opiezo con mi propio pie, pero antes de caer la mi
-Aiden sisea y su rostro e
arina. Lo que tengo por seguro es que jamás en la vida se me pasó por la puta cabeza que esa chica era ni más ni menos que ¿el ligue? ¿La no
simpático, sonriente y aparte el típico con un aura de misterio. Tenía a mil chicas revoloteando alrededor
que cambiaras de opinión? ¿Qué nunca te superara? Una parte profunda de mí de
o el calor subirme a la cara y comienzo a sudar. Mi pulso está muy acelerado, aún no siento palpitaciones,
espirar, debo calmarme, pero no puedo, ni siquiera puedo moverme, tengo miedo. Estoy temblando tanto como si me fuera a dar una crisis con
e Aiden-. ¡¿Qué tienes?! ¡Cont
ia arriba justo cuando alguien aparta a Aide
o. Sus ojos color café oscuro me observan tranquilamente, veo el brillo de su nariz y un lunar casi imperceptible en la barb
és de haberme metido en aquel sótano asqueroso por segunda vez, descubrí que eso era la fachada de una red de trata de personas, venta de droga y otras cosas más. Mi examiga Hazie
os, pero esta situación fue tan impa
fluyen y tengo que poder controlarlo. Mateo ahora está con otra ¿y qué? No es razón suficiente para perder el control. ¿Qué la pelirroja le me
n-. Sigue mis respiraciones, cá
momento, mi visión se vuelve nítida y recupero poco a poco el movimiento. Primero logro mover un dedo
como cinco minutos. Levanto la mano para acariciar la mejilla de Germán, es más un gesto espontáneo porqu
los hombros y me levanta de un jalón. Me ofrece una bol
ecupérate ya
co hasta el otro lado de la ciudad
que cualquiera que lo presenciara pensaría que estaba a punto de morir o algo. Doy otro paso hacia atrás, no es como que
irmemente, me centro en sentir indiferencia; nada de dolor, nada de confusión. Aun así, no puedo evitar mirarlo de la cabeza a los pies. Por mucho, Mateo es el hombre más ap
rir a mi exnovio-. ¿Se te perdió algo? Vale, te volviste l
mi nombre, que me diga que esto es un error. Pero él aparta la mira
re y la tercera... es esta. Mateo, el hombre al que aún amo me desconoce, está con otra y aparte está en una carrera clandestina. Siento como cada trozo de mi alma c
? -. No te apures, tu novio no me interesa. En cambio tú... eres linda, guapa y con un cue
r: Gustavo caminando junto a Elisa, ambos imponentes y el primero me dirige una mirada de enfado, l
y parece olfatearme-. Huele a rata... Una rata infil
ateo, cierro los ojos, no puedo evitar sentir dolor-. E
labios de Mateo dolió-. Te pido cor
rgaras de aquí el lunes, llegó la policía -Gustavo
enos dos autos más se fueron a
hoy me enteré de que
ervicio. Además, la policía casi no persigue a gente de las carreras, es mucho para la policía de este pueblo. ¿Y si el
o nada tenía que ver con su trabajo, ahora menos. No soy una
paso a tu pendejo este-señala a Germán-, lo hacen. Pero soy compasivo y pienso dcon el diablo. Quiero decir, ese tipo está metido en algo pesado y tiene que ver con Vale
quieres q
ro de cinc
ión, digo, acaban de decirme que si no lo hago m
do, ¿cont
nos, o eso dicen. Esta carrera es por parejas, veamos si
tuviera yo q
prender el automóvil. Seguramente el llevar un año de noviazgo con Aiden la hizo
aquí, desconozco la razón por la que llegó a Sores. Por muy decepcionada que esté de él, no esto
ro es un conductor de calidad ya se
algo -señalo a Germán-. Y t
la seguridad de tu hom
espeto. Quisiera decirle que no es más que un tipo rico que se juntó con la chica equivocada que terminó metiéndol
os, ganar juntos, ver quién era el mejor. Ahora no quisiera que pasara eso
ensar que en algún momento le tuve cariño ahora me hace crear más voluntad para hacer buen equipo con Aiden y ganar,
or en el otro coche, no puedo darme el lujo o capaz los nervios me carcomerán. Tomo asiento, to
stienen. Al pobre apenas le permiten moverse. Maldita sea, metí al
como conducir, pero te reco
pecie de amuleto; un hilo delgado y color azul está amarrado a un broche de cabello. Mi broche de cabello.
un temblor me recorre y los
o concentrarme, pero estoy centrada en mi broche. Es como un regalo caído del ciel