te mi c

Si yo te lo di. Pudo haberse caído en la oscuridad, con lo

ol. Ella miraba de un lado a otro, como buscando un culpable, entretanto, sintió en su hombro la m

é ha pasado? -salu

s tú aquí?

e enteré que es

eraste? -preg

, o en este caso, una p

¿no tien

ejemos

os, siempre estuvo enamorado de Pamela, desde la universidad. Sin embargo, ella lo veía como un amigo,

cede? -i

galo que me dio Edward

valor, para que te en

pero sentimental, por nu

. ¿Avisaron a la seguridad del

-contestó, c

uel hombre que quizás vio alguna vez, pero

o nuestro o más bien de mi e

tiempo conociéndonos, y a usted también ¿

por un i

faldas de mi esposa. O no solo de ella, sino de to

ndo su mirada a un lado, notando que se acercaba su promet

do sus palabras con un gesto. Ya conoces a

sabía era que estaban

Ella es muy hermosa ¿no te parece, E

lamó Camila con una copa de champagn

sa prenda, no estoy para brind

l momento, era algo de lógica que alguien había tomado el collar, pero la pregunta

siento muy bien -dijo Pamela a su a

más corto. Entretanto, algo surgió de las aguas marinas, con muchas luces de colores que sorprendió a la mayoría de los pasajeros que se encontraban en la cubierta. Los colores eran muy intensos, haciéndolos sentir extraños, como si les permitiera ver todo diferente, parecían haber enloquecido. Los músicos com

ncontrarlo. Preguntándose dónde estaría, aun aturdida. En aquel momento las

untó Ascanio de buena for

ndo a mi esposo -conte

u esp

a buscando a ti? No tengo

das cómo te entregaste a mí? ¿Cómo besabas mis labios sin decir nada? Solo se escuchaban tus gemidos, y yo creí que me amabas,

el tiempo. En ese momento se sintió muy confundida, pues prácticamente estaba recordando todo lo que sucedió entre ellos, el encuent

olorosa y enorme, previamente adornada con pétalos de rosas blancas y rojas, pues él sabía que eran sus colores favoritos. La habitación estaba repleta de flores, desprendiendo el aroma, perfecto para la ocasión. Lo había preparado todo. Se entregó a sus brazos, sol

onando una atracción parecida a un flechazo. Solo se miraron y ambos sabían que esa mir