e su padre y sus hermanos usaban con mujeres desprevenidas: en la gasolinera,
que a Sofía le
y azabache se le escapó cuando Maddie lo declaró oficialmente recogido, y con una mano cuidada, lo apartó entre sus cabellos, dejándolo caer en una forma natural. Ah, había visto fotos suyas, sabía que era guapo, pero una
varon en una sonrisa mientras la miraba con ojos de placer, con
a que no había conseguido el trabajo era quizás que Maddie esperaba a alguien más sencilla, más desaliñada, mayor, más corpulenta... en realidad, alguien que resistiera el encanto de B
de buena educación, Sofía se la estrechó, sintiendo sus cálidos dedos alrededor de los suyos. Entonce
, y Maddie era bienvenida. "Bueno, de nuevo "dijo Sofía, caminando tranq
pesar de parecer completamente imperturbable ante su imponente presencia, un vistazo a Bruno Leone y se le encogió el estómago. Era increíbl
l ascensor, moviéndose pa
enta figura le impedía la salida, apenas, y Sofía se negó a aceptar una
lo h
sti
la puerta del ascensor empezaba a cerrarse, pulsó el botón para abrirla. Sintió una punzada, una punzada, un chasquido casi repentino, un final que no quería que suc
no lo
etrocedió mientras ella salía y percibió su intens
. "Sonrió".
por encima del hombro, más segura ahora que las pu
es unir
o una lenta sonrisa se dibujaba en su rostro al captar su hu
, me voy
rmo
rto está en
mente l
a, pero tal vez después..
terio de asesinato favorito. "Sofía sonrió
ara. Tan arrogante, tan arrogante, que de verdad creía que podía chasquear sus dedos con manicura y llamarla; solo pa
no tener nada
a, podía decirle exactamente adónde ir con su oferta obscena porque, al
la mano, la puerta se abrió de golpe y Sofía se quedó allí atónita, contemplando a Maddie. La mujer segura y pomposa, que había defraudado sus esperanzas mo
fía se quedaba allí parada". E
no, ¿qué más podía de
apado a la silla más cercana y quitarle los pañu
cinco
un bebé durante c
nasales, pruebas, explorac
nía que llamar a su encantador esposo, que quería un bebé tanto como ell
ra. En cambio, solo se sentó allí y escuchó y sirvió agua y ofreció pañuelos, y finalmen