Eduard de Amber, el príncipe heredero al trono de Varsovia es un hombre sin alma. Su corazón se cerró al amor cuando los resultados de aquel mentado examen llegaron. «Positivo». Estaba enfermo y había contagiado a su pareja Mary Luz Almenar. No tendría perdón de Dios ni de la familia de ella jamás. Era solo un cuerpo convaleciente... un zombie... un muerto en vida. A sus 32 años, su existencia era una causa perdida. Solo le importaba su reino, dar lo mejor de sí hasta que el momento de su muerte llegara. Con un carácter gélido e insufrible que no trata de disimular era el más frío de los seres. Alejó a todo lo que le recordará al amor en su vida tratando de no volver a sentir lo qué ya nunca jamás podría tener. Para hacer más grande su pena, Varsovia, su Reino también convalece. Alguien ha estado sustrayendo de las finanzas de la corona por años. Necesita un encargado de finanzas que sea capaz de descubrir la magnitud y el responsable del fraude financiero que amenaza con llevarse a las cenizas lo único que le queda en pie. El petrificado corazón de Eduard tiembla dando señales de querer latir cuando Ana Lucía Gaitan entró por su puerta. La nueva señorita que se encargaría de las finanzas tenía de todo menos de común. Una hechicera medieval, encerrada en un cuerpo de Ninfa. ¿Podrá Ana Lucía demostrarle a Eduard que si hay esperanza y amor tras la "muerte en vida" que se impuso?
..¡Eduard!... ¡Eduard!... por aquí. ¡Tienes que perseguirme!... ¡Tienes que venir conmigo! Solo a mi lado estarás completo, solo conmigo serás feliz, solo a mi lado volverá a ser tu...
Abro los ojos exaltado como cada día. Maldigo tan amargado como siempre. « Maite, Maite, Maite».
A penas tres de la mañana y estoy despierto «Debe ser un nuevo récord»; otra vez el mismo sueño mordaz, el mismo triste canto de sirena. La exacta e inconclusa melodía inefable, el mismo llamado. Es Maite quien me llama, lo sé...
Comprendí que aún después de muerta es la única mujer capaz de darme la paz y el sosiego que necesito... solo muerto volveré a ser quien era.
Las olas del océano chocan contra los acantilados que bordean la casa real, pero no me arrullan. Solo me llaman a cometer la peor de las locuras... así se terminaría de una vez toda esta maldita pesadilla que comenzó el día que los resultados de aquellos análisis fueron «Positivos».
Dos horas de gimnasio deberían ser capaz de borrarme las huellas de esos sueños tan vividos, pero el murmuro del mar una vez me roba la calma. Ya nada me da tranquilidad, y los músculos de mi pecho desnudo habla de incontables horas de gimnasio buscando paz.
Arrastró mi cuerpo fuera de la cama, comienzo el día temprano para tratar de convertir a este amargado ermitaño en Eduard... Eduard de Amber «el príncipe Perfecto».
El único heredero de un imperio que adolece como yo.
Me cuesta meterme en el papel, tengo que reconocerlo, pues más que nada... lo que deseo es salir huyendo lo más lejos posible, pero mis responsabilidades me atan a entregar lo que sea que me queda de vida a este reino, a mi madre y a mi padre el rey. La reina madre me necesita más que nunca, y cada vez se acerca el momento que tome mi lugar en el trono.
Mi padre padece de una enfermedad que lo enajena, y cada vez está peor. Su muerte es un suceso inminente y terriblemente doloroso, y eso me agobia.
Reviso mi agenda, hoy es miércoles, mal día para mi. Un día más en que la vida se encarga recordarme mis errores. Más bien se encarga de restregarmelos en la cara.
Hoy tengo que almorzar como cada miércoles con Mary Luz Almenar. Mary Luz es uno de mis más grandes dolores, mi única culpa.
No me da culpa por mi, ni por no poder engendrar un hijo que sea mi heredero, a fin de cuentas es mi vida. Mas no me puedo engañar... con Mary Luz es diferente.
