i partida. El repentino asesinato de mi hermano, hizo que de alguna m
tan serena como la noche. Subí entonces por la balaustrada del oscuro balcón de los Ru
har nuestra canción
ista para desistir, darse por vencida, también quería escapar de la realidadpero de una vez por
icida que había escrito meses antes y le agregó un final, mi falsa muerte había
mo cajón de las gavetas y se cortó por última vez, entre quejidos dolorosos. Temblaba. Luego agarró el pequeño frascos de medica
ista y ella no respondió, él entró buscarla y le vio ensangrentada en la bañadera, apenas pe
ándola. Tenía que esconderme y me metí a su cuarto invadiendo su privacidad, me aterre
conservaba su colonia y la tinta fresca había sid
entendí el esfuerzo tan g
cara? ¿Cómo no vi las seña
esa carta co
nte de todo lo que había acumulado y
elos con Ethan, claro que estaba enamorada de mí. Claro que le af
o y cuando el vecindario estu
migo a la tumba porque a fi
aban a mares de mis ojos, solo necesitaba escuchar que estaba bi