de su hermana, le había ayudado mucho, a tal grado, de haberse disculpado sinceramente co

ndas delicadas y que se acoplaban a la moda del momento, y la responsable había sido la abuela, quien tras haber convivido más con la joven pudo comprobar por ella misma, lo generosa y noble que

l-interrumpió Samantha, i

s que no e

a ella-. Lo mejor será que nos demos prisa, pu

entregándole el vestido que

como diadema. Estoy convencida de que quedaras perfecta-finalizo, empujando a la joven, hasta el vestidor, e

s, alg

im

-confeso la rubia, quien se encontraba

e, ya no e

veces deseo, retroceder un

ga-. Sonríe y vive la vida plenamente y si hay algo que realmente anhelas... entonces lucha por ello, es momento de que por una vez pienses en ti, olvídate

o lo que haces por mí, Sam-

amos sentimentales, pues no quiero verme

ando se trataba de acompañar a Alex a eventos públicos o cuando personas importantes venían a la casa a cenar ya fuera por negocio

sar? -solicito e

ante,

arla todavía, hasta que...-. ¡Sublime! ¡Maravillosa! Te

stas exagera

los demás concordaran conmigo. Ahora, permíteme e

brazo que él le ofrecía-. Robert, ha llegado, ¿ya?

antes no nos soportábamos y ahora, ahora somos casi c

seas tan grosero-l

si tres años, ha sido agobiante para mí, ya que no es lo m

cambia

y tienes que

do el último escalón e ingresando a

a? -gruño Robert, levantándose

eufórica la rubia, a

o casi sin aliento, debido a la falta de a

e empezaban a teñir de carmín, provocando que Patrick, Thom, Josephin

lieta, debes aprender a modular tus demostra

la-musito

, es natural su reacción, pues todo echábamos

ntentaba nivelar su respiración-. Debo confesar que, si

diciendo, Robert-musito

ón-intervino Alex-. A todos nos da gusto q

cias,

sa, los años cada v

. Es obvio que hay mujeres

¿sería mucho pedir, unos minutos para hablar con Jul? es solo que

ntonces-indic

ándola hasta la biblioteca, en donde una vez solos, saco un peq

ito y quedando sin habla, cuando sacab

por ti no han cambiado, te si

la rubia, dedicándo

el anillo en el dedo anular y acto seguido posando un tímido

-respondió, sintiendo

comedor y démosles a lo