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La vida de Arleth no ha sido nada fácil. Tras la inesperada muerte de su madre, la pequeña queda en manos de su padre, un hombre desagradable, avaro, y mezquino. Nunca se ha interesado por el bienestar o felicidad de su hija. Tan poco le importa su hija, que la entrega a David Black, como pagó a una deuda. David Black es un hombre millonario, desalmado, arrogante, soberbio, lleno de misterios y un pasado turbio. Balck está muy lejos de ser un hombre cariñoso, someterá a su antojo a la pequeña Arleth, arrastrándola a una vida mucho más infeliz de la que ya llevaba con su padre. Tras un intento fallido por escapar, Arleth no tiene más opción que ser sumisa, a cambio recibe más malos tratos, insultos, gritos, y amenazas. Sin embargo no todo está perdido, Ella tendrá la oportunidad de empezar de nuevo, aferrándose a la venganza, a través de la venganza conseguir nacer de nuevo. Por otro lado, el hombre sin alma, se vera dominando por sus pasiones, despertando en su corazón sentimientos desconocidos para él. Esté hombre con tanta experiencia,cree conocer todo sobre la vida, pero al amor no le importa quién sabe más.
Prologo
Todo el mundo puede empezar de nuevo, no a través del amor, sino de la venganza. A través del fuego, nacemos de nuevo, la paz a través de la venganza, trae el final.
Las personas nacen radiantes como el sol, con un corazón puro, bueno, limpio, como un precioso cristal; pero la vida te presenta con personas que poco a poco hacen que ese cristal tan limpio y frágil se manche o en el peor de los casos, es decir en mi caso, se rompa.
Cuando ese hermoso cristal de luz se rompe, no hay marcha atrás, no hay nada que lo vuelva a su estado inicial.
Él, fue quien destruyĂł aquel precioso cristal, buscando ciegamente la luz del dĂa apagĂł la Ăşnica luz que podrĂa iluminar su vida.
Su corazĂłn era duro como una roca, solo al final cuando su oscuridad habĂa acabado con aquella luz, descubriĂł que esa luz era el sol que tanto buscaba, y habĂa está justo aquĂ, junto a Ă©l, durante todo este tiempo; Ahora roto en pedazos, aquel sol ya no brillaba, solo exhalaba oscuro y gris, ese sol convertido en cenizas era yo.
He aquĂ mi historia, la historia de una chica desgraciada, pero no siempre fue asĂ, solĂa ser muy feliz. Mi niñez fue hermosa, junto a mi madre compartĂa momentos Ăşnicos que nunca olvidare. Guardo en mi mente y corazĂłn sus enseñanzas como mis tesoros mas Preciados, cada una de sus palabras vienen a mi mente constantemente como luz guĂa para mi vida. Me prometĂ a mi misma en memoria de mi madre, que nunca harĂa nada contrarĂo a lo que ella con amor me enseñó, promesa que tarde o temprano incumplirĂa.
VivĂamos en una humilde casa construida entre ruinas, ubicada al sur de SĂŁo Paulo, mi madre y yo trabajábamos recolectando reciclaje, con el dinero que nos pagaban por ello, comprobamos el alimento justo para el dĂa. No tenĂamos mucho, sin embargo, a pensar de la escasez de dinero y comodidades, nunca faltĂł nada, Ă©ramos felices. El amor, y fortaleza de mi madre era suficiente para mi, y para ella era suficiente verme sonreĂr. Todo era felicidad, y Paz, hasta ese horrible dĂa, mis ojos se llenan de lágrimas al recordar aquel dĂa gris.
Era un dĂa lluvioso...
Mi madre saliĂł muy temprano a trabajar, no me permitiĂł que la acompañara, debido a la fuerte lluvia, temĂa que me diera un resfriado. La esperĂ© impaciente durante todo el dĂa, De alguna forma mi corazĂłn inquieto presentĂa que algo malo sucederĂa, y asĂ fue. AnocheciĂł y mi madre no llegĂł a casa, era casi la media noche, en este punto ya sabĂa que algo malo
le habĂa ocurrido, pasada la una de la madrugada, tocaron la puerta.
TenĂa la esperanza de que fuera ella, pero no fue asĂ, se trataba de un vecino, me informĂł sobre el hallazgo de el cuerpo de una mujer sobre los viejos carriles del tren, mi corazĂłn dio un salto de impresiĂłn, era como si Ă©l supiera que ese cuerpo correspondĂa al de mi madre. Ciertamente mi presentimiento no mintiĂł, Aquella mujer que yacĂa muerta era mi madre, pero ÂżquĂ© razĂłn tendrĂan para asesinarla?, me preguntaba con desesperaciĂłn.
