Libros de ZimaBlue
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Contrato de Placer
Malena está devastada. Ahora, a los 22 años, ha llegado a su límite. Ha estado sin trabajo durante nueve meses, el alquiler está atrasado, el refrigerador está vacío y si no encuentra una manera de ganar dinero pronto, es probable que se quede sin hogar y debajo de un puente. Todo lo que Malena quería era un trabajo estable y haría cualquier cosa por él, por lo que enviaba docenas de currículos por correo electrónico todos los días. Un día, su amiga bromeo diciendo que debía ser una sugar baby. Pero a los 22, Malena decidió que era demasiado mayor para competir con chicas de 18 años, así que para reírse de sus desgracias, decidió enviar un correo electrónico con un currículum sexual y un contrato de entretenimiento. Se suponía que esto era una broma, pero un error tipográfico envió su correo electrónico a la bandeja de entrada de Luca Gambino Conti, un CEO italiano con exceso de trabajo ansioso por un nuevo desafío. Luca Gambino está acostumbrado a tener todo lo que quiere, y cuando ve por primera vez a esta mujercita con los ojos más transparentes, su curiosidad comienza a preguntarse de dónde vienen los correos electrónicos divertidos, que luego se convierten en un mundo de determinación. Gambino decidió que lo quería, y si lo quería, lo conseguía. En sus manos se convirtió en una proposición obscena. Un contrato de placer.
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Casa de Citas
Soy Cristina he pasado por todo últimamente. Y no hay nada bueno en mi vida. Perdí mi trabajo, no pude encontrar un empleo decente debido a la crisis (o eso quieren que crea), mi ex novio Stalker no me deja en paz y, lo peor de todo, acabo de entrar a la tercera década de mi vida. No hay nada peor que esto. . . Pero tal vez mi suerte comience a cambiar porque me encontré con una vieja amiga de la universidad y se le ocurrió algo... no, definitivamente no. No absolutamente no. No puedo hacerlo. imposible. ¿O tal vez puedo? Tal vez no es tan malo. La terrible voz de mi conciencia me advirtió: "¡No debes hacer esto!" Pero lo ignoré. En mi opinión, esta es la única salida del destino. De todos modos, ya era demasiado tarde para dudar. Me paré frente a unos ojos verdes que me miraban como nadie me había mirado nunca y pude estremecerme.