mo
pertene
de mí, me devaluó como mujer, y al final terminó besándome a su antojo. No comprendo sus intenciones, tampoco las mías al ceder ante aquel último beso. Tenía que haberme negado, pero algo en el brillo de sus
lápices de colores y d
atención, llevo estos días abstraída, molesta, evitando todo tipo de contacto con su p
e hicieras un
i, es un amigo, te lo
riño, estoy un
he que pasean su rostro. Ella asiente, toma otra cucharada
molestos? No hemos dormi
relación entre Ednond y yo es un campo de batalla constante, a veces creo que nos
re ha estado muy oc
la mujer que trae
cuestiones de trabajo, pero tien
tú eres
adre y yo no tenemos
novios y se besan! ¿Por qu
smoronarle la ilusión? Es una inocente que lo único que desea es que sus padres la amen. Cuando firmé, no pensé que esto iba a ser tan difícil, lo hice por dinero. Edmond por cumplir un
e, tienes que
bajo mucho, y hay momentos en
po se tensa. ¿Acaso ha escuchado toda nuestra conversación? No le h
es que te e
n te extra
, ella ríe y le corresponde. Él es su cura, su mayor alivio, a
mami? Dale un
ro lejos, ¿por qué ella hace estas cosas?. El nerviosismo se instala
como lo
s rozan mis mejillas, el beso es pausado, fuerte, como si en este ocultara algún mensaje. No puede ocultar el brillo de triunfo en sus ojos cuando se aleja, disfruta incordiarme, cosa que avi
na buena estrategia para que sienta que ambos estamos junto a ella. Apago las luces principales, una lámpara ameniza el ambiente con su resplandor tenue. Suspiro, ha sido una semana agotado
cuando la puerta se abre, q
y sombras sobre el torso musculoso, como si danzara sobre ellos. Siento las mejillas arder, «¡maldita re
no es necesario qu
és de diez días me
cesidad, no con
quiere que durmamos juntos y se lo voy a cum
oches te importó poco lo que decí
ómo podría? -da un paso hacia mí-