/0/15923/coverbig.jpg?v=9bbaf8bd06de1eb60a47f4e04ab665ba)
Emma no tiene nada. Sobrevive en las calles con el peso de un embarazo no planeado y un futuro incierto. Nadie la ve, nadie se detiene... hasta que Helena Laurent, la CEO más poderosa del país, cruza su camino. Fría, implacable y acostumbrada a controlar el mundo a su antojo, Helena no es de las que actúan por caridad. Sin embargo, algo en la mirada de Emma la detiene. Lo que comienza como un simple acto de ayuda se convierte en un desafío para ambas. Emma, acostumbrada a la indiferencia del mundo, se resiste a depender de una mujer que representa todo lo que odia del poder. Helena, por su parte, no entiende por qué siente la necesidad de proteger a alguien tan vulnerable. Pero cuando los secretos de ambas comienzan a salir a la luz, descubren que el destino puede ser tan cruel como caprichoso... y que el amor, por más inesperado que sea, puede cambiarlo todo.
La lluvia caía con fuerza sobre la ciudad, golpeando el asfalto y creando charcos en las aceras. Emma caminaba con el abrigo raído bien ajustado sobre su cuerpo, aunque no le servía de mucho. El frío se le filtraba hasta los huesos, y la humedad hacía que cada paso se sintiera más pesado. No le quedaban muchas opciones. El refugio nocturno ya había cerrado sus puertas, y lo último que quería era pasar la noche en un callejón oscuro donde cualquier cosa podía ocurrir.
Apretó contra su pecho la bolsa de tela que llevaba con sus pocas pertenencias: una botella de agua medio vacía, una manta vieja y un par de prendas gastadas. Y, sobre todo, la única foto que le quedaba de su madre. Sus dedos, temblorosos, la acariciaron a través de la tela.
-Un día más -se dijo en voz baja-. Solo uno más.
Las luces de la ciudad parpadeaban a su alrededor. Desde la avenida principal, podía ver los enormes rascacielos donde la élite vivía sin preocuparse por el frío, el hambre o el miedo. Entre ellos, destacaba la imponente torre Laurent, el edificio más alto y elegante del país. Dentro de esas paredes de cristal y acero, la mujer más poderosa del país tomaba decisiones que movían la economía como piezas de ajedrez.
Helena Laurent no creía en la suerte, solo en el poder.
-¿Se han enviado los contratos? -preguntó Helena, sin levantar la vista de su pantalla.
-Sí, señora Laurent -respondió su asistente, ajustándose las gafas-. Todo ha sido revisado y aprobado.
-Bien. Asegúrate de que la junta esté lista para la reunión de mañana. No quiero retrasos.
-Por supuesto.
Helena tomó un sorbo de su café, sintiendo el amargor en su lengua. Todo en su vida era preciso, eficiente, sin margen para errores. No tenía tiempo para distracciones, mucho menos para sentimentalismos. Sin embargo, cuando miró por la ventana de su oficina, algo captó su atención.
En la acera de enfrente, junto a la entrada del edificio, una mujer de aspecto desaliñado trataba de protegerse de la lluvia bajo un toldo. Su ropa empapada se pegaba a su cuerpo, y sus manos temblaban. Helena estaba acostumbrada a ver pobreza en las calles, pero había algo en la forma en que aquella mujer se abrazaba a sí misma, en la manera en que miraba a su alrededor con una mezcla de desconfianza y desesperación, que la hizo fruncir el ceño.
No tenía por qué interesarle. No tenía por qué importarle. Pero lo hizo.
Emma trató de ignorar las miradas de desprecio de los empleados que salían del edificio. Estaba acostumbrada a ellas. Los ricos siempre miraban con asco a los que no tenían nada. Como si la miseria fuera contagiosa.
Se preguntó cuánto tiempo tendría que esperar antes de que la seguridad la echara de allí. No era la primera vez que la sacaban a la fuerza de un sitio donde solo intentaba resguardarse del frío.
-No puedes estar aquí.
Emma alzó la vista. Un guardia la observaba con expresión severa.
-Solo me quedaré unos minutos -respondió, tratando de sonar firme.
-No es una opción -dijo el guardia, dando un paso hacia ella-. Tienes que irte.
Emma sintió la frustración arder en su pecho. No tenía fuerzas para discutir, pero tampoco quería salir de nuevo bajo la lluvia. Estaba a punto de decir algo cuando una voz femenina, fría y autoritaria, resonó detrás del guardia.
-Déjala en paz.
El guardia se giró de inmediato, y su postura rígida dejó claro que reconocía a la mujer que había hablado. Emma también la reconoció. ¿Cómo no hacerlo?
Helena Laurent.
La CEO más poderosa del país. La dueña de ese rascacielos y de media ciudad.
-Señora Laurent, solo estaba asegurándome de que-
-Que no moleste a nadie, ¿verdad? -Helena lo interrumpió con un tono cortante-. Pues no me está molestando a mí.
El guardia titubeó.
-Pero...
