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Thiago es un joven abogado que acaba de graduarse de la universidad, cuando le ofrecen un puesto en el bufet de abogados más importante de su ciudad, ahí conoce a Sasha el dueño de ese prestigioso despacho, Sasha oculta un secreto es gay y no puede gritarle al mundo lo que es, ya que el está casado y tiene dos hijos, por otro lado Thiago también oculta su preferencia sexual por sus padres y la sociedad en que vive ¿Podrá el amor ser más fuerte?
-¡Thiago, Thiago, cariño es momento de levantarse! .
Abrí un poco mis ojos,Aria abría las cortinas de mi cuarto sin algún tipo de piedad por la intensa luz que entraba.
-¡Dios! Cierra las cortinas porfavor.
-Oh no claro que no, es tu último día en la universidad debes de ir.
Puse mi mano encima de mis ojos tratando de tapar esa molesta luz.
-Que importa que sea el último día. No iré.
-Claro que si.
Senti como tomo la cobija en mis pies y la jalo tirándola al piso.
-¡Arriba, ya!
Hize una mueca y quite mi brazo de mi cara, escuche la puerta cerrarse por fin se había ido, me levanté y fui directo al baño a ducharme.
Nunca me han gustado los últimos días de escuela, las personas se ponen sentimentales, lo amigos hacen planes para volver a verse aunque saben que eso no pasará, los hipócritas te dicen que te quieren y que te volverán a ver aunque eso tampoco pase.
Yo por mi parte solo tengo a mi mejor amiga Vanesa hemos estado juntos desde que íbamos a la primaria , ella es como mi hermana.
Termine de bañarme, me puse la ropa más cómoda que encontre, calzoncillos flojos, un pans gris, tenis negros, una camisa negra y quede listo.
Baje a la cocina, tome un vaso de agua y agarre una manzana qué estaba en el frutero de mi mamá.
-¿Ya vas a decirme por fin cuando es la graduación?..
Me detuve en seco al escuchar a mi papá hablar, pare el masticar de mi manzana para poder hablar.
-Pues es el Jueves, y apenas es Martes papá.
Seguí masticando mi manzana, el no despegaba la vista del periódico.
-Espero que te hayan otorgado el puesto de capitán en el equipo de fútbol, que aunque hayas salido de la universidad aun tienes que estar en el equipo.
-Si papá ya lose, seré un abogado futbolista.
Le sonreí irónicamente para después seguir comiendo mi manzana.
Agarre mi mochila y salí de casa, el clima estaba bastante frío, como me gustaba.
Llegue a la parada del autobús, las personas me ponían incomodo así que me puse mis auriculares para disfrutar un poco de música era mi manera de escapar del mundo un momento.
Subí al autobús, tome asiento rápidamente y me recargue en la ventana, amaba tanto esta cancion me recordaba cosas hermosas, incluso también personas, personas que por desgracia tuve que dejar de amar.
A mi lado se sento un chico, se me hizo atractivo a primera vista, usaba lentes negros grandes, era blanco, su cabello era lacio color café, labios rosados y ojos verdes, tan verdes como las aceitunas.
De un momento a otro me miró y yo desvíe la vista, no era normal que un chico viera a otro, podía resultar un poco incomodo.
Se bajó una estación antes que yo dejando a su paso un intenso olor a perfume que alborotaba mi nariz.
Con voz temerosa hable, quitándome el auricular.
-¡Bajo en la que sigue porfavor!
Senti un vacío en el estómago al notar que toda la gente me miraba, a lo que me puse aún más nervioso.
El autobús por fin se detuvo, bajé lo más rápido que pude, sintiendo al instante un poco de alivio.
Me gustaba el camino a la universidad, tenía que pasar por un pasillo lleno de árboles de cerezo, qué dejaban caer sus hojas rosadas al suelo de piedra.
Llegue a la universidad apresurado al ver que estaba diez minutos retrasado.
-¿Otra vez llegando tarde joven Miller?
Me detuvo en la puerta el director de la escuela, pude respirar un momento después de correr tanto.
-El autobús se demoró más.
El director de la escuela era muy temido y respetado por todos los alumnos y maestros.
Cuando te corregía siempre se inclinaba más hacia ti, haciendo una ceja más arriba que la otra, esa acción por alguna razón se me hacia graciosa.