–intento de asalto,–dijo el oficial encargado de la investigación.
–mentira!– protesto.
Me negaba a creer eso, Mi madre no tenĂa nada de valor que atrajera a un asaltante. A pesar de quĂ© insistĂ para que la investigaciĂłn continuará, mĂ peticiĂłn fue en vano, los oficiales culminaron la investigaciĂł esa misma madrugada, cerraron el caso, como "asesinato por asalto", Para mĂ nada estaba claro, Pero la opiniĂłn de una pobre niña de 13 años a nadie le importaba.
La muerte de mi madre me tomĂł por sorpresa, fue muy difĂcil para mi, ella era mi vida entera, ÂżQuĂ© serĂa de mi vida sin ella?, me encontraba tan sola sin nadie a quien recurrir.
Mi padre estuvo ausente casi toda mi vida, No sabĂa mucho sobre Ă©l, sĂłlo lo que me contaba mi madre, Lo habĂa mirado muy pocas veces; ya que nunca permanecĂa en casa. Mi madre me contĂł que trabajaba fuera de la ciudad por eso nunca estaba con nosotras, Las poca veces quĂ© pasaba en casa nunca eran la pasaba bien, sentĂa que mi padre no tenĂa cariño hacĂa mi, por el contrario sentĂa que me odiaba, siempre le tuve mucho miedo.
Dos dĂas despuĂ©s de la muerte de mi madre; regresĂł mi padre a casa, luego de casi 2 años sin verlo, me llene de alegrĂa, pensĂ© que nuestra relaciĂłn de ahora en adelante serĂa buena, que junto a Ă©l la pĂ©rdida de mi madre serĂa más llevadera, creĂ que no sentirĂa tan fuerte la ausencia de mi madre; pero que ingenua fui al
Pensar eso, sin embargo, no me culpo, era tan solo era una niña.
Pasaron los dĂas, los meses y los años, La vida junto a mi padre era triste. Gritos, golpes, insultos, eso era lo habitual de cada dĂa, con el pasar del tiempo me termine acostumbrando a sus malos tratos, convirtiĂ©ndose en algo normal para mi.
No tuve la oportunidad de tener una educaciĂłn, ni siquiera la primaria. Cuando cumplĂ quince años, dejĂ© a un lado el trabajo de recolectora y conseguĂ empleo en un pequeña cafeterĂa del sector, mi padre me quitaba todo el dinero que ganaba, prácticamente trabajaba solo para Ă©l.
Aunque mi vida era horrible nunca deje que nada dañara mi corazĂłn, conservĂ© las enseñanzas de mi madre "nunca dejes que nada ni nadie siembre odio en tu corazĂłn"; con paciencia soporte todas las humillaciones e insultos de mi padre, sin oponerme a una sola de sus palabras. Mi padre era lo Ăşnico que tenĂa en mi vida, sin importar lo cruel que era conmigo siempre le servĂ y tratĂ© con amor, guardaba la esperanza de que algĂşn dĂa me viera y tratará con amor de padre, pero ese dĂa nunca llegĂł.
CumplĂ la mayorĂa de edad el 24 de junio del 2020, despuĂ©s de cumplir mis dieciocho años tenĂa la seguridad de que por fin serĂa libre, habĂa planeado hacer vida lejos de aquĂ, lejos de la miserable vida que llevaba, querĂa viajar a Italia. Siempre he vivido enamorada de ese paĂs, lo conocĂ por medio de unas postales que encontrĂ© en medio de la basura cuando aĂşn era niña.
QuerĂa trabajar, y con el dinero que ganara alquilar una habitaciĂłn lejos de mi padre, y si era posible hacer dos turnos hasta conseguir ahorrar para el viaje; pero nada fue asĂ, "nunca hagas planes, la vida te sorprende de muchas formas, malas o buenas" eso solĂa decir mi madre, tenĂa mucha RazĂłn, ciertamente la vida me sorprendiĂł y para mi desdicha me sorprendiĂł de una forma muy mala.
12 de agosto de 2020, ese dĂa comencĂ© a sentir rabia, una mezcla de sentimientos que hasta ese entonces no habĂa sentido, incluso ni siquiera los sentĂ tras la muerte de mi madre.
