ing, 2023-
trapar a lo
do la habitación de tonos anaranjados y sombras oscuras. Yo, Ruth Sterling, una intrépida detective del Departamento de Policía de Nue
abitación. Contesté, escuchando los informes de los últimos crímenes: familias enteras brutalmente masacradas. Mi corazón se aceleró, sintiendo
atrapar a esos bastardos, señorita S
o el teléfono y mirando a Eva, que ya sabía lo que teníamos que hacer. Impulsa
ontrada se hacía eco de la urgencia de nuestra misión. Las fotos tomadas hace unos días de la escena del crimen aún me persiguen, al igual que el olor y el aire de terror que
s dónde se reúne cada banda, creo que sé dónde podría estar la próxima escena del crimen. Necesito que estés
ita a la escena del crimen más tarde. Juntas, trazamos un círculo alrededor de posibles sitios, delineando estrategias y posibles patrones. Con ojos decididos,
era importante para descubrir la siguiente acción de estos despiadados criminales. Quería atrapar a los terroristas, aunque eso supusiera pasar hora
hé para intentar relajarme un poco y me lavé el pelo. Me puse ropa normal y fui a la nevera a comer algo rápido. Preparé una vitamina, comí un poco de pan relleno y, cuando estaba en el sofá, recibí un nuevo mensaje. "
Envié el mensaje, terminé de vitalizarme y me puse unos pantalones largos y una camisa negra de botones con un chaleco debajo. Metí las pistol
ón estampada en mi rostro, me acerqué a la escena del crimen, la sombra de la noche envolviéndome. Un aura de misterio y tensión se cernía sobre la macabra escena. El lugar no había sido limpiado, el olor a sangre impregnaba el ambiente y el desorden de la casa era innega
os fragmentos de cristal rotos se extendía por todos los rincones. En una mano sostenía mi pistola, preparada para cualquier eventualidad. En la
escapado a la investigación anterior. Mis ojos escrutaron mi entorno, meticulosos y ávidos de cualquier pista que
do sobre mis hombros. Había trabajado incansablemente en el departamento, y
que buscaba. Me acerqué a la habitación donde tuvieron lugar los asesinatos. Rebusqué entre los escombros y las sombras hasta que algo brilló débilmente cerca de mí. Era un trozo de piedra de un collar, casi olv
os y una amplia sonrisa. La sensación de tener una valiosa pista en mis manos me hizo esbozar una intensa sonrisa. Rápidamente, en
el objeto. Recemos para que pertenezca al criminal. Luego me voy a la cama, estoy agotado,
l camino se desplegaba ante mí y yo ansiaba respuestas, con la esperanza de que aquella joya fuera la clave para desvelar el misterio que atorm
le supliqué, sintiendo que el cansancio del día pesaba sobre mí. Mi colega me tranquilizó, guardó
escansar, Ruth. Te llama
en el aire, pero el agotamiento pesaba sobre mis hombros. Con una mezcla de ansiedad y expectación, anhelaba el desenlace que t
o en la calma del atardecer, la lucha resonaba en mi mente. Mientras esperaba respuestas que por fin me dieran un respiro
me y me tumbé en la cama. Sabía que el día siguiente sería duro, buscando la identidad del ase
y la incertidumbre seguían siendo retos a los que enfrentarme, pero por el momento, la oscuridad d