-Te la pasaré, es el último día ¿No?.
Entré a la escuela, llegue a mi casillero y metí mi mochila.
En ese momento sentí como por detrás me tapaban los ojos, tome sus manos, esos dedos tan largos y delgados podía reconocerlos.
-Vanesa, ya se que eres tu.
Soltó una carcajada, me toco del hombro y me giro hacia ella.
-Podía casi asegurar que no vendrías hoy, pero veo que me equivoque.
Puse mi brazo al rededor de su cuello mientras caminábamos hacia el salón, nunca podré olvidar el año pasado, toda la escuela podía asegurar que Vanesa y yo éramos novios, ella se ponía feliz cada qué mencionaban eso, por otro lado a mi me hacían sentir incomodo, ella era como la hermana que nunca pude tener y no la veía de otra manera.
-Estabas en lo correcto no quería venir,pero ya sabes como se pone Aria.
Creo que era obvio adivinar que no me llevaba nada bien con mis padres, más con mi mamá, desde que tengo uso de memoria he sufrido comparaciones por parte de mis padres, que si mi hermano era mejor que yo, qué si el practicaba fútbol, o que va hacer el mejor Arquitecto,yo por mi parte solo hacía lo que me gustaba, y entré esas cosas es jamas decirle a Aria mamá.
-¿Cuando vas a poder decirle mamá eh?
-Jamás, siguen en sus mismas cosas, y todavía no se como le voy hacer...
Me detuve, las ganas de llorar me estaban ganando ante esta frustración, nos paramos a mitad del pasillo, Vanesa me miró con compasión.
-¿No les has dicho que dejaste el equipo?
-No-Como pude respondí-No se en que momento pueda hacerlo es... Es complicado para mi.
-Lose.
Me sonrió y me dio un reconfortante abrazo que logró calmar mi frustración.
-Vayamos a clases y ya pensaremos en algo ¿De acuerdo?
-Pues ya estoy aquí ¿No?
La tome de la mano y entramos al salón, nos sentamos juntos como de costumbre en todas las clases, los maestros hablaban con nosotros del éxito que nos deceaban y que estarían aún así en el camino, debo de decir que a algunos de ellos después de ese día no los volví a ver.
Al pasar de unas cuatro horas, salimos al campus de la escuela, Vanesa me había traído un sandwich.
-Solo espero que sea el especial.
-Claro que si, le dije a mamá que le pusiera doble pierna.
-Uyy qué mala eres con tu madre.
-Ellos pueden comprar mucho más.
Se quedó callada, el negocio de mi padre había caído en la quiebra y estábamos pasando por una situación económica muy fuerte.
-Que tonta soy arruine el almuerzo.
-No eres tonta, eres humana y esta bien.
Seguimos comiendo nuestros Sandwiches, Vanesa tenía planeado en un año marcharse a Buffalo a ejercer su carrera ahí, pero lo había retrasado por problemas con sus padres, era el sueño de nosotros dos irnos de este lugar y empezar en paz en otro sitio, y eso hasta el momento no ha pasado.
-¿Recuerdas que prometimos ir a Buffalo?
Se puso seria creo fue un mal momento para recordarle.
-Si, si lo recuerdo, pero ahora no creo que sea posible ¿Entiendes por que?.
Seguí comiendo y no le respondí, regresamos a la escuela y fui a mi casillero a recojer mi mochila, cuando estaba apuntó de irme vi a Vanesa correr hacia mi.
-¿Ya te vas?
-Si debo de llegar temprano a casa, ya sabes Martes de cena familiar ¿No quieres ir conmigo?
La vi ansiosa, inquieta, como si quisiera hacer algo y no pudiera.
-¿Pasa algo?
-No, nada, y en repuesta a lo otro, no creo poder ir a tu casa pero... ¿Que tal si nos vemos mañana?.
-Si estaría bien, hay unos cómics que debo mostrarte.
Me acerque a ella y bese su frente.
-Te quiero niña
Me sonrió y mordió sus labios,era raro nunca hacía eso, me pareció curioso.
Me di la vuelta con una sonrisa y salí de la escuela, otra vez a enfrentarme a ese mundo que me daba miedo.
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