¿Creen en el amor a primera vista? Yo era realmente no creo en el amor a primera vista, hasta que la vi ingresar con ese aire de superioridad. La vi ingresar dispuesta a salvarme de una injusticia, pero cuando la vi todo a mi alrededor se esfumó, sentí que mi pasado, mi presente y futuro estuviera ahí parado. Pero enamorarse de ella tiene un precio. Nota de autor: Hola soy Sieteletras, gracias por leerme para dudas o consultas y recomendaciones me pueden escribir por mi instagram ( Sieteletras). Gracias ❤️
Estoy en una fiesta en el centro de la cuidad divirtiéndome con mis amigos como todos los sábados en la noche, es normal venir aquí pues después de una semana larga en la universidad un relajó es bueno.
-Señorirta Cross -dicen cuando me ven llegar junto a un grupo de chicas.
-Chicos -saludo y les extiendo la manos para que ellos la tomen y si es posible la besen.
Mis amigas me miran y niegan con la cabeza, pero ellos lo hacen y yo no puedo evitarlo, como mujer amo llamar la atención y se que mayormente lo hago mi belleza, pero si alguien me conoce más a fondo yo soy estudiante de medicina y ya tengo mi grado de paramédico en dos años y medio de estudios que me encuentro. No solo soy una futuro doctora también tengo otros grados académicos a mi corta edad, además de ser hija del ministerio de defensa del país, tengo un futuro brillante y buenas conexión con los altos cargos por mi familia. Se que también muchos me ven y por eso se juntan conmigo, pero al ser hija única y siempre estar sola, cualquier tipo de compañía es bien recibida.
-Eres sin duda alguna la mujer más bella que he conocido -dice Dimitri.
Niego con la cabeza y lo abrazo.
-Que tu con tu inmenso ego me digas a mi qué soy la mujer más bella que has visto es poco inusual, ¿Qué quieres pedirme? -le pregunto. Nos separamos y nos quedamos mirándonos unos segundos.
-¿Aceptarias una salida conmigo? -me pregunta.
Lo sabía, sabía que me pediría una salida. Dimitri es simpático, tiene los ojos de color avellana y el cabello oscuro, de tez oscura y de labios bonitos y gruesos, trabaja para una de la mejores firmas de modelos del país, de no es el tipo de muchacho que busco.
Tomo su mano y cuando estoy por decir "no", me cubre la boca con su mano.
-No lo digas que romperas mi corazón.
Me conoce muy bien.
Asiento con la cabeza y cuando me quita la mano.
-Yo te iba a decir que si -le digo.
Me mira y niega con la cabeza con las manos hace un signo de corazón roto.
La fiesta es un loquerio, la gente baila y comienza a gritar con las canciones, mientras, que yo por otro lado ya me encuentro cansada. Me dirijo al baño entre toda la multitud de espectadores.
*** En la comisaría***
Nos empujan para que ingresemos entre los gritos de mi amigo, intento pedirle que se calle pero él va gritando.
-Amigo sueltame, tu no sabes quién es mi familia, el ministerio de defensa del país es mi tío -grita ebrio y con la sangre seca por la nariz.
Los policías comienzan a reírse. Incluso yo quiero reírme por las tonterías que dice.
El ministerio de defensa su tío, si claro y yo soy general.
-Si claro y mi tío es la presidenta -suelta un policía.
Nos ingresan a una celda oscura y fría, ambos estamos mirándonos.
-Bro -grita frustrado agarra los barrotes de la celda molesto -¿Cómo puede ser posible que el agredido sea detenido? -pregunta en voz alta.
-Ya callese, callese -dice el policía golpeando los barrotes de la celda del costado.
Se que estamos en aprietos.
Francisco se sienta en el piso y lleva sus manos hacia sus sienes y comienza a frotarse lentamente.
-Señor policía -grita.
-Bro -le digo tomando su brazo.
-Señor policía -vuelbe a gritar. Se acerca a los barrotes y por más que intento callarlo se suelta.
-Bro yo sé quien nos vas a sacar de aquí -dice animoso y confiado.
Lo miro a los ojos y por más que dude de su coherencia ahora, decido confiar en el, ya que por su culpa estoy aquí encerrado.
-Tranquilo -mi prima me ayudara.
-¿Y quién es tu prima? -le pregunto con curiosidad.