Mary Luz es mi víctima, yo la contagié de este veneno que me come el alma y el cuerpo.
Mary Luz es una señorita de buena familia. Bien educada en los mejores colegios en el extranjero. Jamás vistiria una prenda que no fuera de diseñador y jamás, pero jamás de los jamases tomaría una cerveza conmigo a la orilla de la playa. Una niña "Bien".
La presunta esposa, marcada por la opinión pública para ser la princesa del reino, y después la futura reina.
Mary Luz y yo comenzamos como amantes de ocasión, hasta que ella decidió contarle a mi madre que nos acostábamos. Una aventura de un par de noches se convirtió en prácticamente un compromiso. A medida que pasaban los meses... pues dejamos de acostarnos, pero a ella no pareció importarle. Abnegada y melosa como era, no emitió ni una sola palabra de desagrado. Se encargó de aparecer en cada evento, en cada sección del gobierno, en cada actividad real... se convirtió en mi sombra, a donde yo mirara Mary Luz estaba a mi lado.
La gente daba por hecho que nos casaríamos. Me sentía como un idiota, pues no visualizaba una vida junto a ella. Además no tenía la más mínima idea de cómo se rompía un compromiso que ni siquiera se había pactado.
Mucho de eso cambio poco tiempo después. Pues deje de visualizar un futuro en si. Después que ambos nos descubriéremos enfermos, contagiados con VIH; Mary Luz no me lo saco en cara, al contrario.
Espere que gritara, que se pusiera histérica, que me pegara incluso. De verdad que espere que por una vez en la vida Mary Luz mostrara sentimientos intensos. Pero ni siquiera al escuchar su propia sentencia de muerte lo logró.
Se pego más a mi, aún más. Justo eso era lo que no necesitaba en ese instante. Cada vez que le veía a los ojos mi culpa aumentaba a la estratosfera.
Mis estados de ánimos todos eran violentos, convulsos. Me ardía cada respiración en el pecho... la vida me dolía... en ese momento me dolía hasta cada bocanada de aire que tomaba.
Y ahí estaba ella, llorosa pero ahí, recordándome a cada instante de modo muy sutil que le había destrozado la vida.
- Lo que importa es que estamos juntos, Eduard- dijo en aquel entonces y cada palabra me pareció más inquietante que la anterior. -Viviéremos juntos esta etapa de nuestras vidas-ella siguió y como si algo me golpeara en ese momento me di cuenta que tenía que alejarme de ella, tenía que salir de allí.
-No Luz. Discúlpame, pero no puedo continuar con esto. No ahora, no después de lo que te hice. No así- la mire a los ojos, y sentí que mi alma se despegaba a pedazos de mi cuerpo.
-No te atrevas a hacerme esto, Eduard. Sigamos con nuestros planes. ¡Casémonos!- chilló entre sollozos.
-No tengo planes Luz... no tenemos planes. No hay vida, ni planes, ni nada que te devuelva tu vida- trague despacio, con una terrible opresión en el pecho, que no sentí ni cuando murió Maite-o la mía-. Aún no sé cómo logré articular esa frase, me obligue a respirar, deseaba destrozar toda la habitación a golpes.
-Yo también cargó con el mismo problema Eduard. ¿Que harás conmigo? ¿Me dejarás pasar por esto sola?-chilló, y por primera vez vi en sus ojos un mirada distinta. No era dolor lo que vi, era ira.
-Nunca estarás sola, ni desprotegida. Eso jamás Luz.
-¡Casémonos Eduard!- pidió ahogando un suspiro- Es uno de mis sueños. ¿Que harás ahora?, tienes responsabilidades. No puedes asumir el trono sin una reina a tu lado. Nadie se querrá casar contigo Eduard- me volteé a verla a la cara, sorprendido de su frialdad–Seamos realistas, no me mires así- alegó sosteniendo mi mirada-. Ahora que la vida nos jugó esta mala pasada, deberías cumplirme mis sueños.
-No te puedo atrapar en lo que a partir de ahora... para mi será una pesadilla. No puedo arrastrarte conmigo a esto.
