De un momento a otro mi vida cambió. No sé si llamarlo bendición o maldición. Desperté rodeada de muchos hombres. Estaba siendo subastada. Un hombre desconocido me compró, pero lo que desconocía en ese momento es que tiempo después me enamoraría de este hombre.
-Oh, maldito imbécil, ¿qué coño crees que estás haciendo?- Las palabras ya habían escapado de mi boca mientras miraba mi taza de café derramada.
Una fuerte punzada recorrió mi mano, el dolor subió por mis dedos ante el impacto y estuve muy tentado de aflojar mi agarre y dejar que la taza de poliestireno cayera al suelo de mármol debajo de mí.
Una gran mano me lo arrebató rápidamente y levanté la vista para ver un rostro apuesto que me miraba fijamente.
-Deberías mirar por dónde vas-, murmuró y yo solté un grito exasperado.
¿Mirar por dónde voy? Eso sí que es llamar a la sartén por el mango.
Me quedé con la boca abierta mientras lo miraba, con el cuello doblado en un ángulo extraño mientras miraba al hombre alto, dándome cuenta de que era más de 30 centímetros más bajo que él. El pelo negro desordenado y rizado se asentaba en la parte superior de su cabeza, sus ojos verde bosque me convertían en víctima y sus hermosos labios comenzaban a moverse mientras yo admiraba la ruda barba que tenía. Los tatuajes le recorrían el cuello y asomaban por debajo del abrigo oscuro que llevaba sobre su cuerpo grande y alto. Me di cuenta de que había derramado parte del café sobre él mientras miraba la mancha húmeda que había en su ropa.
-Lo siento-, me acerqué para limpiarla de alguna manera con mi mano, pero él se apartó de mí. Dejé que mi mano volviera a bajar y mis ojos no pudieron evitar recorrer su cuerpo, capturando su forma cuando finalmente se posaron en sus botas negras, para luego volver a su rostro angelical.
Mis ojos volvieron a captar algo metálico que brillaba hacia mí y finalmente encontré el pequeño anillo nasal en su nariz arqueada, mi mirada se posó en su hermoso conjunto de labios rosados. Mi piel se excitó repentinamente abajo y me mordí el labio. ¡Estás mojada! ¡Qué logro! Mi coño me gritó y suspiré en respuesta, ¡cállate, ni siquiera has tenido una polla dentro de ti, estúpida!
Sabía que estaba mirando y la mujer sensata dentro de mi cabeza trató de recordármelo, diciéndome que cerrara la boca antes de atrapar una mosca en ella. El apuesto bruto me miró con el ceño fruncido, con los ojos en blanco mientras chasqueaba sus dos dedos delante de mi cara y yo me quedé deslumbrada. Nunca en mi vida me había topado con una persona tan hermosa, se me hizo agua la boca sólo con verlo.
-¿Eh?- Murmuré mientras volvía a la realidad, poniéndome en movimiento como una vieja vespa mientras dejaba que mi boca se cerrara, arrastrando mis ojos lejos de su figura.
Me pasó la taza a la otra mano y rápidamente me aferré a ella en respuesta, notando que estaba medio vacía ahora. En cuanto levanté la vista, él caminó detrás de mí, dirigiéndose al mostrador y el rostro familiar de mi mejor amigo se presentó ante mí.
-Julia, ¿qué demonios? ¿Cómo puedes ser tan torpe?- murmuró Joaquín en voz baja, sacando un papel de seda de la bolsa de papel llena de la comida basura que tenía en la mano.
-Vaya, gracias...- Tarareé mientras limpiaba mi mano e inspeccionaba la piel roja, dejando escapar una profunda risa. -Te dejo por un segundo, nena y de alguna manera te las arreglas para quemarte, pequeña...
Puse los ojos en blanco mientras retiraba mi mano de la suya:
-¡Oh, papá! Lo siento mucho...- Me burlé, ligeramente molesta con el hombre con el que había chocado antes mientras ambos salíamos de la cafetería, -Pero en serio, ¿por qué tienes que actuar como mi padre? Un Ryan Millere es suficiente, Joaquín...
-Eso me recuerda que tu padre me ha estado llamando sin parar...- Como si fuera una señal, su teléfono comenzó a sonar, el familiar tono de llamada que había puesto para mi padre me hizo saltar mientras caminábamos por el concurrido sendero, captando la atención de algunos transeúntes.
