/0/9373/coverbig.jpg?v=20230316135312)
Cuentan las leyendas que tiempo atrás existió un héroe que guio a los hombres hacia su libertad. Cuenta el mito que aquel guerrero, al que los siglos han recordado como Edunai Kirindel, empuñó en sus manos las armas forjadas por los dioses para acabar con la tiranía de los crueles Yinn. Entre ellas se encontraba el Fragmento Ámbar, una perla, una lágrima de una diosa por sus hijos caídos, contenedora de la esencia divina y de un poder sin límites. Sin embargo, siglos después, el Imperio que forjó Edunai se ha quebrado y las reliquias que empuñó se perdieron en el tiempo. Sus descendientes, herederos de los restos de un imperio roto, luchan por recuperarlas y empuñarlas de nuevo. Ante este escenario de tensión y maquinaciones políticas, una joven huérfana llamada Scarlett se verá envuelta en un conflicto de escala mundial. Su intervención, sin duda alguna, afectará al destino de todos, tanto reyes como plebeyos.
El anciano ciego azotó una vez más los leños que ardían en la hoguera, tratando de despertar un fuego que parecía haberse dormido. Cuando por fin lo consiguió se arrimó a las llamas como si estas fueran la cura para todos sus males, y volvió sus ojos invidentes hacia donde oía respirar a su interlocutor.
-¿Qué estaba yo diciendo...? -gruñó-. Oh, sí, ya me acuerdo. Me habías preguntado cómo era el mundo antes de que el cielo oscureciera... Me temo, muchacho, que esa es una buena pregunta, oh, sí... Aún conservaba yo la visión cuando ocurrió. Antes, el cielo era... azul. Un color azul profundo, oscuro a veces, y claro otras. Capaz de la mayor calma y la mayor ira intempestiva. Bello. Nunca aprecié su belleza cuando aún podía verlo. Y ahora... su recuerdo se desvanece en mi memoria. Ya casi no puedo recordar... cómo era el cielo antes de que todo oscureciera.
El viejo permaneció en silencio durante algunos minutos, frotando sus manos nudosas cerca de las llamas, tratando de entrar en calor. El baile del fuego que había revivido se reflejaba en sus pupilas blanquecinas.
-Por aquel entonces era un joven idiota y estúpido... -continuó el anciano-. Perdí mi primer ojo por una bravata, una disputa sin sentido que nunca tendría que haber ocurrido. Fue en un tiempo lejano, cuando pertenecía a una orden... un clan de guerreros con un estricto código. Cuando lo infringí... me castigaron con un estigma de deshonor. Un ojo ciego, una herida de por vida, en mi cuerpo y en mi alma. El segundo ojo no lo perdí hasta hace unos años, después de que el cielo oscureciera. Un espadazo me lo rajó en una contienda, y nada más volví a ver desde entonces. Sabes, muchacho, lo último que piensas cuaåndo pierdes un ojo, es que vayas a terminar perdiendo también el otro. Quizá parecerá una tontería... pero nunca creí que los dioses tuvieran tanta mala fortuna reservada para mí.
Sus ojos ciegos parecieron centellear con furia durante un segundo.
-Pero... ¿cómo era realmente el mundo, antes de que todo oscureciera? -preguntó el muchacho que le acompañaba en aquella noche eterna.
-¿Qué cómo era...? No era mejor que ahora, si es eso lo que me preguntas... Había guerra, había muerte y había sangre. Como siempre las ha habido. El mundo ha sido siempre una aberración nacida del Abismo, no es otra cosa... El hombre que pisó las tierras en el comienzo de los tiempos lo mancilló todo. Manchó el mundo con su espíritu corrupto. Lo único que ocurre ahora es que el paisaje se ha convertido en el reflejo de su podredumbre. Los árboles caen, secos y sin vida, y las flores se marchitan antes siquiera de llegar a florecer. El mundo se ha convertido en un desierto. Pero nada más ha cambiado, aparte del paisaje, muchacho... nada. El mundo siempre ha sido el valle olvidado y maldecido por los dioses que pisas ahora. Siempre... ahora simplemente se muestra tal y como es en realidad.
-¿Pero por qué lo permitieron los dioses...? -susurró el chico-. ¿Por qué dejaron que el mundo se corrompiera de esta forma?
-Los dioses ni lo permitieron ni lo impidieron, chico -respondió el ciego-. Los dioses fueron los culpables. Ellos tuvieron la culpa, por crear a un ser como el hombre, con la semilla del mal sembrada en su corazón, y por ofrecerle después un poder que nunca debería haber caído a su alcance. El Fragmento Ámbar... el Abismo maldiga el día en que aquella joya maldita llegó al mundo. A partir de ese momento, todo fue a peor. Y ahora nosotros, cientos de años después, estamos pagando las consecuencias.
-Había oído... historias. Cuentos sobre unos seres que fueron creados para llevar al hombre por el camino correcto. Creo que los llamaban...
-Yinn. Yinn, los llamaban -dijo el viejo-. Yo vi uno una vez, ¿sabes...? No solo lo vi, sino que además lo maté.
