sable que haces para cuidar de tu familia. Y también sé que estás al borde del c

ella la ponía en guardia, pero no sabía cómo escapar

guntó, tratando de sonar fuerte, a

con una intensidad que parecía perforar c

año, alguien que esté bajo mi protección completa. A cambio, me ase

ia no sabía cómo reaccionar. La propue

tió, confundida

licó Nikolai, con un tono que no daba espacio a negociaciones.- No se necesita amor

eligroso, que no debía siquiera considerar aceptar. Sin embargo, el peso de las circunstancias l

ado... Esto puede costarte más de lo que va

aluándola con una mezcla de

ilia. Esto no será peor que nada

ptó. Pero lo que no entendía en ese momento era que ese simp

y empujada dentro de una limusina negra. El lujo del interior contrastaba violentamente con la oscuridad en la que se encontraba su vida

servaba desde el otro extremo del auto. Los ojos azules de Nikolai era

ió Nikolai con voz grave, casi sin emociones. Sabía que ella estaba analizando cada detalle, de

de mármol oscuro y ventanales enormes le daba a la habitación un aire intimidante, pero lo que más perturbaba a Lilia era l

lai, sin rodeos. No tenía tiempo para juegos,

e -replicó ella, levantan

de moverse con la gracia de un depredador hacia su esc

usca Aleksei con ella -ordenó, sin siquiera mirar

ecretos que había hecho todo lo posible por mantener ocultos. Por el otro, le enfurecía cóm

-comenzó a decir, pero

u voz se mantuvo calmada, pero había algo en su tono que no adm

acia él, con los oj

tura. Nikolai sonrió, pero no era una sonrisa amable. Era un gesto que parec

intiera el peso de su presencia-. Si no es conmigo, Aleksei te destrozará. Y crée

Ella intentaba encontrar alguna fisura en su armadura de hielo, pero lo único que veí

rmación llegó: Aleksei la estaba buscando por una deuda millonaria de su familia. Un problema

a algo en ella, algo que resonaba con una tristeza y una fuerza indescifrables, que empezaba a encender

s estés bajo mi protección. Y por lo que veo

realidad era ineludible, y por mucho que le doliera admitirlo, sabía que Nikolai te