-¿Necesito repetirlo?
El hombre negó con la cabeza y se retiró de inmediato.
Emma observó a Helena con cautela. La mujer estaba impecablemente vestida con un abrigo negro que seguramente costaba más de lo que Emma ganaría en toda su vida, si es que alguna vez volvía a tener un trabajo. Su cabello oscuro estaba perfectamente recogido en un moño, y su mirada azul helada la analizaba con una intensidad que la incomodaba.
-No necesito tu ayuda -dijo Emma, desafiante.
Helena arqueó una ceja, divertida por su actitud.
-No te la estoy ofreciendo.
Emma apretó los labios. Claro que no. Alguien como Helena Laurent no ayudaba a nadie sin obtener algo a cambio.
-¿Entonces por qué interviniste?
-Porque me molestan las injusticias -respondió Helena, como si fuera obvio.
Emma soltó una carcajada amarga.
-¿La mujer más rica del país preocupada por la injusticia? Sí, claro.
Helena la miró en silencio durante unos segundos antes de hablar.
-¿Tienes dónde quedarte esta noche?
Emma sintió que su estómago se revolvía. Odiaba admitirlo, pero no. Y con la lluvia, la idea de dormir en la calle era aún peor que de costumbre.
-No es asunto tuyo.
-Lo es si termino encontrándote inconsciente por hipotermia mañana por la mañana.
Emma entrecerró los ojos.
-¿Por qué te importa?
Helena no respondió de inmediato. Solo la observó, como si intentara descifrar algo en su expresión. Finalmente, suspiró.
-Ven conmigo.
-¿Qué?
-No voy a repetirlo.
Emma vaciló. Lo lógico sería negarse. Helena Laurent representaba todo lo que odiaba: riqueza desmedida, control absoluto, una vida de lujos inalcanzables para gente como ella. Pero también sabía que el orgullo no la mantendría caliente esa noche.
Sus dedos acariciaron inconscientemente su vientre.
Pensó en el bebé. Pensó en el frío.
Y, en contra de todo instinto, asintió.
Diez años atrás, Diego y Camila vivieron un amor secreto marcado por la juventud y la traición. Cuando ella quedó embarazada, su padre la obligó a mentirle: Diego creyó que había perdido al bebé y se marchó con el corazón destrozado. Hoy, convertido en un magnate poderoso, regresa para destruir todo lo que una vez lo hirió... sin saber que Camila sigue allí, junto a la hija que le ocultaron. El reencuentro desata una tormenta: viejos sentimientos, verdades enterradas y una niña con los mismos ojos grises. Ahora, Diego quiere venganza. Pero entre el odio y el amor, descubrirá que algunos lazos son imposibles de romper.
Valentina Ríos creyó haberlo perdido todo: su matrimonio, su bebé... y su dignidad. Después de un doloroso divorcio con Alejandro De la Vega -el implacable CEO que alguna vez amó-, desapareció del mapa tras un diagnóstico devastador. Pero el destino tenía otros planes. Cinco años después, Alejandro vive atormentado por el fantasma de su exesposa, a quien cree muerta tras un accidente. Hasta que, en un giro inesperado, ve el rostro de un niño idéntico al suyo en una revista internacional. La verdad lo sacude: Valentina está viva... y no se fue sola. Ahora, enfrentados por el pasado, unidos por un hijo y atrapados en una batalla legal y emocional, ambos deberán decidir si pueden sanar las heridas o si el orgullo y los secretos terminarán por destruirlos del todo. Una historia de amor perdido, mentiras ocultas y segundas oportunidades que podría cambiarlo todo... si el corazón sobrevive.
Valentina llevaba una vida profesional estable como gerente de marketing en una empresa tranquila, con rutinas previsibles y cero dramas... hasta que todo cambia. El nuevo CEO de la compañía no es un desconocido: es Nicolás, su exnovio de la universidad, el hombre al que dejó años atrás para perseguir sus sueños profesionales en otro país. Ahora, Nicolás vuelve más exitoso, carismático y poderoso que nunca... pero también con una clara misión: poner a prueba a Valentina, demostrar que ya no la necesita... ¿o tal vez todo lo contrario? Entre reuniones tensas, miradas que arden y recuerdos del pasado que no terminan de morir, ambos deberán enfrentar lo que aún queda entre ellos. Porque en los negocios puede haber reglas... pero en el amor, todo se vale.
Alejandro Rodríguez es un CEO de una exitosa cadena de hoteles de lujo, conocido por su carisma y su habilidad para manipular el mercado a su favor. Sin embargo, tras el suicidio de uno de sus empleados más cercanos, comienza a recibir mensajes anónimos que lo acusan de un oscuro secreto relacionado con el pasado de la empresa. A medida que profundiza en la investigación, se da cuenta de que alguien dentro de su círculo cercano está jugando un juego peligroso, y podría costarle no solo su carrera, sino su vida.
