. Y la noticia también le llegó a Owen. Bob lo supo por los gritos que daba
ia terrible. Sentado detrás de su escritorio, Bob solo podía pensar en una cosa: Elena volver
o y miró la puerta de la Dirección General, agachó la c
menta; dejarlo solo, lejos de ser desconsiderado, era lo qu
fueron cimentando. Solo se movían en esas citas con su secretar
o en su rutina, trabajaba sola; quizá a veces María pasaba a verla unos minutos, pero la mayor parte de su turno lo pa
su forma de ser; podía sentirse muy vencida y agobiada, a veces perder el impulso y otras, dejarse
gustaba quedar hecho un desastre, porque así después podía sacudirse toda la basura de una vez. Se acercó al cristal; con las luces
ali. Pero sonreía como si su trabajo fuese contar fajos de billetes. Lo desconcertó un poco. ¿Quién era? Nunca la había visto antes.
la mirada. No tenía nada que llamara la atención, desde donde la observaba no destacaba su apariencia. Tal vez era ese entusiasmo con
oscuridad que envolvía a Owen. Como una polilla noc
Anna pudo oírlos aún con los auriculares puestos. Ow
desde los ascensores-. ¡No puedo creer que te hayas q
dado por completo y maldijo una vez más. N
de ella emergía ese hombre alto, de cabello corto algo canoso,
visó a su am
quí! -y se desvi
su prima. Le dio curiosidad; solo había hablado con el Gerente de Recursos Humanos para
le preguntó hastiado. Esas cos
carte porque
lo h
ntiendo, Owen. ¿Tanto
y m
a esas palabras honestas y r
as su amiga -com
ho g
va semanas trabajando aqu
sto antes -trat
ntaré. Anna, este es mi primo Owe
gusto
ol
os, ven con nosotros! -habían hablado más temprano, Anna la llamó para saludarla y prome
tengo clases y debo
tan responsable? -le
niña consentida y Ow
. Bueno, me
iste? -le pre
, ya lo hice,
o antes de desaparecer dentro del ascensor.
a su oficina, pero Anna estaba a su lado, y entonces la observó bien por primera vez. La cara afable, los ojos grandes y esa boca casi
nmune a esa frialdad. Ella también lo observó unos minutos: alto, el cabello con hebras blancas, una barba de a
ía a su oficina? ¿Debería esperar a que se fuera para poder hacer el aseo? ¿Qué se suponía que hiciera?
demasiado perdería el autobús y el
n la voz tranquila -¿Te
or
única que me que
puedes hac
, gra
o se fue; se quedó sentado en una banca. Cuando
s -le d
o solía hacer con sus secretarias, pero Anna no se mo
tu casa? -le pre
n
buenas
as no
harse? En fin. Anna volvió a la puerta lateral y se fue; miró el reloj de su muñec