Lily Rousse ha decidido quitarse la vida lanzándose por un puente. Pero una mano la toma con fuerza cuando estaba a punto de caer al vacío. Su mayor secreto ha sido revelado a la persona que menos imaginaba: Alejandro, el nuevo coordinador del centro de desarrollo donde trabaja como profesora. Ella toda su vida ha escondido su verdadero rostro de las personas que la rodean y ahora el hombre en quien menos confía lo sabe. Ha trazado todo un plan para lograr dejar de vivir, pero ha sido estropeado y la ha dejado con su mayor miedo latiendo a flor de piel: ser vulnerable ante una persona. Poco a poco las caras de Lily Rousse comienzan a romperse y sus ganas de vivir florecen mucho más. ¿Podrá cumplir su plan de acabar con su vida o volverá a tener una mano que la salve del vacío profundo que está debajo de sus pies?
Yo creí estar enamorada de él, de aquel joven profesor que daba clase en la fundación de desarrollo integral en el que era voluntaria para ayudar a los niños con problemas en la materia de lengua castellana, pero nunca le dije lo que sentía, tampoco nunca tuve intención de hacerlo. Al principio pensé que era por vergüenza, después descubrí que se trataba de inseguridad; pero ahora eso no importa, porque estoy a punto de subir a un avión para irme lejos de aquí, al lado de alguien que sabe mis sentimientos a la perfección.
Hablo de él: de ese joven que me abrazó las muchas veces que mi cuerpo temblaba y jugaba con mi cabello cuando quería hacerme sonreír.
¿Por qué me quiero ir lejos? Bueno, no crean que estoy escapando, en realidad, es un plan que vengo organizando desde hace mucho. Iremos a cumplir una meta y es él la razón para que yo quiera aventurarme a cruzar todo un continente.
Todo comenzó ese día que veía al joven profesor abrir la puerta del salón de clases y caminaba por el pasillo ignorándome por completo. A veces pensaba que daba clases allí a los niños porque quería estar cerca de él, observarlo, conocer sus manías y diálogos aprendidos, pero después recordaba los problemas que había en mi casa y entendía que esa era la única razón.
Mi rutina consistía en levantarme temprano, ir a cursar en la universidad en las mañanas y en las tardes ir al centro de desarrollo integral para darle los refuerzos al grupo de niños. Hacía lo que fuera por no estar en mi casa y soportar a mi padre. Me entristecía por mi madre que copiaba a mi padre en todas sus creencias retorcidas. Me entristecía porque a ella sí la quería, pero no era capaz de soportar más de dos horas en una conversación con ellos.
Estaba ahí: viéndolo avanzar por el pasillo con ese porte engalanado, su espalda ancha y piel trigueña que combinaba muy bien con sus ojos color café. Y yo, como muy buena tonta, no era capaz de hablar con él, nunca llegué a dirigirle la palabra, a menos que estuviera en un grupo y yo me acercara para hablar con ellos y los saludara -incluyéndolo a él en aquel saludo-.
Ese día quería hablarle. Justamente esa tarde en aquel pasillo mis labios se entreabrieron y mi corazón palpitó como loco al ser consciente de la idea que rondaba en mi cabeza.
Pero ella llegó: su novia. Con una amplia sonrisa se acercó a él y mientras conversaban, ella llevó una mano hasta su mejilla y lo acarició. Yo no podía ver su reacción, pero estaba segura que debía sonreírle, porque todos en el centro de desarrollo decían que estaba más que enamorado.
Y fue así como mi idea de hablarle una vez más se esfumó de mi mente. Yo no tenía posibilidad alguna de llegar a tener algo con él o que al menos llegara a sentir algo por mí, porque únicamente tenía ojos para ella: Ana, su novia.
Yo, Lily Rousse, soy la chica que está detrás de ellos, observándolos a la distancia, sin oportunidad alguna de ser correspondida.
Después que terminé de dar mis clases, cuando ya me despedí de todos los niños y limpié el salón, tomé mi bolso y me despedí de los otros profesores.
Una vez más estaba caminando por la larga y solitaria calle llena de árboles de robles florecidos que dan una pomposa panorámica; una muy hermosa si vas tomada de la mano de tu novio: uno que yo no tengo.
Siempre me he preguntado dónde estará el hombre de mi vida. Si es cierto que existe, ¡¿dónde está que no aparece?! Llevo veinte años esperándolo y dentro de poco serán veintiuno, me voy a volver vieja y amargada esperando a que llegue. Con eso de que las mujeres no debemos perseguir a los hombres, sino esperar a que lleguen a nosotras... Me gustaría aclararle a la persona que dijo eso que hay algunas excepciones: nosotras, las desgraciadas en el amor que nada nos sale bien, creo que deberíamos amarrarnos bien un moño y salir a buscar al hombre de nuestra vida o al menos un prospecto que se le parezca. Porque existimos unas mujeres (creo que también debo incluir hombres) que, aunque tengan buen rostro, porte o actitud, en el amor tenemos mala suerte, ¿por qué? Nadie lo sabe, simplemente es así, nacimos con mala suerte.