Aquel dĂa todo transcurrĂa con aparente normalidad, con exenciĂłn al comportamiento de mi padre, extrañamente su trato hacĂa mĂ era diferente, casi parecĂa que habĂa cambiado, era amable, hasta cariñoso. Me sentĂa extrañada por su extraño comportamiento, aĂşn asĂ mi corazĂłn no puedo evitar sentirse feliz. Âżpor fin habĂa ganado el amor de mi padre?, me preguntĂ© a sĂ misma, engañada por su falsa amabilidad no me percatĂ© de la estrategia que usaba para llevarme directamente hacia una trampa, hacia la boca del lobo.
–Llegaste temprano hoy.– escucho hablar a mi padre.
–si, no habĂa mucho trabajo, asĂ que dejaron que saliera más temprano.– digo un poco extrañada, nunca antes le habĂa importado mi horario de llegada.
Camino hasta mi habitaciĂłn, antes de llegar me detengo al escuchar de nuevo la voz de mi padre...
–Es muy temprano, ÂżquĂ© te parece si salimos a dar un paseĂł?.– lo que acababa de escuchar era real, Mi padre querĂa dar un paseĂł con migo.
– Âżun paseĂł?– preguntĂł temerosa, para corroborar que habĂa escuchado bien.
– Si, un paseó, vamos ve y ponte un algo lindo.
– ¿algo asà como una tarde padre he hija?– pregunto confundida.
– si, exactamente. –confirma y sonrĂe, su sonrisa lleno mi corazĂłn.
–Si, me gustarĂa,– respondo con alegrĂa,–irĂ© a cambiarme la ropa, no me demoro.– llego a mi habitaciĂłn, no puedo creerlo, mi padre quiere dar un paseĂł conmigo, siento mucha felicidad, un gozo indescriptible en mi corazĂłn.
En ese momento estaba tan feliz, que ni siquiera sospechaba sus intenciones, no pude darme cuenta de la falsedad de mi padre. Pero cĂłmo podĂa si quiera sospecharlo, si su actuaciĂłn era excelente, o quizá no era tan bueno, quizás yo era muy ingenua; y en mi deseo de sentir un poco de afecto por parte de mi padre, creĂ ciegamente en su papel de buen padre.
–estoy lista. –grito emocionada, salgo de la habitación.
–Bien, vamos.–da la espalda y camina hasta la puerta.–tomaremos un taxi.– dice, algo que me sorprende, sólo dos veces en mi vida he subido en un taxi, siempre he tomado el autobús, no cuento con la capacidad económica de pagarlos, es mucho más económico caminar, o pagar el autobús. extiende su mano para parar un taxi. Subimos al taxi, mi padre le indica al conductor hacia donde debe ir.
DespuĂ©s de pasar por el centro de la ciudad, con grandes edificios y mucho tráfico de coches, nos encontramos en la zona donde se encuentran las casas más bonitas de SĂŁo Pablo, grandes y lujosas mansiones, seguro todos los millonarios de Brasil tenĂan sus mansiones en este lugar, casas enormes aparecĂan a cada lado de la calle, a medida que avanzaba el taxi.
– ¡wuao! AquĂ deben vivir personas con mucho dinero.– digo maravillada, nunca antes habĂa conocido esta parte de la ciudad.
–A si es, personas multi millonarias viven aquĂ.– dice mi padre.
–¿a dónde vamos? –pregunto con curiosidad.
–ya lo verás, es una sorpresa.– una sonrisa extraña se dibuja en su rostro, no se porqué razón, pero su sonrisa sembró en mi un mal presentimiento.
No quise insistir en preguntar hacia donde Ăbamos, sabĂa que mi padre tenĂa mal carácter, no querĂa molestarlo con mis preguntas, y terminar arruinando nuestro momento de padre he hija.
– al fin, ya llegamos. –dice mi padre, paga al conductor y baja del taxi, lo sigo, saliendo rápidamente del vehĂculo.–Vamos, tenemos que ir caminar algunos metros,– dice, sus pasos son más largos y rápidos, tengo que correr pequeños tramos para alcanzarlo.
ObservĂł a mi alrededor, no veo nada, ya hace rato hemos dejado atrás las hermosas mansiones, ahora nos encontramos en las afueras en un lugar sĂłlido, lleno de árboles,– Es aquĂ,– se para frente a un portal de hierro forjado. Mi padre avanza hacia el portal y presiona el timbre, rápidamente una voz responde por el parlante.
– identifĂquese por favor.
–soy Francisco Lovatelly .– responde mi padre.
