era
e hambriento. La casa estaba silenciosa y escalofrío subió por mi espalda. Estaba com
la comida que Marta indicó que había dejado, el
e del tiempo sola no era tan malo. Revisé mis redes sociales y me sumergí leyendo los post en los
ue mi móvil cayera al suelo y un pequeño grito saliera de mi garganta, me
a recoger el móvil, la pantalla se había h
saco y sólo vestía la camisa blanca de botones, la cual marcaba sus músculos brazos y espalda. Era casi imposible no v
-comenté volviendo l
hacías en tu móvil -se sentó a mi lado y mi cuerpo de inmediato ent
a pequeñ
oco puedes tener amantes -bebí un tr
bros y se tomó su ti
tinte de diversión no lo pasé por alt
ojos sorprendidos por aquella confianza que se habí
r eso te indigna que hable del tema
es algo que me gusta ha
es muy normal hablar de la intimidad y más
é del taburete -entiende que jamás seré una verdadera esposa para ti.
es de mi tiene que ser minino después de tres años de matrimonio y pagar la deuda de
os al hacerme vivir este infierno. Y si lo que decía Raphaël era ci
a, maldiciendo a todo el
ado al no haber logrado dormir bien, todo lo que cargaba sobre mis hombros
becera leyendo el periódico, no dije nada y sólo me senté. No me importaba que pensara q
ampoco parecía muy interesado en mi presencia. Me levanté al ver
malcriada? -preguntó fastidiado
lgún pr
unos segundos, tenerlo cerca era bastante... intenso, él denotaba tanta
se haciendo énfasis en las palabras que dije anoche -y para comodidad de los dos es mejor que comencemos a llevarnos bien y tener una sana convivencia. Discutir por algo que no pudiste impedir es algo en
ptar que de un día a otro tu vida cambió, que lo que diseñaste para tu vida no podrá cumplirse completamente. Siempre suscamente en el suelo y recordarme que está vida no se vivía de ilusiones, donde sólo te movías por tus propios intereses sin im
ro eso no impedía que me sintiera como un objeto con