-¿Pero qué eran exactamente aquellas criaturas?
-Los Yinn fueron los primeros hijos de los dioses, chico... -relató el anciano, echándose hacia delante-. Seres de magia, seres de gran poder, que dominaban a su antojo los elementos. Semidioses, si así prefieres que los llamemos. Su cometido, según explicaban los sabios de la antigüedad, era instruir a las razas mortales. Convertirse en sus guías, ayudar a su desarrollo. Aquello que hizo que el hombre comenzara a separarse del resto de animales, pues los Yinn se lo enseñaron todo. La forja, el habla, la escritura, la construcción, e incluso la magia...
El muchacho miró al fuego, pensativo, y se rodeó las rodillas con los brazos.
-Pero si su... misión era ejercer de guías de los hombres... ¿por qué...?
-¿Por qué se volvieron en su contra? -interrumpió el ciego, esbozando una sonrisa torcida-. ¿Por qué, cuando habían cumplido con su cometido, y los hombres podían valerse por sí mismos, decidieron permanecer en el mundo en lugar de desvanecerse tal y como los dioses les habían ordenado?
»Esa, muchacho... es la gran pregunta. Durante siglos se pensó que era por una ambición descontrolada que había nacido en su interior. Que decidieron no conformarse con lo que los dioses les ofrecían, sino que querían ir más allá. Gobernar a la humanidad durante toda la eternidad... Pero esa es una mentira tan grande que hasta me entran ganas de reír. No, muchacho, no fue cuestión
de sed de poder. Los Yinn decidieron quedarse en esta tierra porque conocieron el lado corrupto de los hombres, su lado podrido. Vieron la monstruosidad que los dioses habían creado, y sintieron un pánico auténtico a la simple idea de dejar tales criaturas sueltas a su antojo.
El viejo se frotó de nuevo las manos, y exhaló su aliento sobre ellas para tratar de calentarlas de nuevo.
-Ellos lo supieron, e intentaron hacer algo para evitar la destrucción del mundo. Pero los Yinn perdieron la guerra por culpa del poder del Fragmento Ámbar, y ahora...-el anciano gesticuló con las manos, señalando el páramo que les rodeaba-. Ya puedes ver quién tenía razón.
El muchacho se arrebujó en su capa. El viento seco que provenía de las llanuras desérticas se helaba a medida que la noche descendía. A lo lejos, en el horizonte, un punto de luz anaranjada brillaba en el cielo, por debajo de los nubarrones negros que todo lo cubrían.
-Fascinante, ¿no es cierto...? -dijo el ciego, adivinando la dirección en que el muchacho miraba-. Allá arriba, incandescente... Un sol por debajo de las nubes. La luz de los otros astros no ha visto la tierra desde el día del Advenimiento, pero ella... No, ella no deja nunca de brillar. Aun ciego, aun estando tan lejos... puedo notar el poder que irradia. El fuego que la consume y la regenera sin cesar.
-Hay quienes dicen que no es realmente una diosa...-dijo el muchacho, sin despegar la mirada del punto que brillaba en la lejanía-. Que una vez no fue más que un ser humano, igual que nosotros.
-En un tiempo quizá lo fue, sí, pero en nada se parecía a nosotros -atajó el viejo-. Había más... pureza en su interior. Más claridad. Pero ahora es lo que es, chico, no importa lo que digan. Es una diosa que brilla en el cielo, incandescente. Y nunca dejará de brillar. Es lo único que aún nos da luz. Lo único que nos separa de la oscuridad absoluta, de la muerte y la locura.
»Y aun así... sus rayos ambarinos son los que nos permiten recordar día tras día qué fue lo que perdimos. Cada día, la diosa que brilla en el cielo nos recuerda la corrupción que ha consumido el mundo. La podredumbre que todo lo ha infectado. Es al mismo tiempo el tesoro más valioso que poseemos y también aquello que más odiamos. Un constante recordatorio. Aún puedo recordar sus palabras, sí... como si las estuviera oyendo ahora mismo.
Aun sin ver, los ojos ciegos del anciano se volvieron instintivamente hacia el lejano lugar desde el que llegaban los rayos de luz ámbar.
-«Os derramaréis la sangre los unos a los otros por el pedazo de tierra yerma y seca que dejaré tras de mí...» Y cuánta razón tenía... cuánta, cuánta razón...
"Oliver Anderson, un millonario y apuesto joven de veinticinco años, está a punto de perder la presidencia de su empresa por no llevar una vida formal. Pero de repente su vida da un giro al pedirle a su secretaria, Alexandra Carlin, que sea su esposa durante seis meses. La historia narra el divertido matrimonio odio-amor entre Oliver Anderson y su secretaria cuando las cosas no salen como ellos esperaban."
