Annie, una joven atrapada en el mundo de la administración, se siente infeliz al tener que sumergirse en los negocios como la siguiente en la línea de mando. Sus tíos, siempre controladores, nunca han comprendido ni aceptado su talento innato para el arte, desestimando sus sueños como una pérdida de tiempo. Su pasión por el arte se desvanece entre los números, volviéndose una inclinación lejana y descolorida. Cansada de esta opresión, Annie escapa lejos de sus tíos en busca de un único objetivo: ser reconocida como artista. En su camino, se encuentra con Said Arafat, un arquitecto que la ayuda a construir una vida llena de giros inesperados. ¿Podrán Annie y Said trazar un destino juntos, a pesar de los secretos y mentiras que ambos guardan?
Corté el filete y llevé la carne a mi boca, dejando el cubierto al lado, rápidamente sentí ganas de escupirlo en el plato reluciente, igual que todo lo que había en ese restaurante. Odiaba esas reuniones, la mayoría aparentaban ser educados pero destilaban arrogancia, se creían mejores que el resto solo por haber estudiado es prestigiosas universidades y tener carreras que la sociedad solía catalogar como "la vida de millonarios". Y lo cierto es que así nos veíamos, nuestro apellido era reconocido en todo el país, la marca de "Palmer Hays" la más famosa joyerías de la ciudad.
-¡Atención! -Despegué la vista del elegante mantel con piedrería brillante, había tanto que llegaba a aturdirme. Tío Braxton golpeo su copa con delicadeza y
todos lo miramos esperando que hablara. -Como ya saben, la empresa pronto será dirigida por mi querida sobrina Annie, y no me puedo sentir más orgullo de que sea ella quien siga con el legado familiar. -¿Orgullo? Si claro. Plasmó una sonrisa tan falsa que me revolvió el estómago. Estiró la mano hacia mi dirección, la tomé dudosa, presentía que algo se traía en mente, conocía ese brillo perverso en su mirada prepotente. -Hijo, ¿No tienes algo para nuestra Annie? Vamos, deja los nervios, y no esperes más.
Liam se incorporó de la silla, acomodó su traje Gucci, de corte italiano, que derrochaba presunción por todas partes. Él era eso, un engreído, machista y narcisista, la belleza que tenía quedaba opacada con esa personalidad tan petulante. Pero debía fingir que me agradaba, con tal de complacer a mis tíos. Recordé cuando se presentó en mi universidad, un enorme ramo de flores rojas junto a letras dentro de los globos diciendo "¿Quieres ser parte de mi destino?" Me hicieron enmudecer. No podía creer que se hubiera tomado el atrevimiento de hacer semejante cosa, la incomodidad que sentí al notar la atención de todos sobre mí fue bochornosa. Terminé aceptando sin razonar en lo que estaba haciendo. Supongo que fue la presión del momento, pero también el motivo era otro, y no tuve el valor de negarme, porque era condescendiente. En eso me convertí, una persona que siempre ponía a los demás sobre mí. Era una simple pieza de ajedrez que podían manejar a su antojo, solo que no era ni el blanco ni el negro.
Observé a Liam posarse al frente, tomó mi mano entrelazándola con la suya. Su postura denotaba seguridad, sus labios formaron una sonrisa notando con interés mi evidente ansiedad. Disfrutaba verme así, indefensa, vulnerable, como una oveja mansa en medio de leones feroces, a punto de devorarme.
-Desde el primer día que te vi, quedé hipnotizado con tu belleza, y allí supe que eras la mujer indicada para mí. Por eso esta noche aprovecharé la oportunidad de confesar ante todos los presentes lo enamorado que estoy de tí. Me haces feliz con solo respirar y sé que los dos nos complementamos, fuimos hechos para estar juntos. -Oh por supuesto, almas gemelas. Solté una risita sarcástica que sonó como si estuviera nerviosa. -Hoy quiero darte un regalo. Quiero regalarte mi corazón, mi sonrisa y todo lo que poseo. Quiero construir una vida junto a tí, Annie ¿te quieres casar conmigo?
Lo veo hincarse de una rodilla, sacó de su bolsillo una diminuta cajita de terciopelo negro con dorado, allí dentro tenía un lindo anillo. Cabe destacar que el pequeño diamante azul zafiro era extremadamente llamativo, y por el jadeo que soltó Leighton se trataba de un anillo sumamente caro. Levanté la vista mirando a Liam, este sonreía con autosuficiencia esperando que respondiera. Los cuchicheos del resto me estaban aturdiendo, tío Braxton mirándome de una manera dominante, él sabía el poder que tenía sobre mí.
No amaba a Liam, y su manera de ser, de tratar a los demás incrementaba el repudio que sentía por él. Era un engreído hijo de padres millonarios que creían que por más eso podían pisotear a los demás. Pero, aún así, debía fingir que éramos la pareja perfecta de empresarios reconocidos, aunque eso no fuera cierto y mi vida quedaba muy lejos de ser perfecta.
-Cariño, no me hagas esperar más -dijo entre dientes mientras sonreía.
Tomé una larga bocanada de aire y finalmente solté la misma respuesta de siempre, porque no tenía elección, por miedo a ellos. Odiaba ser cobarde, pero
tampoco me atrevía a desafiarlos.