– espere un momento, comunicaré su llegada, en seguida estoy con usted.
– Papá, ¿dónde estamos?– preguntó un poco nerviosa, pero no obtengo ninguna respuesta.
–señor Lovatelly, bienvenido.–vuelve hablar la voz del parlante, en seguida se abre automáticamente el gran portal de hierro, dándonos paso para entrar.
– vamos entra,–ordena mi padre, esta vez en el tono en el que me habla normalmente, ha dejado atrás la amabilidad.
–¿Qué es este lugar? –pregunto quedándome estática, me toma del brazo y con fuerza hace que camine dentro.
En eso veo acercarse dos hombres altos y musculosos, visten traje negro.
–Señor Lovatelly, solo puede entrar hasta aquĂ,– habla uno de ellos.
–solo quiero hablar con el señor Black, con respecto a nuestra negociación.– no entiendo nada de lo que están hablando.
–el señor Black, le envĂa a decir que no tienen nada más por hablar.
–Claro que si, aún no me entrega el dinero que prometió.
–Cuando llegue a su casa lo encontrará.– vuelve hablar el musculoso.
–muy bien, eso es suficiente para mi, si no es más, me marchĂł de aquĂ.– dando la vuelta camina hacia la salida, lo sigo rápidamente, pero antes de poder avanzar uno de los hombres sujeta mi brazo con fuerza, impidiendo que continĂşe caminando.
–un momento niña, tĂş te quedas aquĂ.– aprieta el agarre.
–suélteme, papá ayúdame!–grito, trato de soltarme del agarre.
–hasta nunca, Arleth.–escuchĂł decir a mi padre, siento como algo dentro de mi se destruye al escuchar sus palabras, lo mirĂł y sonrĂe con frialdad.
Lágrimas salen sin control, logro soltarme del agarre y corro hasta mi padre.
–¿Que sucede? ÂżPor quĂ© me dejas en este lugar?– el mismo hombre que me habĂa sujetado antes, me toma con fuerza por la espalda y me carga sobre su hombro.– suĂ©lteme, papá no me dejes, por favor– grito con fuerza, sin parar de llorar, no entiendo lo quĂ© sucede, pero me temo que no es nada bueno.–No me abandones.– suplico entre chillidos y lloriqueos, pataleo con todas mis fuerzas,–ayĂşdame, papá.– grito lo más fuerte que puedo, pero es inĂştil, despuĂ©s de unos segundos desaparece de mi vista,–Se ha ido.– musito sin fuerzas.
–El jefe ha esperado mucho por ti.– dice el hombre.– Está ansioso por verte.– camina con pasos seguros, mientras su compañero nos sigue de cerca.
No digo nada, decido dejar de luchar, y en silencio mis lágrimas se desbordan de mis roben como rĂos caudalosos.
–suélteme, por favor– pido entre sollozos, y l hombre solo se limita a ignorar mis súplicas. Veo frente a mis ojos una mansión, es enorme y lujosa, su fachada es de color blanco con ventanas y puestas negras. Una vez entran, me lleva directamente hasta una habitación.
–Compórtate bien niñita–dice, dejándome caer de golpe al suelo. Suelto un grito de dolor cuando mi cuerpo cae con fuerza.
–¡espere!,–corro hasta la puerta, pero cierra la puerta en mi cara, intento abrir, pero no lo logro. –¡déjeme salir!.– forcejeo el cerrojo, intento buscar una salida, sin embargo, mis esfuerzos por salir son inútiles, todo está asegurado.
No entiendo nada de lo que está sucediendo, ¿por qué estoy aqu�, ¿por qué mi padre me abandonó en este lugar?, ¿de que dinero hablan?, ¿quién es ese tal señor Balck?. El tiempo pasó con gran lentitud, y el constante tictac del reloj retumba en la habitación, martillando mi cabeza. Me lleno de ansiedad, la respiración se me agita, no puedo respirar, me siento ahogada, desesperadamente intento abrir la puerta, doy golpes, pero es imposible abrir.
LlegĂł la noche, y de repente escuchĂł la puerta abrir la puerta, Veo entrar a un hombre, viste un traje color azabache, parece tener unos 28 a 30 años, 1,90 cm de altura, muy elegante, con clase, Moreno claro, cabello castaño oscuro, cuerpo ejercitado, ojos color avellana, con aĂres de superioridad, su presencia me trasmitĂa escalofrĂos.