"Hay hombres que no creen en el amor a primera vista..., por eso hay que pasar por delante unas cuantas veces más. Todos en Leighton Abogados coinciden en que Lea Velour sería la letrada más destacada del bufete si su jefe no insistiera en tratarla como una secretaria suplente. Pocos sospechan, en cambio, que bajo el moño tirante y sujeto gracias a litros de laca y disciplina se esconde algo más que un cerebro brillante: una mujer que, en vez de ansiar el respeto del sexy y divertido Jesse Miranda, está deseando que este se lo falte. Desgraciadamente, parece que su personalidad práctica y aspecto severo no sirven para captar la atención de un hombre como él, que ya la ha colocado en una casilla no muy aventajada: la de patito feo. Un toque de atención, un golpe de azar y la repentina curiosidad de Jesse hacia su contradictoria abogada adjunta desembocarán en un juego peligroso y excitante con unas reglas establecidas desde el principio: sin promesas de amor. Él acabará descubriendo el potencial de una mujer que todo lo que necesita es un motivo para convertirse en puro fuego, y ella a un hombre que puede que al final no sea el playboy descerebrado y accesible que parece, sino alguien con el corazón blindado y más que digno de un amor que podría no ser correspondido."
"Alexandra Carlin es una chica recién graduada en la universidad, sin éxito en el campo laboral. Un día es contratada por fin como secretaria del presidente de una revista de prestigio a nivel internacional, Oliver Anderson, un joven apuesto de veinticinco años. Oliver está a punto de perder la presidencia de la empresa por no tener una vida formal. De repente, sus vidas dan un giro cuando hace un contrato con Alex para ser su esposa durante seis meses. La historia narra el divertido matrimonio odio-amor entre Alex Carlin y su jefe, sobre todo cuando nada sale como ellos esperaban."
"En compañía de su padre y su hermano Héctor, Eric Barón sale a vacacionar un día a un bosque de Illinois. Jamás imaginó que ese viaje daría inicio a una aventura inimaginable cuando, por alguna causa incomprensible, un rayo de luz se introduce en su cuerpo mientras intentaba tocar una estrella que se reflejaba en las aguas de un río. Eric trató de cubrir sus ojos de la refulgente luz, pero antes de lograrlo ya había caído inconsciente. A partir de entonces logra transportarse junto con su hermano a un mundo distante: Fagho, y es ahí donde conocen a Arcon Ásteris (hijo del rey de un reino llamado Ándragos) y a Karime Theradam (su protectora). Sus vidas se entrelazan ineludiblemente cuando Eric intenta volver definitivamente a casa con su padre, cosa que solo puede llevar a cabo con la ayuda del cetro del rey, el cual, solo en sus manos, se convierte en el puente de unión entre ambos mundos. Los cuatro chicos comienzan a vivir una serie de emocionantes y escalofriantes aventuras cuando se enteran de que el grolyn (el cetro real) es nada más y nada menos que un “cetro mágico” que se puede reactivar en un lugar llamado Ashwöud. Entonces intentarán realizar esta increíble hazaña a pesar de los esfuerzos de Drakon (el más acérrimo enemigo del rey), que a toda costa intentará apoderarse del enigmático grolyn y, por alguna causa desconocida para todos, ahora también del propio Eric Barón."
"En Denver High se dice que, si pones tu nombre en el casillero 420, Cupido encontrará a tu pareja ideal. Y ahí es donde entra April Jones. Nadie parece notar a April. Su talento para observar a los demás a la vez que se mantiene en las sombras la convirtió en la persona ideal para aquel papel. Su doble identidad nunca se había visto amenazada hasta ahora, cuando el casillero recibe una nota en la que Darren McGavern pide una cita con Cupido. April sabe que debe proteger su secreto más que nunca, no solo porque podría ser de conocimiento en toda la institución y se volvería el centro de las miradas, sino también porque, como pudo descubrir, Darren odia a Cupido. Y de una cita con alguien que te odia solo pueden surgir problemas. "
"Lyra Coppens ha sido secuestrada por un hombre que pretende transformarla en una muñeca. Él desea hacer cambios en el cuerpo de su víctima para concursar en el Desfile Macabro, un repulsivo evento nacido en la deep web. En este, los «representantes» modifican los cuerpos de sus «modelos» para competir, en una retorcida pasarela, por una enorme suma de dinero. Lo que estos criminales no sospechan es que hay dos nuevos jugadores en escena. Sonnet Bleus, el mejor amigo de Lyra; quien está dispuesto a hacer lo que sea para rescatarla. Y Steiner Carsten, el agente especial de Ciudad Onírica que está a cargo de la investigación del Desfile Macabro. ¿Dónde se encuentra el límite entre la salvación y la perdición? Esta es una carrera contrarreloj."
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".
Ethan siempre consideró a Nyla una mentirosa, mientras que ella lo veía a él distante e insensible. Nyla había acariciado la idea de que Ethan la quería, pero se sintió fríamente rechazada cuando se dio cuenta de que su lugar en el corazón de él era insignificante. Como ya no podía soportar su frialdad, dio un paso atrás, solo para que él cambiara inesperadamente de actitud. Ella le desafió: "Si confías tan poco en mí, ¿por qué me tienes cerca?". Ethan, que antes se había comportado con orgullo, ahora estaba ante ella y le suplicó desesperado: "Nyla, he cometido errores. Por favor, no te alejes de mí".
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.