«No lo hagas Annie»
-Yo... -sentí un enorme nudo atorarse en mi garganta, las ganas de huir de allí
cada vez se intensificó. Sin embargo no lo haría, como había pasado mucha veces. -S-sí, sí acepto.
Fue un susurro bajo, pero bastó para Liam que no dudó en ponerse de pie.
Extrajo el anillo de la cajita y lo deslizó por mi dedo anular. El diamante en el centro emitía ciento de pequeños destellos con el movimiento de mi mano.
-Señora Livingston -dijo mirándome con emoción. Me acercó a él y juntó nuestros labios en un carro beso.
Escuché aplausos y felicitaciones de los demás, tío Braxton y Leighton me abrazaron sonrientes, se habían salido con la suya.
Nuevamente.
Claudia, una joven artista con grandes sueños, es raptada y subastada en un evento clandestino. Su comprador, Jonathan de Luca, un magnate con un oscuro pasado, la mantiene en un mundo de lujo y opresión, mostrando una naturaleza posesiva y dominante. Atrapada entre el miedo y una extraña atracción hacia él, Claudia lucha por mantener su identidad mientras intenta escapar de su control. A medida que descubre los demonios que atormentan a Jonathan, se enfrenta a una decisión crucial: someterse a su voluntad o luchar por su libertad.
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Alexander Whitmore se ve forzado a casarse con Lauren Green para asegurar su herencia en la empresa familiar. Aunque al principio se desprecian mutuamente, la atracción entre ellos se convierte en un conflicto emocional cuando Alexander empieza a enamorarse de Lauren. Sin embargo, un embarazo inesperado lleva a Lauren a huir y buscar el divorcio. Años después, regresa como exesposa con un hijo, y Alexander, lleno de arrepentimiento, le suplica una segunda oportunidad.
Rashid es un hombre adinerado que pensaba tenerlo todo y conseguir lo que fuera sin ningún problema. Hasta que un día la conoció, Victoria, una chica diferente, tan decidida y llena de peculiaridades. Él había comprado su virginidad y le había propuesto que fuera la madre de su hijo, ella había aceptado, sin saber que esa decisión cambiaría su vida para siempre. ¿Podrá Victoria seguir el contrato al pie de la letra sin enamorarse? ¿Logrará Rashid seguir a su lado sin entregar el corazón y la emoción, aunque no crea en el amor?
Enzo Ivanov, un millonario que no tiene interés en casarse, se encuentra presionado por su padre para elegir entre varias candidatas, algo a lo que se niega rotundamente. Por otro lado, Celine Dubois es una joven que sufre abusos por parte de su padrastro. Un día, escapa de su agresor y busca ayuda. Encuentra a Enzo Ivanov, quien siente una conexión instantánea con ella. Enzo Ivanov la lleva a su casa y le permite quedarse allí. Impulsado por un deseo de proteger a Celine, Enzo le propone un matrimonio falso. Entonces, ambos se ven envueltos en una mentira que conlleva a sentimientos inesperados, poniendo a prueba su trato inicial y lo que verdaderamente sienten.
David King se ve obligado a casarse con la joven Nicolle, pero cuando ella queda embarazada, él la rechaza cruelmente y ella sufre un aborto espontáneo. Sin embargo, el millonario se arrepiente de su actitud y le suplica una segunda oportunidad. ¿Podrá Nicolle perdonar a su ex marido y darle una nueva oportunidad? El amor, el perdón y la redención se entrelazan en esta emotiva historia de segundas oportunidades.
La vida era un lecho de rosas para Debra, la hija del Alfa, hasta que tuvo una aventura de una noche con Caleb. Estaba segura de que él era su pareja designada por la Diosa de la Luna. Pero este hombre odioso se negó a aceptarla. Pasaron semanas antes de que Debra descubriera que estaba embarazada. Su embarazo fue una vergüenza para ella y para todos los que amaba. No sólo ella fue expulsada, sino que su padre también fue perseguido por los usurpadores. Afortunadamente, sobrevivió con la ayuda de la misteriosa Manada Espina. Pasaron cinco años y Debra no supo nada de Caleb. Un día sus caminos se volvieron a cruzar. Ambos estaban en la misma misión: llevar a cabo investigaciones secretas en el peligroso pueblo de Roz por la seguridad y la posteridad de sus respectivas manadas. Caleb todavía se mostraba frío con ella. Pero con el paso del tiempo, se enamoró perdidamente de ella. Intentó compensar el abandono de Debra, pero la chica ya no lo quería. Estaba empeñada en ocultarle que tenían una hija y también en hacer una ruptura limpia. ¿Qué les deparaba el futuro a los dos mientras viajaban por el pueblo de Roz? ¿Qué tipo de secretos encontrarían? ¿Caleb se ganaría el corazón de Debra y conocería a su adorable hija? ¡Descúbralo!
"Tú necesitas una novia y yo un novio. ¿Por qué no nos casamos?". Abandonados ambos en el altar, Elyse decidió casarse con el desconocido discapacitado del local de al lado. Compadecida de su estado, la chica prometió mimarlo una vez casados, pero no sabía que en realidad era un poderoso magnate. Jayden pensaba que Elyse se había casado con él solo por su dinero, por eso planeaba divorciarse cuando ya no le fuera útil. Sin embargo, tras convertirse en su marido, él se enfrentó a un nuevo dilema: "Ella sigue pidiéndome el divorcio, ¡pero yo no quiero! ¿Qué debo hacer?".
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
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