mo
, digno del mejor de los perfumes. Sus ojos viajan a mis labios, estoy lista para detener cualquier ataque, aunque mis rodillas se aflojen como amenazan hacerlo. Ambos estamos p
o el estruendo de su voz afuera, parece que está discutiendo. Al cabo de unos minutos vuelve a entrar, yo sigo estática en el mismo lugar. Pienso decirle que se vaya, pero la acti
la fiesta de cumpleaños
yo quien lo toma del brazo. No puede imponerme lo que se l
lleva a
os representas como familia;
no, tengo o
que hacer lo que te digo, está en el
tenga razón. Mi firma está en esos papeles que me obl
porque cualquier gesto de amabilidad o condescendencia que
la cama. Él se queda de pie unos seg
ace unos días lo atrapé hurgando en mi guardarropa, por la expresión de su rostro pensé que prendería en llamas cada pieza, sin embargo, lo que hizo fue dejarme claro que no me vestiría más como campesina, que mi estilo representaba su apellido y su honor; al cabo de dos horas ya tenía todo un equipo de profesionales dispuestos a
orso y senos. Él espera abajo, sus ojos en mí, un resplandor extraño se pasea por ellos. El pálpito re
l auto? -él asien
sup
emueva incómodo. Llego a la puerta que da a los asientos traseros del vehículo; tengo intensión de abrirla, pero Edmond se
osa, Simone -susurra a
omo manto de colores sobre las colinas. El aroma se mezcla en el aire, es relajante, me recuerda a donde solía vivir. Involuntariamente, sonrío tanto como la pequeña que tengo al lado. Todas estas plant
genovesa en vibrantes colores y maderas antiguas. El sitio es acogedor, está plagado de invitados. Nos adentramos al vestíbulo, Éline sostiene mi mano, Edmon
alir corriendo -
é, no soy
gro que lo afiance más. Estoy a punto de protestar
es de arrojarse a lo
l blanca, de cabellos azabaches, la mirada a
sí hayas podido acompañarnos, ya qu
esa las mejillas-. Te presen
mami. ¿No es la má
digo antes de cargar a la
¿Así que ella es tu madre, Éline? -pregunta
ema de Gísele, imagino que le cueste comprender que su hijo mantiene relaciones amorosas con otras mujeres, pero que soy yo a quien presenta a la familia; todo por medio de un contrato fríamente cal
siento una total farsante a su lado. Confiesa que se siente feliz de que la niña se lleve tan bien conmigo, pues no es secreto para nadie el carácter
o de encima en toda la tarde -
tar vigilan
no lo niego, la relación con su primera esposa lo dejó roto, esa mujer era un demonio, nunca me agradó, al final termi
ucho, descon
aire conteniendo las lágrimas. Mira a Él
en los ojos, y todo por ti. No sé el verdadero mot
arder de la vergüenza, ella se dibuj
daderamente juntos -sus palabras hacen que un sobresalto ligado al nerviosismo se