-Ya vas a ver -dice él.
Él policía se acerca y el pide su llamada como derecho, el policía lo saca y yo intentó salir para también llamar a mi madre. Pero me detienen.
-Uno a la vez -dice el empujandome hacia atrás.
Cierra la reja y veo como acompañaba mi amigo.
-¿Y a quién vas a llamar? -le pregunta el policía -. La presidenta no me digas....
Se escuchan las risas de todos y miro al techo y me siento en silla que han hecho de cemento.
*** Discoteca***
Mi teléfono comienza a sonar y lo saco mientras estoy limpiando el inodoro y hechando alcohol al asiento.
El número es de un teléfono público al parecer y decido no contestar, pero luego ese mismo número me vuelve a marcar.
Debe ser algo importante me imagino.
-Hola, ¿Quién habla? -pregunto.
-Prima -escucho una voz desesperada.
-¿Francisco? -pregunto sorprendida. Él debí haber llegado hace rato.
-Prima debes de ayudarme.
Cuando menciona esa frase se que está en aprietos y como es de esperarse yo debo de ir a salvarlo.
-¿Qué ha pasado primo? -le digo con preocupación.
-Estamos en la comisaría, debes de venir a buscarme prima, aquí no me creen que soy un Cross.
¿En la comisaría?
-¿Qué pasó? -le pregunto algo asustada.
-Se acabo el tiempo, apure apure -le dice alguien.
-Dame la dirección iré -le digo.
-Deme la dirección mi prima vendrá -dice él alegré.
-¿Y tu prima quien es la princesa Fiona? -pregunta y cuelgan la llamada.
Salgo del baño molesta.
Me llamo Fiona! -grito para mí adentros.
Mi acerco a mi grupo de amigos y me despido amablemente de ellos, diciendo que surgió algo en casa y que mi taxi me está esperando. Una pequeña mentirá piadosa.
Salgo de la discoteca y decido llamar al número del cual mi primo me ha llamado.
-¿Buenas noches con quién tengo el gusto?
-Con la princesa Fiona, ahora escuché con atención lo que haremos, usted me dará la dirección de la comisaría y si me llegó a enterar que le han puesto un dedo encima a mi primo llamara a mi papá y eso no les va a gustar a nadie carajo -grito. Estiró la mano para tomar un taxi y ir a en búsqueda de mi primo.
El policía me da la dirección rápido y yo le digo al taxista a donde debemos ir.
Ese Imbécil que hizo ahora - me voy pensando en toda las veces que se ha metido en problemas.
Amar a alguien es tan complicado, darte cuenta que lo amas demasiado tarde es un suplicio. La suerte de coincidir y magia de conectar. Estabamos destinados a encontrarnos, quiz nunca estuvimos destinados a estar juntos. – ¿Crees en el amor? – le pregunto. Ella me mira a los ojos y sonrie, y asiente con la cabeza. Mi corazon palpita a mil por hora y estoy listo para demostrarle todo lo que siento por ella. Pero antes de que pueda hablar, ella comienza a reirse. –Creo en el amor, creo que es sacrificio. Algo que no estoy dispuesta a asumir, no por ahora. Estoy bien sola. Me pongo de pie y le extiendo mi mano. Solo le ha tomado unos segundos decir esa frase, para que inmediatamente ella termine de aprertar mi pecho y desangrarlo. –Bianca – susurro su nombre, intentando comportarme lo mas serio posible. Ella me mira y toma mi mano. —Cedrick - dice ella con ciertas voz. Se pone delante mio y me sonrie. —¿Qué? –Una chica en la fiesta queria tu número y es de la clase de chicas que te gustan, entonces no lo dude y le di tu número. Quien sabe y es el amor del que tanto hablas. Ella suelta mi mano y comienza a caminar. Volteo para verla y veo como Ricardo le alza la mano y ella también lo alza. Mi teléfono vibra y es un mensaje de un número desconocido. No habro el chat e ingreso nuevamente a la fiesta para cuidarla.
