iero decir, después de que
. Si no soy la p
tre sus manos"...no tiene nada que ver con t
ra l
uiero
Admito que supuse q
ojos en blanco. «Para nada. Es que estoy harta de entrenar a asistentes nuevas
uería cenar con él en París. "Sofía sonrió". Quizá
él "suspiró Maddie, y luego parpa
lutam
entras atrac
fía". Es guapísimo y quien
é dijiste que no?
entre gente como él; he leído su reglamento de cabo a rabo. Crecí en una ca
asa con t
nos son bastante mayores que yo...». Esbozó una leve sonrisa al recordar su infancia. «Y mi padre, bueno, un viudo apuesto atrae a muchos a
mente". En el fondo, cuando no se porta fatal, es un hombre muy agradable. Por ejemplo, este puesto de asistente de
entras no tengas la menor intención n
ntiendes. "Maddie p
ocalizó su bolso y se lo pu
or que llam
ta de Bruno, pero sentada en pijama, comiendo su cena televisada y mirando los créditos
tari
ía admitido, ni s
pero a veces, a veces deseaba no ser tan sabia, tan
su vida extrañó a su madre. Extrañó las charlas que seguramente habrían tenido sobre chicos y hombres. A todos los demás parecía resultarles
ió como si la hubieran dej
cultado sus primeros enamoramientos inocentes, había dicho que no a citas en su adolescencia, envidi
escribió la ca
tro años, tengo amigos, un trabajo,
a una noche en París con e
la carta d
a de ancianos de su padre ni nuevas facturas por correo, lo único que
úpida, deseó tener ese gen de impulso en lo que respecta
que sí a la deslumb
ndo los canales
todo el día como ruido de fondo para el per
bostezando y aburrido a las once de la noche en París, pero gracias a la diferencia horaria est
cabeza le daba vueltas como un ábaco. Wagner's, una gran cadena d
ía ver una mane
e tanto viajar, de tantas exigencias. ¿Por qué todos querían una reunión presencial? ¿Por qu
electrónico normalm
estarí
s que estaría
e molesta
é ni siquiera en fingir
igual que los gemelos, porque tuvo que
r con S
le gruñó de vuelta. Lo dejó salir a su amplio b
cargaría de ell