Al final de la calle llena de robles hay un puente, debajo de él pasa un río que está un poco seco, así que se puede apreciar las rocas en su interior. Recuerdo que hace un año atrás una mujer se aventó con su hijo de aquel puente, yo no lo vi en persona, pero sí me pasaron el video. Recuerdo haber dormido mal por varios días debido a la conmoción que tuve.
Al caminar por el puente me detuve cerca de la baranda amarilla y observé el vacío. Estaba a una gran altura y dicen que nadie queda vivo si llega a lanzarse desde este puente, por eso creo que la mujer decidió venir justamente a este, porque sabía que ella ni su hijo quedarían vivos.
Esa tarde no quería regresar a casa, tampoco tenía un lugar al cual acudir. El dolor en mi pecho me ahogaba y mis ojos cristalizados estaban a punto de derramarse. Saqué el celular de mi bolso que colgaba en mi hombro derecho y busqué algún contacto al cual poder acudir, pero como si fuera una burla de la vida, no había absolutamente nadie.
Mientras mis labios temblaban y las lágrimas comenzaban a rodar por mis mejillas, observé en la pantalla el ícono en WhatsApp de un grupo de lectura en el cual estaba incluida. Tengo varios amigos virtuales allí, así que, en un acto de soledad, decidí escribir mi despedida:
Adiós, compañeros.
Después de escribir aquello, llevé mis manos temblorosas a la baranda y volví a observar el vacío, subí una pierna al peldaño metálico y una fuerte brisa sopló desorganizando mi cabello. Por mi mente pasaron muchos recuerdos de mi niñez que me demostraba lo sola que había estado en toda mi vida.
Mi celular que aún sostenía mi mano derecha comenzó a timbrar, algo que me desconcertó muchísimo. Revisé la pantalla y mi confusión creció más al darme cuenta que se trataba de un número internacional.
Con algo así mi acto de suicidio tuvo que esperar unos segundos, porque nunca en mi vida había recibido una llamada internacional y la curiosidad me estaba matando.
-Haló -contesté tratando de arreglar mi voz lo más que pude para que no se notara que estaba llorando.
-Hola -saludó la voz de un hombre, era algo ronca y con tono un tanto tranquilizador-, soy Gabriel, del grupo de lectura.
Por un momento fruncí mi rostro al no comprender cuál era el punto de aquel joven que me llamaba, pero después mi corazón dio un vuelco al recordar que acababa de despedirme en el grupo de lectura y que seguramente más de veinte personas ya habrían visto el mensaje.
-Mirá... yo no sé por qué problemas estarás pasando, pero quiero recordarte que hay muchas personas que te quieren y se preocupan por ti -dijo y enseguida noté su acento argentino que no se lo quitaba nadie.
-¿De qué estás hablando? -inquirí tajante y algo avergonzada.
-Yo sé que no nos conocemos, que nunca hemos hablado, pero pude notar en tu mensaje que estabas a punto de hacer algo que... bueno, sabés muy bien qué estás a punto de hacer y me gustaría que reflexionaras un poco.
-No sé de qué estás hablando -refuté-, sólo... envié ese mensaje porque... Porque me voy a salir del grupo, eso es todo.
-Lily, así es como te llamás, ¿verdad?
-Sí...
-No hace mucho tuve que enterrar a un perro que estuvo conmigo todo un año, murió de hepatitis, no pudimos salvarlo, se llamaba Logan; como el de los X-Men, ¿has visto esas películas?
-Sí, llega al punto -solté irritada.
-Bueno, lo que sucede es que tuve que pasar por un duelo muy terrible, Logan era mi compañero, el que siempre estaba ahí en los momentos cuando no podía más y lo perdí: perdí a mi compañero de travesía. Sé cómo te sentís, parece que no hay salida, que no encontrás la solución a los problemas y mucho menos a alguien con quien hablar. Sé que no nos conocemos, que vos no me tenés confianza, pero si en algún momento querés desahogarte y hablar con alguien, que te escuchen, este es mi número, simplemente tenés que timbrarme y yo muy gustoso podría escucharte.
-¿Acaso eres psicólogo o qué?
-No, para nada, estudio cine y audiovisuales.
-Ah... -solté desinteresada, no había necesidad de enterarme que era estudiante de una de las carreras más locas que había conocido; ahí la razón para que estuviera hablando con un desconocido que vivía al otro lado del continente.
