vista de
los eres tú?
de alguna manera, entrelazad
te pasa?
, y luego, presionó mucho más su pesado cuerpo contra el mío. Entonces, con su fuerte mano, sostuvo las mí
aba de palpitar. Su toque me hacía sentir enferma y todo mi cuerpo temblaba sin cesar. Al
ame ir. ¡No me hag
a buena chica. Ahora, contést
ame, tan solo qui
inguna parte!", al pronunciar esas palabras, aquel chico perverso m
Si no me dejas ir en este
pausa y grité a todo pulmón, puesto que é
á mejor que hables más alto", mientras él hablaba en tono burlón, pellizcó
denunciaré!", exclamé
stro satírico se oscureció por completo. Lueg
areada y no estaba completamente consc
murmuré, molesta. Una vez más, había tenido ese mismo sueño. Durante los
noche para silenciarlo. Después, bostezando perezosamente, hice todo lo que pude por abrir los
tamente al baño para asearme. Al terminar de hacerlo, me
sillo todavía estaba lleno de estudiantes, miré mi reloj de pulsera. Resultó que, aunque me había despertado tarde, logré llegar a tiempo, da
ojos se encontraron hace un momento y pude sen
uando sonríe. Él es totalmente mi tipo. ¡Dios mío! Es
chico más guapo que he visto en toda mi vida. ¡Nece
vestíbulo. ¡Por Dios! Es como un dios griego, o algo a
adas hablando acerca de un chico. Y a juzgar por su conversación, pude notar que se
rminar el papeleo con su documentación. Lo importante, es que pude ver su nombre
ado de pesadillas acerca de aquel horrible incidente, gradualmente se estaba quedando enterrado en la parte más profunda de mi memoria y me sentía
dijo la chica, completamente segur
nombre tartamudeando. Al instante, mi fren
hizo recordar mi
retrosp
atrás. Cuando era tan solo una adolescente en mi antiguo vecindario, experim
yo lo supiera, me estaban siguiendo. Mientras tarareaba tranquilamente una canción, de repente, alguien me cubrió los ojos y la boca. Luego, me llevaron a rastras a un auto. En
ntáneamente se llenaron de lágrimas y comencé a rogarle, y a luchar con él. No obstante, en lugar de escuchar mis súplicas, s
ba casualmente por allí escuchó mis gritos de ayuda
intentado violarme. Su nombre era César Hernández. Después de algunas sesiones de la corte, el juez fi
tan solo me dedicó una sonrisa maliciosa. Al verlo, me q
ntento por asegurarme el comienzo de una nueva vida, mi madre me ll
a nueva escuela, estudié mucho, y me convertí en la mejor de mi clase. Pero n
escena ret
cruzar. Jamás me imaginé que él volvería a aparecer años después, por tal razón, no sabía cómo procesar la noticia. M
y en el pasillo instantáneamente comenzaron a correr hacia sus diferentes salones de clases. Mientras yo seg
hhh
nte. Sin embargo, antes de estrellarme boca abajo en las escaleras de cemento y sufrir un dolor inco
a persona me resu
, mi cuerpo se puso totalmente rígido. La sangre
nía mucho tiem
supe de quién se trataba. Sí
tó locamente: '¡Ay, Dios mío! Es él, es
endo su condena en la prisión de menores. Pero, él estaba allí frente a
¿Será simplemente una coincidencia que haya venido aquí? ¿Acaso contrató a alguien para que me vigilara mi
rme de su agarre y pedir ayuda, pero tenía ta
e los últimos cuatro años. ¿Des
que atormentaba mi sueño todas las noches. Aunque, se veía muy diferente a como era cuatro años atrás. Pues, su rostro est
una leve sonrisa en las comisuras de estos. Sin em
de repente, una chica se l
con frialdad, y sin
ente y se tapó la boca, luego, se fue corriendo
los labios con fuerza, tanta, que la
alias contra mí por haberlo enviado a prisión. Con eso en mente, las lágrimas calientes comenzaron a rodar por
lidad. Vamos a llegar tarde a clase. ¿Quiere
i mochila y la puso en mis brazos. Luego, extendió
s arreglé para reunir valor, lo empujé con t
ez al
o y tranquilo con su uniforme blanco de estudiante. Después de ajustarse bien la corbata, se aclaró la garga
nto después de que él hiciera tal revelación. Todas las mirada
cinos? ¡Escuché que César proviene de una familia muy adinerada! Él es muy apuesto. Por favor, dime qué t
or mi nombre de nuevo mientras chasqueaba los ded
da acerca de él", le respondí fr
por la tarima. Mientras tanto, él todavía tenía la sonrisa malvada en las comisur