era
e atisbo de burla en su voz que
apariencias como tú lo sugeriste -lo solté y sonreí hacia la pareja q
s dolían de tanta sonrisa que fingía. Esto se estaba haciendo demasiado ete
Raphaël y este sólo se dedicaba a asentir e ignorarlo la mayor parte del tiempo. Me sentía avergonzada por mis padres, quería
esposo ni a su familia. Se creían tan superiores a lo
rando -susurró en mi oído cuando b
o es una tortura?
Tú conservas tu dinero y yo obtengo lo mío -seguía negándose a revelar sus motivos para estar casa
margado rostro? -él asintió
lo d
ullirnos de ahí y salir fuera del salón. Voltee atrás y nadie nos seguía, eso me alivió. Caminé tras él, se me dificultaba
con la voz ahogada, realment
ió de hombros -tus c
l, no lo hice delante de nadie pero esa noche me encerré en el baño para llorar. No super
-se detuvo y se giró a verme -o
no de los dos había aprobado esa idea por lo qu
se suponía era mi esposo me ayudó a recoger el vestido para que entrara. S
clima era agradable en estas fechas, el verano era sin duda mi e
de las más costosas de Toronto. El auto se adentró a una bonita propieda
entrada. Me sentí como una princesa de cuento de hadas subiendo cada escalón con el hermoso vestido que traía puesto. La casa
tó él caminando a u
incera pero sin s
nuevo
que aceptar de una buena vez que esta era mi nueva vida, q
para observar cada detalle, el lugar era bonito pero demasiado grande para dos personas
e se encontraba al fondo, lo seguí y como pude me senté en el taburete viéndolo quitarse el saco
, no me asustaba lo que pasaría esta noche,
so de cristal con
ad -¿Me dirás porque es
e lo contaron -inquirió dá
hicieron -contesté con malestar, no me gusta
que te dijero
ue él había encontrado era casarme contigo -alcancé la botella de la barra y la incliné a mi boca bebiendo
e utilizaron, la mirada feroz de mi madre c
dió dinero a cambio de ti -alcé la mirada ha
ñalé y no hubo ning
esposa y tú eras