¿Alguna vez te entregaste al chico no indicado pensando que era el de tus sueños?
Pues esto me sucedió, Yo soy Dash y era apenas una adolescente cuando me entregué al chico de mis sueños y el que luego se convirtió en mi peor pesadilla. Owen era un chico extremadamente guapo, con el que todas soñamos en nuestra adolescencia, con el que aspiramos a tener esa casita, con un perrito y manifestamos ese amor incondicional. Ese mismo chico que nunca piensas que te dejará plantada el mismo día que le entregas tú inocencia, fragilidad y sobretodo y más importante <
Algunas personas me han dicho que su etapa más hermosa ha sido la de la secundaria, y bueno que les puedo decir, la mía no fue la mejor, fue un poco monótona, aburrida, ya que mis compañeros de clase no tenían mucho que ver conmigo, siempre estaban los grupitos, ¿Sabés?, Sí esos que están conformados por los más populares, los puntualitos, y los raritos, yo era un poco más de el último la verdad, pero aún así, no pertenecía como tal a ningún grupo en específico, solo cruzaba con todos de vez en cuando unas que otras palabras.
La líder del grupo de los populares era Leiza, una chica super arrogante, autosuficiente y creída, aunque no se puede negar que si era muy inteligente y aplicada. Era la jefa de destacamento en el aula y se creía que por sólo esto, todos deberían estar a sus pies. Nunca nos llevamos bien por razones obvias.
Todos los del grupo de los "populares" eran muy diferentes a mí, no tenían mis mismos gustos, ni compartíamos las mismas ideas, y los demás compañeros del aula luchaban cada día por ser simpáticos con este grupito para poder integrarse en el. Trataban de estar a la moda, de vestirse de marca, de siempre acudir a los lugares más caros y presumir su nueva ropa cada semana, mientras que yo era feliz en mi cama comiendo palomitas y viendo ondeadas de películas y series con mi ancha sudadera y mi tecito antes de dormir, sin intentar aparentar lo que no era ante nadie, siendo quién era cada día de mi vida, aunque no todos estuviesen felices con esto, por ser la "rara" la que no compartía gustos similares a las adolescentes normales, que se suponía que fuesen ellos.
Es por eso que digo que yo tenía un alma maravillosamente atractiva, un alma que atraía aunque no a muchos, un alma diferente, que no todos podían ver, pero si salía a relucir en mi, en mi forma de actuar, de tratar y mayormente de ser, ahí eran donde estaban la mayoría de mis problemas con los que me rodeaban, simplemente no entendían como alguien en pleno siglo XXI podía tener mis gustos, podía ser original pero no el tipo de originalidad que ellos acostumbraban a ver, podía ser yo.
Antes de que mi vida se convirtiera en todo un caos, conocí a buenas amigas, lo único bueno que puedo decir que me llevé de la secundaria fue a "Jaiz" mi mejor amiga en aquel momento. Una chica muy parecida a mí y que hizo más amenos mis días en los que no me sentía cómoda con ningunos de mis compañeros de aula.
Jaiz tenía el pelo lacio, negro azabache a media espalda, que hacía lucir muy bien su silueta por detrás, los ojos los tenía negros también, era alta y su cuerpo era el de una de una barbie, realmente esta chica era una de las más bonitas de la escuela. Era muy parecida a mi moralmente pero no tanto físicamente. Le gustaban algunas cosas que a mí no, pero la mayoría de sus gustos si combinaban con los míos.
La secundaria fue una etapa un poco compleja en mi vida, yo diría que la etapa más complicada, pero Jaiz fue un pilar muy importante en los primeros dos años.
En aquel entonces una niña ingenua y muy indefensa no sabía a todo lo que se enfrentaría solo por haberse enamorado del chico no indicado. Owen encendió en mi en no tanta diferencia de tiempo, muchas chispas que cuando apagaron me desplomaron, me desbastaron, rompieron mi ingenuidad y la confianza que le tenía a las personas. Me llevó al cielo y al infierno en un instante.
A veces cuando somos jóvenes, por escuchar a nuestro corazón nos dejamos llevar y no sabemos que a veces nuestra mente tiene cosas más importantes y esenciales que enseñarnos.
Escrito en un día de depresión...
Sin fecha, sin título...fue solo en el momento en que una de mis cicatrices volvió a sangrar...
por lo visto aún no estaba sana.