Camina dentro de la habitaciĂłn, se acerca, finalmente sus ojos se conectan con los mĂos. Detrás de esos ojos intensos y hermosos, se escondĂa un ser frĂo, su mirada era desconcertante, hiriente, llena de oscuridad, fantasmas y sombras.
–al fin te tengo frente a frente– habla el hombre, su voz es gruesa, fuerte y letal, hace que tiemble y no precisamente de frĂo, no, mi cuerpo tiembla de miedo.– tranquila, no tengas miedo,– afloja su corbata,–si te comportas bien, prometo ser bueno contigo.– sonrĂe con burla.
–¿quién es usted?, ¿por qué estoy aqu�– preguntó con voz temblorosa.
–Haces demasiadas preguntas, ¡odio que hagan tantas preguntas!. Pero voy a ser paciente contigo, asĂ que voy a responderlas.–se acerca, mis piernas tiemblan, casi no puedo mantener el equilibrio.– soy David Black,– dice con superioridad,– y estás aquĂ, porque tu padre quiso abandonarte aquĂ.
–Eso no responde nada, usted me tiene encerrada en está habitación contra mi voluntad.– expresó temblorosa.
–Si, pero fue decisiĂłn de tu padre, Nunca lo obligue para que te trajera hasta aquĂ.
–Pero mi padre ya se marchó, déjeme ir, por favor.– pido.
–Eso es imposible,– niega con sarcasmo,–te explicaré un poco la situación, ya que por lo que puedo entender, tu padre no lo ha hecho.
–Explicar, ¿Qué?.
–Tu padre tenĂa una deuda conmigo, realmente en un inicio la suma no era muy grande, pero Lovatelly resultĂł ser un hombre muy escurridizo con sus deudas,. Fue asĂ como pasaron los años y su deuda aumentĂł, Paso de ser una deuda pequeña a ser una grande, debido a mis altos intereses, por obvias razones era imposible que tu padre pagará algĂşn dĂa.
El año pasado me llamĂł, me ofreciĂł a su hija como pago, es decir, a ti.– me señala con el Ăndice.– por supuesto, me neguĂ© rotundamente, no me serĂas Ăştil para nada. Pero,– acentĂşa,–Este año tu padre agotĂł mi paciencia, asĂ que decidĂ no dar más plazos. Lovatelly volviĂł a insistir para que te tome como pagĂł y no tuve más opciĂłn que aceptar. Y es por esa razĂłn por ir ahora me perteneces, eres mi propiedad, por lo tanto no te puedo dejar ir; Âżentiendes?.– sujeta mi rostro con firmeza.
–No,–niego con un movimiento brusco, para liberarme de su agarre.–yo no le pertenezco a nadie, esto es ilegal, no me pueden tratar como si fuera objeto, soy una persona.– aclaro.
–Estoy de acuerdo contigo, pero fue tu padre quiĂ©n propuso ese mĂ©todo de pagĂł, nunca antes nadie habĂa pagado su deuda de esta manera, pero siendo sincero en cuanto vi tus fotografĂas, pensĂ©, ¡quizás sea divertido!.–la Ăşltima frase la dice en un tono sarcástico.
–Usted es un loco maniático, me da asco.–escupo con rabia.
–AquĂ quiĂ©n realmente es desagradable es tu querido padre, niña.–acerca su rostro al mĂo, y su mirada me da mucho miedo, trata de acercarse más, pero pongo distancia rápidamente.
–Ambos son unos monstruos, y usted... es un cerdo.– escupo.
–¡Repite lo que dijiste!,–lo tuve cerca a mi de nuevo, pero esta vez me levanto del piso, sujetando con rabia mis brazos.–¡Repitelo!,– me zarandea,–prometà ser bueno contigo, solo si te comportas bien, no hagas que rompa esa promesa.– amenaza, y me deja caer de golpe, se da vuelta y se marcha cerrando la puerta con seguro.
Ese dĂa comenzĂł mi pesadilla, mi padre me entregĂł a un desquiciado, no tuvo piedad y me arrojĂł a las garras de un monstruo, nunca le importe, siempre me odiĂł. Fui una tonta, una estĂşpida al pensar que algĂşn dĂa me querrĂa, que algĂşn dĂa serĂa bueno conmigo. SentĂa una enorme tristeza en mi alma, mi corazĂłn desmigajado como hoja seca.
"No dejes que la luz de tu alma se apague" , recordaba repetidamente las dulces palabras de mi madre, ÂżcĂłmo podrĂa mantener mi luz encendida en medio de tanta oscuridad?, eso era imposible; aĂşn asĂ, me propuse luchar, luchar por salir a flotĂ©.
