ón cómo mi hermano golpeaba aquellos chicos.- Tranquila, ni siquiera lo tocarán, es muy fuerte y además sabe lo que hace.
a advertencia, y dos chicos ac
lo mejor.- ¡Estás sangrando! –me alarmé por un momento, saqué mi pa
tenías por qué hacerlo. Me espan
giéndome en sus brazos. Por unos segundos se detuvo a oler mi cabello, desde pequeños adquirió esa manía
e sola- dije, y me mirójuzgan
lo un
va nadie te pond
o veré más me estaba matando, no estuve para protegerle como él lo estuvo para mí siempre. Es un martirio, una cruz pesada con la que cargar el resto de mi vida. Un nu
a al descubierto aquel vestido verde esmeralda, tan fino que preferiría usarlo de noche, per
sin previo aviso,
aron a tocar antes
o y todo lo que hay en ella me pertenece, si
ura. Nada parecíadetenerlo, ni siquiera
y me cuestione si realmente lo era. Escapé de una vida en la que me sentía una prisionera, y a
é este vesti
to que te lo pongas y no
antaba respeto, era capaz de
o estoy para celebraciones. -me
s conseguiré para ti
regunté con cierta cur
as y te pagaré tan bien que podrás huir tan lejos como quieras. Desfile Las
e estaba muerta no podía salir en revistas o todo mi plan estaría arru
besó con t