Una cara linda no lo es todo. Una cara linda no significa nada, de hecho son las caras lindas las que más errores te hacen cometer. Yo estuve con un chico súper precioso, su físico era literalmente perfecto y esa persona fue la que más daño le hizo a mi vida, de la persona que hoy por hoy más me arrepiento de haber tenido algo, si se puede decir que aquel romance fue algo, la persona que me dejó la herida más profunda, una herida que nunca va a sanar, de esas heridas que se quedan plasmadas y nunca sanan, esas que dejan cicatrices.
Durante tres años, Jessica soportó un matrimonio sin amor mientras su marido fingía impotencia. Sus mentiras se desvelaron cuando apareció una amante embarazada. Tras seis meses recopilando pruebas en secreto, Jessica se deshizo de él y construyó su propio imperio multimillonario. Tras el divorcio, se transformó en una figura irresistible, atrayendo admiradores. Un día, al salir de su oficina, se encontró con Kevan, el hermano de su exesposo. Él intervino, enfrentándose a ella: "¿Acaso era solo una herramienta para ti?". Los labios de Jessica se curvaron en una sonrisa tranquila mientras respondía: "¿Cuánta compensación quieres?". La voz de Kevan se suavizó. "Todo lo que quiero eres tú".
Celia Kane proviene de una familia adinerada, pero perdió a su madre a una edad temprana. Desde entonces, ha vivido una vida difícil. Peor aún, su padre y su madrastra le tendieron una trampa para que ella se casara con Tyson Shaw en lugar de su media hermana. No dispuesta a aceptar su destino, Celia se escapó el día de la boda y, accidentalmente tuvo una aventura con un desconocido. Al día siguiente, ella se fue en secreto y, más tarde, su padre la encontró. Habiendo fracasado en escapar de su destino, se vio obligada a convertirse en la novia sustituta. Inesperadamente, su esposo la trató muy bien después de la boda. Celia también conoció poco a poco que él tenía muchos secretos. ¿Descubriría Celia que el hombre con el que se acostó era en realidad su marido? ¿Tyson sabría que Celia era solo una sustituta de su media hermana? ¿Cuándo iba a descubrir Celia que su anodino marido era en realidad un magnate misterioso? Descúbralos en este libro.
Traicionada por su pareja y su hermanastra en la víspera de su boda, Makenna fue entregada a los despiadados príncipes licántropos como amante, pero su propio padre ignoró su difícil situación. Decidida, ella intentó escapar y buscar venganza, pero, sin darse cuenta, captó el interés de los tres príncipes licántropos, que la deseaban en exclusiva entre muchas admiradoras. Esto complicó sus planes, atrapándola y convirtiéndola en rival de la futura reina licántropa. Enredada en deseo y celos, ¿podría Makenna lograr su venganza en el intrincado baile con los tres príncipes?
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Para cumplir el último deseo de su abuelo, Stella se casó con un hombre al que nunca había visto. Sin embargo, los dos continuaron llevando sus vidas sin ser molestados. Un año después, Stella regresó a Seamarsh con la esperanza de conocer a su misterioso marido. Pero para su sorpresa, él le envió un mensaje pidiéndole el divorcio. Apretando los dientes, ella respondió: "¡Entonces divorciémonos!". Poco después, Stella se convirtió en empleada de Grupo Prosperity y trabajó directamente para el director ejecutivo del grupo, Matthew. Se decía que el apuesto CEO estaba casado y amaba mucho a su esposa. ¡Pero Stella no sabía que él era en realidad su misterioso marido! Decidida a centrarse en su carrera, Stella deliberadamente se mantuvo alejada del jefe, aunque no pudo evitar notar sus intentos de acercarse a ella. Un día, su marido cambió repentinamente de opinión y se negó a seguir adelante con el divorcio... ¿Cuándo descubriría Stella que Matthew era su marido? En medio de una mezcla de dulzura y mentiras, ¿adónde los llevaría el destino?
Hace cinco años, la familia Powell quebró. Madeline Powell dio a luz a gemelos; dejó uno con el padre del niño y se llevó al otro. Años espués, Madeline regresó como líder de Internet de opinión. Sin embargo, alguien se enteró de su regreso. El hombre la pellizcó por la barbilla y se burló fríamente: "Has publicado muchos videos en Internet, ¿qué tal filmamos algo picante juntos?". Los ojos de Madeline se abrieron y su garganta se secó. Al día siguiente, vio a un niño pequeño que se parecía exactamente a su hijo en la casa del hombre. Madeline no pudo evitar besar la mejilla regordeta del pequeñito. Sorprendentemente, el niño no estaba contento. Puso una cara solemne y preguntó: "¿Qué estás haciendo?". Madeline estaba furiosa. ¿Cómo pudo ese hombre haber hecho que su hijo fuera tan desagradable como él?