-Hazle saber a tu hombre que el Sr. Roba tu Chica ha vuelto...- Puse los ojos en blanco ante lo absurdo de su tono de llamada, pero Joaquín Wallace, mi mejor amigo desde el jardín de infancia, pensó que era absolutamente genial por su parte.
-¡Hola, Sr. Millere! ¿Qué pasa?- Puse los ojos en blanco ante sus payasadas. Oí a mi padre decir algo desde el otro lado y Joaquín me sonrió, moviendo las cejas.
-Ah, tiene usted razón, señor S, soy su hijo favorito--. Agarré el teléfono de su mano, poniéndolo en mi oído, -cuidando a Julia, confío en ti, hijo.
-Oye papá... ¿Puedes dejar de ser tan sobreprotector? No le va a pasar nada a tu niña, ¿de acuerdo? Además, si hay que cuidar a alguien es a Wallace por aquí...- Me golpeó juguetonamente en la nuca como respuesta.
-Sé que puedes cuidar de ti misma, Julia, pero tienes que darle un poco de alivio a tu viejo-, argumentó y dejé que mi taza se acercara a mis labios, tomando un sorbo de lo que quedaba del café.
-Papá.
-Además, hoy es tu primer día en esa nueva empresa, sólo quería desearle buena suerte a mi pequeña.
-Gracias, papá-, canté mientras Wallace cogía mi taza de café, dando un sorbo y le gruñí cuando se lo tragó de un tirón. -¡Oye!- protesté y él se encogió de hombros.
-Julia, recuerda, nada de chicos.
-Papá, ¿en serio? ¡Tengo veinticinco años! Me estoy haciendo mayor y me dices que no tenga citas a mis veintitantos años...- Puse los ojos en blanco, molesta por el hecho de que mi padre era él mismo un jugador o, al menos, solía serlo cuando era un modelo muy reputado y me advertía a diario sobre los hombres como él. Oh, la hipocresía...
-No quiero que te rompan el corazón. Todos los hombres son unos cerdos-, empezó y le corté:
-Por favor, no empieces con esto otra vez.
-Bien, llámame después del trabajo. Por cierto, ¿por qué nunca coges el teléfono?
-Estaba en silencio...
-Hm, vale... Cariño, además, Lauren quiere que vengas...
-¡Adiós, papá! Te quiero!- Terminé la llamada, no queriendo escuchar todo lo que su actual novia quería que hiciera. El gusto de mi padre por las mujeres era horrible y, de alguna manera, siempre terminaba consiguiendo todas las cazafortunas en un radio de diez millas.
Lauren sólo tenía siete años, siete más que yo, y sentí que la bilis me subía por la garganta sólo de pensarlo. ¿Cómo podía querer estar con alguien tan mayor? Su molesta voz empezó a sonar de repente en mi cabeza y despejé mis pensamientos, no quería pensar en cómo utilizaba su cuerpo para librarse de cualquier cosa y en todo lo que podría estar haciendo con mi padre sólo para estar con él.
Para Isabella Monroe solo existía algo que la hacía feliz: Su apuesto novio Austin Harley. Tan famoso con el amor entre los dos. Lo que para Isabella sería una noche de celebración, se convertiría en un infierno después de descubrir a su novio siéndole infiel con su mejor amiga. Desde ese entonces Isabella lo único que deseaba era vengarse de Austin y así fue como contrajo matrimonio con el millonario, pero mujeriego Brendan Adams. Tantos besos y roces pueden despertar algo mas que un matrimonio por conveniencia
Nunca he sido de las chicas que se apegan a las reglas y con él quiero hacer absolutamente de todo. sus manos han hecho lo que ningún hombre anteriormente ha podido hacer. Su piel es fuego y yo una candela que me derrito ante su presencia.