Nunca tuvimos elección desde que un Belikow nace hasta qué un Belikow muere siempre sirve a su nación, a su Rey. Por eso desde nuestra niñez somos entrenados para tomar lugares estratégicos en la defensa de nuestra casa. Sin ninguna opción a rehusarnos nos volvemos los soldados. Los Belikow son retratados como los vigilantes, los guardianes en todo el reino y asumiendo que este reinado ha decidido que ya no solo sean soldados, ahora serán familia. Están a un peldaño de volverse lo que muchos consejeros temen. Pero como siempre dicen las traiciones siempre espera la traición de un familiar. Autora: Hola a todos los que vallan a leer esta novela, muchas gracias a todos. Espero que les guste y comenten cualquier tema me lo consultan responderé todos sus comentarios.
Fiorella es una niña que ha crecido rodeada de lujos, su madre una hermosa mujer murió cuando ella tenía trece años de edad, su padre murió cuando ella era tan solo una bebé. El misterio la rodea a donde ella quiera que va, por el hecho de ser huérfana, pero ella es muy relajada en ese aspecto de su vida, prefiere no hablar con nadie. —Mi vida de misterio no tiene nada —dice ella mirando a una compañera de clase, la primera en mucho años a la que le dirige la palabra. —¿Estás segura? —Le pregunta. —Claro que si —dice ella muy segura. Se encoje de hombros y siguen caminado por los pasillos. —Por cierto, ¿Quién es tu tutor legal? —le pregunta ella con curiosidad. Fiorella la observa unos segundos, en la casa no hay fotos suyas, hay varias fotos antiguas, pero nada realmente nuevo, se refieren a él como señor, nunca lo han escuchado llamarlo por su nombre. —¿Qué pasa? —Le pregunta su amiga. —Sabes si hay algo de misterio en mi vida —dice sonriente
El lo observa todo, pero no está dispuesto ha hablar, su silencio la ayudara piensa y no se equivoca. Aquel día en el parque a las afueras de una de las zonas más exclusivas de la cuidad una mujer corre por su vida intentado con todas sus fuerzas escapar. Kay Franklin se encontraba corriendo con altos niveles de sustancias tóxicas en el cuerpo, después de de todo era lo único para que se se sentía bueno. Correr. En el desespero de la mujer por aún salvar su vida corrió hacia el lago. La vida es un chiste, pues si no hubiera sido por esa piedra ella no estaría vivía. ¿Qué peligro representa aquella mujer? ¿Por qué asesinarla? Se hacen tantas preguntas, pero ningunas tienes respuesta. —Amelia, ese es mi nombre Amelia... —la sostiene en brazos. —Carajo, Amelia abre los ojos —grita. Se arrastra hacia la orilla del lago y toma su teléfono. —Papá ayudame.
Era un secreto a voces mi alejamiento de la familia, pero nadie podía decir nada, nosotros dos en público éramos normales, no hablábamos mucho, apenas y cruzábamos miradas, pero en el fondo sabíamos que esto era indebido, que no podíamos mirarnos de la manera en que nos mirábamos y mucho menos pensarnos de la manera en la que lo hacíamos. —Escapamos juntos —decía ella mientras acariciaba mi rostro y este descansaba en mi pecho —Vamos a casarnos y olvidarlo todo, quizá podamos comenzar en otro país. Sus ideas locas no deban de hacer eco en mi cabeza cada vez que me encontraba solo, así fue creciendo este sentimiento hasta ese trágico día.
¿Si pudieras describir a tu jefe como lo harías? Una emocionada Emilia Vladi responde ante las preguntas de la reportera. —Es gentil, amable, respetuoso, es la que uno aspira a ser de grande, que tus empleados te miren y te vean como un ejemplo. La reportera inclina la cabeza, pero las palabras de la joven son sinceras, ella siente todo lo que acaba de decir, siente que su jefe es un persona intachable. La reportera termina de hacer las preguntas y se apaga el micrófono, Emilia se levanta y la reportera suelta un comentario. —Que se puede esperar de las secretarias, usualmente son las amantes - ríe en voz baja y luego alza la mirada para ver el ceño fruncido de la joven. Ella camina rápido y choca con fuerza con alguien y mira hacia arriba. Se miran por unos segundos y ella avanza. “Ya nos habíamos visto antes" - siempre se lo repite. Emilia Vladi y Edu Costa viene de dos mundos totalmente diferentes. Mientras ella siempre dice pobre el jefe, por qué siempre lo escucha pelear por teléfono con su hijo, ella se pregunta quién es él... ¿ Qué pasará el día en que ellos se encuentren?