Pensar en eso aún me lastima, me hace sentir como el peor de los idiotas. Pero algo de razón hubo en mis actos.
Esa semana completa me dediqué a emborracharme como nunca, al borde del coma etílico. Más de una vez mis guardaespaldas me sacaron arrastrado de los bares, bloqueando a la prensa. Otras tantas me sostuvieron en el lavabo mientras que prácticamente me ahogaba en mi propio vomito. Creo que un martes destroce un Lamborgini, borracho y ardiendo de furia e impotencia. El jueves le tocó el turno a mi despacho, y el sábado destruí los muebles de mi terraza privada.
Debía aferrarme a la vida, pero ¿para qué?. Me había roto por dentro, y no sabía cómo continuar.
Un mes después de enterarme de los resultados del examen de VIH, contacté con mi abogado. Deseaba comprarle a Mary Luz un apartamento y transferirle a su cuenta cinco millones de dólares. Lo había pensado, o creí pensarlo en los escasos momentos que estuve sobrio, pero no podía arrastrarla a la oscuridad que se estaba llevando mi mundo
Caí en cuenta saliendo de mis memorias, que por esa causa no me gusta almorzar con Mary Luz, porque me recuerda lo que fui, y lo que soy.
Me hace revivir la historia de como me convertí en un muerto. El príncipe azul más negro de el universo, el príncipe de la muerte.
El mejor de los peores partidos, el hombre que no merece amor, que no tiene una vida, ni la tendrá.
La vida se encargó de perfeccionar la peor versión de mi, ahora no siento amor, ni siquiera atracción. Soy un ser frío, arrogante, y hasta cierto punto insufrible. Los que me conocieron antes de esto y los que me conocen ahora jamás podrían decir que soy la misma persona. Soy eso... un muerto.
Yagiz Ozdemir es uno de los CEO más jóvenes, apuestos, cotizados y exitosos de todo Estambul. El conglomerado de las empresas OZDEMIR que él mismo dirige cada vez es más próspero. Solo que la suerte del joven empresario en los negocios, no es proporcional a sus asuntos del corazón. A sus treinta y cuatro años sigue aún soltero, y cansado de tanta falsedad de las mujeres que solo se acercan a él impresionadas por su dinero. Aún no ha a aparecido esa mujer capaz de robarle el corazón, de enamorarlo y sé hacerlo sucumbir en un amor que vaya más allá del aspecto físico. Serem Keskin es una joven hermosa e ingenua que vive junto a sus padres y su hermana menor en un pequeño pueblo rural de Turquía. Nunca tuvo la oportunidad de terminar sus estudios, pues la familia estaba minada de deudas, y el dinero no parecía alcanzar para nada. El padre de la chica enferma y ella se ve obligada a buscar trabajo, es entonces que es reclutada por una dudosa compañía que promete convertirla en una modelo bien pagada en Estambul. Serem, sin más alternativas y obligada por la decadente situación de su familia viaja junto a sus reclutadores; para darse cuenta al llegar a la ciudad que planean explotarla como prostituta, y entonces escapa despavorida de sus presuntos proxentas. La vida en Estambul, no es tan sencilla como imaginó. Sin dinero, sin documentos ni un techo sobre su cabeza vaga varios días por la calle, hasta que una mujer se compadece de ella. Su salvadora es Escort y tiene un departamento de lujo, y cuentas bancarias con tanto dinero que no gastaría en diez años ni aunque se lo propusiera. Orillada por la insistencia de su madre para que envíe dinero, Serem acepta en convertirse en una Escort, pero sin comprometer su cuerpo en el negocio. El destino de Serem y Yagiz se cruza una noche de gala, en la que ella va de la mano de otro hombre. Él cae prendido ante el encanto natural de la chica, y entre ellos explota la magia. ¿Que pasará cuando Yagiz descubra que la mujer de la que se está enamorando es una Escort? ¿Podrá el amor vencer a las dudas?
