uchachos, uno de los chicos parece estar a punto de romper a llorar. El otro adopta una actitud fiera, pero vamos, por mucho que quiera, no podrá sali
e creen que tienen más poder. Sin embargo, ¿qué pasaría si esos débiles se unen entre ellos y enfrentan a los grandes? Claro, nos hacemos
y eso solo merece mi odio. Es mome
hora que tengo la atención de todos, me dan ganas de reí
enita, esto n
y barbón me causa asco, vaya imbécil, aho
chicos asustados-, son de mi incumbencia. Si hoy fuera viernes, los dejo en paz y se
calor y furia irradiar hacia mí. Sus ojos son oscuros, casi tan negros como la noche, pero viéndolo tan de cerca, alcanzo a ver su pupila. No sé si es la cercanía, pero percibo perf
niñita asustada. Una vez que haces tu movimiento, lo tomas, jamás l
ientemente alto como para que nuestra audiencia escuche, asiento en res
os nada, hic
jones u ovarios para enfrentar a los abusones, pero hay un límite entre valor y estupidez. Cuando te
y no me ayuda a ayudarlo. Casi pare
y juego hay un código de hono
uer, veintici
engan y siendo honesta, yo tampoco los tengo. En una semana
iste
te atre
lo pregunto. Mi amigo aquí presente dice algo,
rma, no ha
arreglemos esto aquí y ahora. Juguemos, si gano
nte se ilumina cuando escuchan que obtendrán más dinero del
e ríen supongo que de mí. Veo entre la multitud a mis nuevos amigos ricos, todos me miran casi con terr
si no, quedará como un cobarde delante de todos-. No será un ju
que ese machito ni se imagina que conduzco mejor que muchos, que
no compito
una mirad
pito co
da
creo que di un golpe bajo, pero este idiota ya me hizo enojar
y me limpio el
ción-. Solo hay un inconveniente -en eso sí no había
uando era Di estaba en la preparatoria siendo insultada por mis compañeros, siendo agredida por Aiden... Por un instan
mpetir co
ina hacia mí sin romper nuestra mirada. Aunque quisiera, no podría despegar
aparecen, ahora solo hay
ea rápido, ida y vuelta, déjame decirte que la vu
a avenida principal transitada,
de salida, esta morenita se
lamos el trato. Nos dirigimos a la línea de s
y alzados, el carro es un Aston Martin gris y si no fuera mi contrincant
paso mientras susurra. Algunos aficionados gritan, vitorean, otros abuch
l auto y me mi
e sepas lo
pes y gracias
esto es algo que ya he hecho, sé manejar hasta con los ojos c
ndo corro, siempre echo un vistazo rápido,
sus ojos me miran duramente... es un
agita y comienzo a ponerme nerviosa. Me centro en mantener una expresión neutra. Vol
n, veo incredulidad y sorpresa mientras mantiene las dos banderas
o segundo, pasan mil pensamientos por mi mente, incluido
ciudad. Mateo me llevó con él. Oh, Mateo... su imagen aparece en mi mente; tan risueño, tan inteligente, tan audaz, puedo verlo tan nítidamente que llego a
ras acariciaba mi mejilla. "Te quiero y estoy contigo." Pero no solo era la medicina, era él; su simple presencia me
situaciones difíciles, soy capaz de hacerlo por mi cuenta. Todos los sentimiento
ver cómo Aiden q
comienzo a pensar en todo lo que me hizo sufrir el idiota que está en el coche de al lado, en todas las lágrimas que por su c
rte en voluntad de ganar. He conducido antes, he gana
potente rugido del motor me hace sentir viva, pronto mi inseguridad es suplida por un
comenzar. Elisa entorna los ojos como si me quisiera retar "
banderas bajar... De un momento a otro, Elisa baja ambos brazos y la