Quien diría que los amores prohibidos son los mejores, que desear a la persona que no debías se volvería una obsesión. Hay un secreto que he descubierto y prometo que aprovechare este secreto al máximo a mi favor, solo espero que las cosas no se me salgan de las manos y termine enamorándome.
Después de ser incriminada por su novio y su mejor amiga, Nicole terminó pasando la noche con un misterioso extraño. Ella disfrutó mucho de la cita inesperada, pero cuando se despertó a la mañana siguiente, no pudo evitar sentirse mal por lo que había hecho. Sin embargo, toda la culpa que sentía se le pasó al ver el rostro del hombre que yacía a su lado. "Es realmente... hermoso", susurró, asombrada por lo que estaba viendo. La culpa se convirtió rápidamente en vergüenza, y eso le hizo dejarle al hombre un poco de dinero antes de irse. Kerr estaba asombrado. "¿Esa mujer trató de pagarme? ¿Como un prostituto?', pensó ofendido. "Pide al gerente del hotel el video de vigilancia", le ordenó a su asistente con tono autoritario. Tenía una expresión decidida en el rostro. "Quiero saber quién estuvo en mi habitación anoche, y cuando encuentre a esa mujer, ¡voy a enseñarle una lección!" ¿En qué terminará esta historia? ¡Averígüelo en El CEO Y SU ENCANTADOR HIJO en Manobook!
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
El mayor arrepentimiento de Valerie es que aceptó trabajar como secretaria personal de Edwin. Resultó que la lealtad no significaba nada para él. Cuando se cansó de ella después de todo lo que ella había hecho por él durante los últimos cinco años, la transfirió a una sucursal sin pestañear. Se dijo que el trabajo en la sucursal era más difícil. Sin embargo, Valerie se regocijaba en cada momento. Estaba feliz de haber finalmente deshecho de ese malapata. Lejos de su jefe desagradable, la vida de Valerie ha experimentado muchos cambios: un chico guapo la invitó a salir. Mientras tanto, descubrió que su padre era un multimillonario moribundo. Solo tuvo que asentir con la cabeza para heredar su fortuna. Mientras Valerie disfrutaba de su nueva vida, sus caminos se cruzaron unos días después durante un cóctel. Edwin, que estaba tan absorto en sí mismo, se burló: "Veo que todavía no te has recuperado. Incluso me seguiste a esa fiesta. ¿Cómo puedes ser tan obstinada?". Valerie se rio de eso y chasqueó la lengua. "Hola, Edwin. No recuerdo haberte invitado aquí". "¿Qué estás diciendo? Oh, veo que la angustia ha afectado tu cerebro. Debes ir a ver al médico", replicó Edwin con una sonrisa irónica.
Ariana es una joven y exitosa profesional que ha dejado de lado todo por su trabajo. A partir de un intenso encuentro casual, empieza a replantearse su vida sentimental y descubrirá que puede conjugarlo todo mientras aprende que puede amar y sentir de distintas formas.
Lascivia. Lujuria y Deseo Las vacaciones acabaron y Rachel debe volver a su puesto como teniente en el ejército de la FEMF, encontrándose con que la central de Londres no es lo mismo. Llegó un nuevo coronel, soberbio y con una belleza que no parece humana. Hombre que no tiene ojos sino dagas de acero que la ponen entre la espada y la pared al sentirse tentada por su superior. Ella sabe que no es sano, bueno, ni correcto sencillamente porque quien incita deseos impuros es el mejor amigo de su novio; Bratt Lewis. Christopher Morgan no es solo el coronel, verdugo y dictador del ejército más importante del mundo, tambien es el terror de la mafia italiana y a futuro el arma que dañara al que predica ser su hermano. Él tenía claro a lo que iba, pero Rachel despertó tentaciones sexuales regidas por aquel pecado desconocido llamado lascivia, demostrando que en cuestiones de pasión no hay amigos, alianzas ni compromisos. Él esta casado y ella sueña con lo mismo, pero la tentación desencadenará entre ellos un torbellino de pasiones, lujurias y deseos que solo viven aquellos que se hacen llamar amantes. "Sus actitudes son las de un desalmado sin sentimientos, pero su físico... Joder, su físico me humedece las bragas." Mafias, ejércitos secretos, infieles, adicciones y engaños. ¿Complicado? No, complicado es convivir con la tentación hecha hombre.