Me recuesto sobre la cama, sin poder parar de llorar, ahogada con mis propias lágrimas, y sin darme cuenta, me quede dormida....
–Resiste mi pequeña, eres fuerte, todo saldrá bien, confĂa en mĂ.– es la voz de mi querida madre.
–buenos dĂas, señorita Lovatelly.– abro mis ojos de golpe cuando escuchar la voz de una mujer. Me levante y movĂ mi cuerpo rápidamente hacia el otro extremo de la cama.
–tranquila niña, no te voy a lastimar.– era una mujer de unos 55 años, piel clara, ojos miel, y su cabello adornado de canas. Se ve que es una buena mujer, su rostro reflejaba una sonrisa dulce, sus ojos me ofrecen una mirada tierna.
–¿Quien es usted?–preguntó con temor.
–Soy Anni, de hoy en adelante estaré a tu servicio.
– ¿a mi servicio?, no entiendo.
–David, me a encargado ayudar en lo que necesites.–su mirada es buena, limpia.
–Entonces, Quiero que me ayude.. a salir de de este lugar, ¿puede hacer eso?.– pregunto ingenua.
–Me temo que no, pero puedo ayudarte a prepara la bañera para que tome un baño.
–No quiero tomar un baño, quiero salir de aquĂ, me tienen secuestrada en este lugar, por favor ayĂşdeme a escapar.–le suplico con la mirada.
–Eres una niña muy linda, se ve que eres buena, no mereces estar aquĂ, pero no puedo ayudarte a escapar , solo puedo darte un buen consejo.– baja la voz,–No contradigas en nada a David, No agotes su paciencia y por amor a Dios, no intentes escapar.
–Está a favor de él, usted es cómplice. –digo con los ojos llenos de lagrimas.
–No estoy de acuerdo con lo que David hace, pero no puedo hacer nada al Respecto, solo puedo darte esos consejos para que nada malo te pase.
–sabe usted, ¿Para qué me tiene aquà ?, ¿Qué es lo que él quiere de mi?.– pregunto con desesperación.
–No lo sĂ©, aunque conozco muy bien David, no podrĂa decirte cuáles los planes que tiene contigo, nunca dice lo que planea, es muy solitario y callado.– echa una ojeada al rededor,–Es un hombre con muchas sorpresas, por eso te pido que no lo pongas de mal humor.
–Esto es injusto, es un delito, está violando mis derechos.
–Mi niña, ve a ducharte y ponte ropa nueva, el guarda ropa está lleno de ropa para ti.– señala.
–No quiero.–digo dejando salir mis lagrimas.–No le hecho nada, ¿por qué me hace esto?.– lloriqueo.
–Por favor,Haz lo que te pido, David vendrá en un rato.–Después de decir eso se marcha.
Tengo tanto miedo, ¿Qué quiere ese hombre de mi?, sólo puedo pensar cosas malas.
–¡Déjenme salir! Por favor,– grito y golpeo con fuerza la puerta por varios minutos , de repente la puerta se abre de golpe, doy un sobresalto aterrorizada, quedando frente al hombre de ojos avellana y mirada oscura.
–Haces mucho ruido, y odio a la gente bulliciosa, me molesta enormemente.– camina imponente hacia mi, con temor doy pasos hacia atrás chocando de espalda finalmente contra la pared.
–Quiero salir de este lugar.–hablo mirándole a los ojos, pero no logro mantener la mirada, sus ojos son demasiado intimidantes.
–Creó a ver dejado ese tema claro, tú me perteneces, y asà como todos en esté lugar me obedecen, también tú debes hacerlo. –Su tono de voz es fuerte y atemorizante.
–No,– suelto con valentĂa,–no te pertenezco y no debo obedecer nada.–Hablo con fuerza.
–¡EscĂşchame bien, Niña estĂşpida!, No te hagas la fuerte conmigo o te aseguro que la pasarás muy mal.–sujeta con fuerza mi rostro obligándome a verlo, mis fuerzas desaparecen y nuevamente el miedo invade mi ser.– QuĂtate esa ropa asquerosa que llevas puesta,– me mira con desprecio,–y ponte la ropa que he comprado para ti.–guardo silencio, ignorando sus palabras.
Él se molesta aĂşn más, aprieta mis brazos fuertemente con sus potentes manos, suelto un gemido de dolor.–Te prohĂbo hablarme de esa forma,–levanta su mano, y cuando pensĂ© que me iba a golpear, una voz dulce resonĂł en la habitaciĂłn.