Alma Serrano es una mujer que lo tiene todo: es la CEO de Seré, una de las casas de moda más influyentes de Latinoamérica. Visionaria, elegante y ferozmente independiente, ha construido su imperio desde cero. En el mundo de los negocios, nadie se atreve a subestimarla. En casa, comparte su vida con Tomás, su esposo, un hombre cálido, discreto y encantador que ha renunciado a su carrera para ser su apoyo incondicional, manejando el hogar con ternura y devoción. Pero lo que Alma no sabe es que Tomás es en realidad Leonel Duarte, CEO en las sombras de Theia Corp, una marca de moda emergente y agresiva que, bajo su liderazgo secreto, ha comenzado a arrebatar mercado a grandes firmas... incluida Seré. Lo que comenzó como una estrategia corporativa –acercarse a Alma para espiarla desde dentro– se complicó cuando se enamoró de verdad. Ahora, atrapado entre su amor genuino por Alma y los secretos que podrían destruirla, Tomás/Leonel se ve forzado a jugar un juego peligroso. Su doble vida se tambalea cuando Alma comienza a investigar la identidad del misterioso CEO de Theia Corp, sin saber que duerme a su lado cada noche. ¿Cuánto puede ocultarse la verdad antes de volverse insoportable? ¿Puede el amor sobrevivir a una traición construida con silencios?
Santiago Arriaga, un CEO implacable y sin debilidades, esconde un secreto que nadie sospecha: está casado. Hace cinco años, por circunstancias inesperadas, se casó con Camila, una mujer que no pertenece a su mundo de poder y riqueza. Aunque su matrimonio fue solo un acuerdo para resolver un problema legal, Camila se convirtió en su refugio, su escape del caos de su vida. Sin embargo, cuando Santiago se ve obligado a comprometerse con la heredera de otra familia para cerrar un trato millonario, Camila se harta de ser su sombra. Está lista para irse, pero Santiago se da cuenta de algo demasiado tarde: no puede dejarla ir. Ahora, deberá elegir entre proteger su imperio o luchar por la mujer que nunca quiso admitir que amaba.
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
Todos se sorprendieron cuando estalló la noticia del compromiso de Rupert Benton. Fue sorprendente porque se decía que la novia afortunada era una chica normal, que creció en el campo y no tenía nada a su nombre. Una noche, ella apareció en un banquete, lo cual causó una sensación a todos los presentes. "¡Cielos, ella es tan hermosa!". Todos los hombres babeaban y las mujeres se pusieron celosas. Lo que no sabían era que esta supuesta pueblerina era en realidad una heredera de una fortuna de mil millones de dólares. No pasó mucho tiempo antes de que sus secretos salieran a la luz uno tras otro. Las élites no podían dejar de hablar de ella. "¡Dios mío! Entonces, ¿su padre es el hombre más rico del mundo?". "¡También es esa excelente pero misteriosa diseñadora que mucha gente adora! ¿Quién lo hubiera adivinado?". Sin embargo, un montón de gente no creía que Rupert pudiera enamorarse de ella. Pero les cayó otra bomba. Rupert silenció a todos los detractores emitiendo un comunicado. "Estoy muy enamorado de mi hermosa prometida. Nos casaremos pronto". Dos preguntas estaban en la mente de todos: "¿Por qué la chica ha ocultado su identidad? Y ¿por qué Rupert estaba enamorado de ella de repente?".
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
Hace tres años, la familia Moore se opuso a la decisión de Charles Moore de casarse con su amada mujer y seleccionó a Scarlett Evans como su novia. Pero Charles no la amaba. De hecho, la odiaba. Poco después de la boda, Scarlett recibió una oferta de la universidad de sus sueños y se lanzó sobre ella. Tres años más tarde, la amada mujer de Charles cayó terriblemente enferma. Para cumplir su último deseo, él llamó a Scarlett y le presentó un acuerdo de divorcio. La joven estaba profundamente herida por la abrupta decisión de su esposo, pero ella decidió dejarlo libre y aceptó firmar los papeles. Sin embargo, Charles pareció retrasar el proceso deliberadamente, dejando a Scarlett confundida y frustrada. Ahora, Scarlett estaba atrapada en las consecuencias de la indecisión de Charles. ¿Sería capaz de liberarse de él? ¿Charles eventualmente entraría en razón y enfrentaría sus verdaderos sentimientos?
Después de tres años de matrimonio hermético, Eliana nunca había visto a su enigmático esposo hasta que le entregaron los papeles del divorcio y se enteró de que su supuesto esposo estaba cortejando a otra mujer sin importarle cuánto le costara. Ella volvió a la realidad y decidió divorciarse. A partir de entonces, Eliana dio a conocer sus diversos personajes: estimada doctora, legendaria agente secreta, hacker reconocida, célebre diseñadora, experta piloto de carreras y distinguida científica. A medida que se conocieron sus diversos talentos, su exesposo fue consumido por el remordimiento. Desesperado, suplicó: "¡Eliana, dame otra oportunidad! Todas mis propiedades, incluso mi vida, son tuyas".