Adamaris Campabell, sufre un accidente automovilístico, dónde su estado mental debido al golpe en la cabeza, pasa a ser el de una niña, aunque es consciente de algunas cosas, sus incoherencias avergüenzan a la familia Campabell, en especial a su padre. Quién ocultó aquella tragedia para que la empresa y la familia no se viera afectada siendo ella la heredera de la gran fortuna que dejó su difunta madre. La traición azota el corazón de Adamaris, quien al recuperar su estado mental se percata de los más vil, su hermana y ex prometido tiene un romance que ha sido aceptado por su propio padre, solamente por él beneficio social entre familias. Humillación, enojo y venganza, sentimientos que se despiertan en el corazón de la hermosa e inteligente Ada, por aquel falso amor de su prometido, por la cruel envidia de su hermana. Adamaris aprovecha la oportunidad que le ofrece la vida, cuando el destino coloca en su camino al hombre multimillonario y cruel que necesita una esposa que le dé un heredero. Adams Grey es prepotente, pero cauteloso en cada paso que da y Adamaris fue su ficha clave para contraer matrimonio y así, no permitir que su tío y primo tomarán posesión de la industria METALGREY. La cual deja grandes sumas de dinero y ha incrementado, gracias a él. Adamaris Campabell y Adams Grey se unieron por beneficio, él juró ayudarla a vengarse de los que le hicieron daño y ella, darle un heredero. Sin embargo el fingir amor complica la situación, el caos se desencadena cuando los que los rodean no quieren perder y aquel beneficio matrimonial se torna confuso y más para Adamaris. Su ex infiel la quiere recuperar ¿Será que Ada lo perdonará? ¿O Adams Grey se robó el corazón de Ada?
Ella cayó en la trampa que la tendieron su prometido y su mejor amiga. Lo perdió todo y murió en la calle. Sin embargo, ella renació. En el momento en que abrió los ojos, su esposo estaba tratando de estrangularla. Afortunadamente, ella sobrevivió a eso. Firmó el acuerdo de divorcio sin vacilación. La joven estaba lista para su miserable vida. Para su sorpresa, su madre en esta vida le dejó una gran cantidad de dinero. Ella dio la vuelta a las tornas y se vengó. Todo le salió bien cuando su ex marido apareció en su vida.
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Rashid es un hombre adinerado que pensaba tenerlo todo y conseguir lo que fuera sin ningún problema. Hasta que un día la conoció, Victoria, una chica diferente, tan decidida y llena de peculiaridades. Él había comprado su virginidad y le había propuesto que fuera la madre de su hijo, ella había aceptado, sin saber que esa decisión cambiaría su vida para siempre. ¿Podrá Victoria seguir el contrato al pie de la letra sin enamorarse? ¿Logrará Rashid seguir a su lado sin entregar el corazón y la emoción, aunque no crea en el amor?
¿Quién les iba a decir que aquel encuentro por pura casualidad los uniría de por vida? Desde el primer momento en el que se vieron, sintieron una atracción tan fuerte que no pudieron evitar darle riendas sueltas a la pasión. Él, un hombre de 40 años que intenta divorsiarse de su esposa de hace 20 años y con un hijo con problemas de adicciones. Ella, una joven de 27 años que intenta encontrar amor propio para poder liberarse de un hombre quien, por más que ame, no la merece, la engaña, humilla y además, le pega. Sola y con un pequeño de a penas meses, debe salir a la vida sin imaginarse que por cosas del destino, terminaría trabajando en la empresa del padre biológico de su pequeño. Desde el momento en el que sus miradas se cruzan y sus cuerpos se rozan, la fuerte atracción sexual se manifiesta y ambos se adentran en un mundo desconocido pero adictivo en cuanto a todo lo que el famoso club swinger les ofrece. Ambos se ven seducidos por los diferentes juego sexuales y no pierden oportunidad de poder experimentar El éxtasis de sus propios sentidos.
Celia Kane proviene de una familia adinerada, pero perdió a su madre a una edad temprana. Desde entonces, ha vivido una vida difícil. Peor aún, su padre y su madrastra le tendieron una trampa para que ella se casara con Tyson Shaw en lugar de su media hermana. No dispuesta a aceptar su destino, Celia se escapó el día de la boda y, accidentalmente tuvo una aventura con un desconocido. Al día siguiente, ella se fue en secreto y, más tarde, su padre la encontró. Habiendo fracasado en escapar de su destino, se vio obligada a convertirse en la novia sustituta. Inesperadamente, su esposo la trató muy bien después de la boda. Celia también conoció poco a poco que él tenía muchos secretos. ¿Descubriría Celia que el hombre con el que se acostó era en realidad su marido? ¿Tyson sabría que Celia era solo una sustituta de su media hermana? ¿Cuándo iba a descubrir Celia que su anodino marido era en realidad un magnate misterioso? Descúbralos en este libro.