–David, tienes una llamada.–mi opresor giro lentamente,– Quieren hablar contigo,–me soltó con un movimiento brusco. Pero no sin antes dedicarme la última mirada y unas palabras, "No vuelvas a agotar mi paciencia, pueda que la próxima vez, No corras con tanta suerte."
–¿Quién demonios llama?– pregunta Black, casi escupiendo las palabras.
–Es tu hermana.– mire hacia la voz, era Anni.
Black caminĂł hacia ella.
–No vuelvas a molestarme, cuando estoy ocupado.–ordena feroz.
–lo siento mucho David, pero creà que la llamada de tu hermana era más importante...
–Me importa una mierda quién llame o si el mundo se esta cayendo a pedazos, no quiero que vuelvas a interrumpir en mis asuntos, ¿entendido?.– ruge con severidad.
–No volverá a pasar.– contesta y baja la mirada.
–Eso esperó, Anni.–advierte, y sale de la habitación azota la puerta con fuerza.
–Niña, Ve a ducharte, y ponte ropa limpia, antes de que David vuelva.–dice Anni.
–No quiero, Me rehusó a obedecer sus órdenes.–niego entre lágrimas.
–¿De verdad crees que David está jugando?,–pregunta tomando mi rostro,–no es asĂ, es capaz de golpearte, y Sabe Dios que más pueda hacer si no haces lo que pide. Te ayudĂ© esta vez, pero no estoy segura si podrĂ© hacerlo de nuevo.
–¿Qué quiere decir?,– pregunto la miro confundida.
–No existe dicha llamada, mentĂ, en este momento debe estar furioso conmigo.–explica.
–¡Dios mĂo!, puede lastimarte.–digo preocupada, no quiero que le haga daño por mi.
–No te preocupes, él es incapaz de hacerme daño. Pero no podré volver ayudarte, por favor, obedece sus órdenes.–asiento, y sale de la habitación, cerrando con llave.
Black de verdad Âżera capaz de golpearme?, por lo visto si. De nuevo estaba sola en esa frĂa habitaciĂłn, sin tener la mĂnima idea de lo que me depara el futuro. El frĂo del suelo sube por todo mi cuerpo, el miedo invade mis entrañas, ÂżQuĂ© pasará?, me pregunto, mientras a mi mente vienen infinitas cosas, ninguna buena, y eso me causa escalofrĂos.
No puedo darme por vencida, Tengo que buscar una forma de salir de esté lugar, no quiero vivir toda mi vida con miedo y sometida a las órdenes de Black.
Es increĂble como la vida te sorprende con duras pruebas, desgraciadamente a mi me a sorprendido muchas veces con duras pruebas, pero sin duda alguna esta es la más difĂcil.
¿La vida Puede ser peor?, me preguntaba; Si, si puede ser mucho más peor, y eso estaba por descubrir.
-Le han mencionado que es usted un hombre bastante solitario.- le dijo, captando la atenciĂłn de Alexandre. Estiro el cuello y ladeo la cabeza para ver a la persona que le hablaba.-Alteza,- dijo sorprendido cuando vio a la joven princesa,-ÂżQuĂ© hace usted aquĂ?.- preguntĂł con intriga. -Lo observo.- contestĂł. -Alteza, deberĂa entrar al salĂłn, la noche es bastante frĂa.-sugiriĂł. -ÂżNo cree que el cielo es precioso?,- preguntĂł alzando la vista al cielo. -Si, lo es,- respondiĂł el joven, haciendo el mismo gesto. Ambos se quedaron por algunos segundos perdidos observando en el gran cielo oscuro. las brillantes estrellas se reflejaban en sus ojos. -No le gusta bailar.- dijo Alice de repente. -Su alteza, Âżesa es una pregunta o una afirmaciĂłn?. -¡oh, por supuesto que es una afirmaciĂłn!, sin embargo me gustarĂa escuchar una respuesta, no sea que lo estĂ© juzgando mal. El joven de inmediato reparĂł la descompostura con la que la princesa le hablĂł. QuitĂł la mirada del cielo y mirĂł a Alice.
