era
punto de venderme por conservarlos. Siempre fui la niña consentida, cada capric
iéndolo soltar una risa ronca, posó sus manos sob
s que te ofrecieron
qué ac
preguntas -h
resp
prototipo perfecto para
fecta para mi. Pero no, no me estaba preparando para ser una buena esposa que se quedaba en casa perdiendo el tiempo, sino para llevar el mando en alguna empre
una cara bonita y que te darás el lujo de
s manos en seña
ólo dije que eras perfec
smo, ¿no
ecesito -señaló -y ya deja de comportarte com
scado a una mujer acorde a tu edad -puntualicé
ejas -Tienes 23, no eres una jovencita a
studiand
nó de regreso a la sala de estar, de inmediato lo seguí, no conocía este lugar y n
ica -necesito que me diga
os las escaleras y caminamos por pasillo lleno de puertas
quirí antes de pasar a
ba, estaba siendo berrinchuda pero era porque quería que se arrepintiera de haberme elegido como su
dejé que mi cuerpo se relajara para poder dormir y no tener ojeras mañana que volviera a la facultad. Rogando en
.
y salí de la habitación. Era temprano por la mañana, no sabía si el se
cabecera de la mesa leyendo un periódico. Me acerqué y alcancé un pedazo de fruta picada para llevármelo a la boca, mis ojos
o de fruta sino por las consecuencias que traería esto. Mi amiga se enfadaría co
e respondí, me alejé de ahí hasta llegar a la cocina y sin importarme quien
? -preguntó una muj
garganta -sólo me atraganté con un
le sirva algo
al comedor,
bolsillo y me fijé en la cantidad de llamadas perdidas de Harper y cientos de mensajes en el grupo de amigos y
do b
dita pregunta cuando sabía muy bien la respuesta. Nada
ite para soportar estas cosas -se levantó de la silla notablemen
ula y maldije por milésima vez a mis padres. Comí lo que la señora me sirvió
. Me quedé quieta cuando el hombre se volteó y chocamos miradas, vestido con su traje negro y sombrero de chofer, se veía muy guapo. So