Cuando el arrogante y astuto Dios de la Moda en Europa, el magnate Emiliano Santorini descubre tras un desfile de moda en Milán a Gina Renaux, una joven y talentosa diseñadora que lo sorprende más que con su trabajo, con su belleza; inmediatamente decide hacerla suya. Mueve cielo y tierra para poseer a una muchacha para la cual pasa inadvertido. Poco después tras sus manejos se encuentran en la casa de unos amigos en común de ambos y aunque guapo a ella le parece un petulante millonario como tantos otros. Él no desiste en su empeño de llevársela a la y cuando está a punto de conseguirlo se ve envuelto en una serie de problemas, confusiones y malentendidos que terminan por separarlos. Pero el amor, el poder y el deseo son más fuertes que él mismo.
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Después de ser incriminada por su novio y su mejor amiga, Nicole terminó pasando la noche con un misterioso extraño. Ella disfrutó mucho de la cita inesperada, pero cuando se despertó a la mañana siguiente, no pudo evitar sentirse mal por lo que había hecho. Sin embargo, toda la culpa que sentía se le pasó al ver el rostro del hombre que yacía a su lado. "Es realmente... hermoso", susurró, asombrada por lo que estaba viendo. La culpa se convirtió rápidamente en vergüenza, y eso le hizo dejarle al hombre un poco de dinero antes de irse. Kerr estaba asombrado. "¿Esa mujer trató de pagarme? ¿Como un prostituto?', pensó ofendido. "Pide al gerente del hotel el video de vigilancia", le ordenó a su asistente con tono autoritario. Tenía una expresión decidida en el rostro. "Quiero saber quién estuvo en mi habitación anoche, y cuando encuentre a esa mujer, ¡voy a enseñarle una lección!" ¿En qué terminará esta historia? ¡Averígüelo en El CEO Y SU ENCANTADOR HIJO en Manobook!
Eden McBride pasó toda su vida siguiendo las pautas de la sociedad. Pero cuando su prometido la dejó un mes antes de su boda, Eden deja de seguir las reglas. Una furia insaciable es justo lo que recomienda el médico para su corazón roto. No, en realidad no era así. Sin embargo, era lo que necesitaba Eden. Liam Anderson, el heredero de la empresa de logística más grande de Rock Union, era el tipo perfecto. Apodado el Príncipe de los Tres Meses porque nunca estaba con la misma chica por más de tres meses, Liam había tenido una buena cantidad de aventuras de una noche y no espera que Eden sea nada más que eso. Cuando se despertó y la encontró con su camisa de mezclilla favorita, Liam comenzó a estar irritado, pero extrañamente intrigado. Ninguna mujer había abandonado su cama voluntariamente ni le había robado. Eden había hecho ambas cosas. Necesitaba encontrarla y arreglar las cuentas. Pero en una ciudad de más de cinco millones de habitantes, encontrar a una persona era como buscar una aguja en un paja. No se vieron hasta que el destino los volvió a reunir dos años después. Eden ya no era la chica ingenua que era cuando saltó a la cama de Liam; en ese momento tenía un secreto que proteger a toda costa. Liam estaba decidido a conseguir todo lo que Eden le robó, y no fue solo su camisa.
Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...
¿Qué tan lejos son capaces las personas de llegar por amor? sufrir el rechazo de un gran amor puede llevarnos hacer cosas inimaginables.
Mi vida cambió después de que probé el sexo anal por primera vez. Accidentalmente descubrí el mundo real del placer anal. ¡Esto me pasó con mi propio hermano! Mi medio hermano, con quien había estado desde la infancia, me abrió un verdadero mundo de placer. Con él experimenté mi primer orgasmo anal. Y justo cuando me parece que mi vida es un éxito, mi hermano de repente se va de casa con su ex. No me queda más remedio que ir en busca de aventuras. Voy a un club y cada vez busco un hombre nuevo que pueda sorprenderme y enseñarme algo más... #sexo_anal #bdsm P.D.: ¿Quieres productos nuevos y novedosos? Suscríbete al autor:* ¡Te esperan historias interesantes! Y no olvides dejar un comentario :) Traducción realizada por Masso, contacta massoilustrador@gmail.com si te interesa traducir tu libro de forma cómoda.