La vida de Leanna estuvo llena de dificultades hasta que su tĂo Nate, que no estaba relacionado con ella por sangre, le ofreciĂł un hogar. Se enamorĂł profundamente de Nate, pero este la enviĂł al extranjero porque se iba a casar con otra mujer. Entonces decidiĂł dedicarse a la andrologĂa. A su regreso, se dio a conocer por solucionar problemas de impotencia, eyaculaciĂłn precoz e infertilidad. Un dĂa, Nate la arrinconĂł. "Ves a muchos hombres todos los dĂas, Âżverdad? ÂżPor quĂ© no me revisas para ver si hay algĂşn problema conmigo?". Ella se rio con picardĂa y rápidamente le desabrochĂł el cinturĂłn. "ÂżEs por eso que estás comprometido pero no casado? ÂżEres impotente?". "ÂżQuieres probarme?". "No, no me interesas".
Anoche pasĂ© una noche erĂłtica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que habĂa estado enamorado de mĂ durante tres años me dejĂł y se casĂł rápidamente con una chica rica. Aunque actĂşo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborrachĂ©. Accidentalmente, me encontrĂ© con Ă©l. Él es más que atractivo e increĂblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con Ă©l. Cuando decidĂ olvidarme de todo y seguir adelante, descubrĂ que mi aventura de una noche se convirtiĂł en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Fue un gran dĂa para Camilla. Estaba ansiosa por casarse con su guapo esposo. Desafortunadamente, Ă©l nunca apareciĂł durante toda la ceremonia. Se convirtiĂł en el hazmerreĂr de todos los invitados. En un ataque de rabia, saliĂł con un extraño en su noche de bodas. Se suponĂa que iba a ser una aventura de una noche. Pero para su sorpresa, el hombre se negĂł a superarla. La persiguiĂł incesantemente como si le hubiera robado el corazĂłn esa noche. Camilla no sabĂa quĂ© hacer. ÂżDeberĂa darle una oportunidad? ÂżO simplemente mantenerse alejada de los hombres?
Helen Fonseca, es una chiquilla tierna, dulce e inocente. Tras la enfermedad de su madre se verá obligada a casarse con el CEO de una empresa. Un hombre despiadado, arrogante y mucho mayor que ella, que, además está atado a una silla de ruedas. Podrá Helen cambiar el corazón de ese hombre? ¿O un matrimonio por contrato no permitirá que lleguen a amarse?
Rena se acostĂł con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras Ă©l se sentĂa atraĂdo por su belleza juvenil, lo que se suponĂa que serĂa una aventura de una noche se convirtiĂł en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubriĂł que el corazĂłn de Waylen pertenecĂa a otra mujer. Cuando esa mujer regresĂł, dejĂł de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un dĂa, la pobre chica recibiĂł un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonriĂł y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenĂa a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritĂł: "ÂżCĂłmo diablos lograste seguir adelante? ¡PensĂ© que solo me amabas a mĂ!". "¡Es pasado!", Rena se burlĂł, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tĂş fuiste quien pidiĂł la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al dĂa siguiente, Rena recibiĂł un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien habĂa transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareciĂł, se arrodillĂł frente a ella y dijo: "ÂżPuedo saltarme la fila, Rena? TodavĂa te quiero".
Eden McBride pasĂł toda su vida siguiendo las pautas de la sociedad. Pero cuando su prometido la dejĂł un mes antes de su boda, Eden deja de seguir las reglas. Una furia insaciable es justo lo que recomienda el mĂ©dico para su corazĂłn roto. No, en realidad no era asĂ. Sin embargo, era lo que necesitaba Eden. Liam Anderson, el heredero de la empresa de logĂstica más grande de Rock Union, era el tipo perfecto. Apodado el PrĂncipe de los Tres Meses porque nunca estaba con la misma chica por más de tres meses, Liam habĂa tenido una buena cantidad de aventuras de una noche y no espera que Eden sea nada más que eso. Cuando se despertĂł y la encontrĂł con su camisa de mezclilla favorita, Liam comenzĂł a estar irritado, pero extrañamente intrigado. Ninguna mujer habĂa abandonado su cama voluntariamente ni le habĂa robado. Eden habĂa hecho ambas cosas. Necesitaba encontrarla y arreglar las cuentas. Pero en una ciudad de más de cinco millones de habitantes, encontrar a una persona era como buscar una aguja en un paja. No se vieron hasta que el destino los volviĂł a reunir dos años despuĂ©s. Eden ya no era la chica ingenua que era cuando saltĂł a la cama de Liam; en ese momento tenĂa un secreto que proteger a toda costa. Liam estaba decidido a conseguir todo lo que Eden le robĂł, y no fue solo su camisa.