-Por favor, Lily, no tomés esa decisión ahora, ¿sí?
Me di cuenta que estaba pasando una pareja por el puente y solté un bufido al ver que se detuvieron a observar la panorámica que daba el puente.
-No te preocupes, ya lo arruinaste todo -gruñí y colgué.
Caminé cabizbaja rumbo a la parada de bus para regresar a casa. Tenía un desagradable sentimiento en mi pecho, me sentía avergonzada por lo que estuve a punto de hacer y más que no supe ocultarlo y ese loco joven me había descubierto.
Cuando ya estaba subida en el bus, revisé los muchos mensajes que había en el grupo de lectura, me preguntaban el por qué me estaba despidiendo y algunos de ellos tuvieron el impulso de escribirme al interno preguntándome si estaba bien, si podían ayudar en algo. Allí entendí que el que ese tal Gabriel me llamara no era tan sorprendente, sólo fue algo más atrevido que los otros.
Por algún motivo me sentía algo aliviada al ver que, aunque no conociera a todas esas personas, podía llegar a interesarle a alguien en un rincón del mundo. Pero eso era un arma de doble filo porque no los podía tocar, no podía recibir un abrazo reconfortante o llorar en un hombro.
"Vaya, estás conectada, no te imaginas el alivio que me da el saber que aún sigues con vida".
Recibí un mensaje que tenía como foto de perfil en WhatsApp a un perro husky siberiano. Fácilmente deduje que se trataba de Gabriel y que aquel era su perrito muerto del cual me había hablado.
Esa fue nuestra primera interacción y el comienzo de mi larga historia. Sin saber que Gabriel sólo era un escalón que debía subir para encontrarme con esa persona que me haría romper todas mis caras.
Penélope está decidida a quedar embarazada, lo ha planeado por años. Ha decidido que el hombre perfecto para esta misión es Alessandro Bacheli: él podrá mejorar su descendencia. Pero tiene un problema: él parece que la odia, así que deberá idear un plan para arrastrarlo hasta su cama todas las veces que sean necesarias, hasta que quede embarazada. Lo que Penélope no sabe es que hay alguien que también la tiene en la mira y necesita que ella lleve una sortija de compromiso: Alessandro Bacheli. Su padre al descubrir que tiene una aventura con una mujer casada le ha exigido que consiga una esposa para fin de año o de lo contrario lo va a desheredar. Y él sabe que si debe obligarse a tener esposa la única idónea para ese puesto es Penélope, porque al menos con ella sabe a qué atenerse. ¿El problema? Penélope no se ve para nada interesada en querer contraer matrimonio.
La vida de Valentina nunca había sido feliz. Su tristeza tiene nombre: Marko Rumanof, el magnate de los diamantes. De adolescente se encargó de ser su mayor acosador y de adulto era el jefe despiadado que le generaba sus mayores pesadillas. Pero a la vida de Valentina llegó un poco de felicidad: Lorenzo. No se podría decir que estaban enamorados, realmente, su relación era más de compañerismo y protección. Apenas necesitaron dos meses para decidir casarse. Y bastó un mes para que Marko Rumanof le quitara la vida a Lorenzo. Encubrieron la muerte de Lorenzo como un accidente automovilístico y dejaron el corazón de Valentina agonizando en sus manos. Todos los días debía ver el rostro del asesino de su esposo y acatar sus órdenes. Pero el tiempo todo lo cura y es justamente tiempo lo que necesita Valentina para destruir la vida de Marko Rumanof y hacerlo arrodillarse ante ella, implorando piedad. Ha decidido quitarle lo que más ama: su inmensa fortuna, fama y la perfecta relación amorosa que ha sostenido por diez años. Y todo lo hará sin que él pueda notarlo, porque, cuando tienes a tu agresor tan cerca, aprendes a reconocer sus mayores debilidades. Ha comenzado el juego de la amarga venganza y no siempre es el más fuerte quien sale ganando.
¿Puede funcionar un matrimonio por interés? Danna es la hija menor de una familia adinerada con un importante apellido, está acostumbrada a estar rodeada de lujos, aunque, todo esto termina en un arrepentido momento donde se entera que le han robado a su padre el préstamo que hizo en el banco y ahora han quedado con grandes deudas las cuales no pueden pagar. Es allí cuando a su vida entra un joven llamado Daniel. Él, al enterarse de la situación de la chica, decide ayudarla, pero con una condición, debe casarse con él. Ahora su familia tratará de hacer todo lo posible por casarse con Daniel, pero ella ama a otro hombre y debe elegir entre fortuna y amor.
Camila, Neyret, Sandrid y Eliana son unas amigas muy cercanas que pasan por mal de amores y para su mala suerte, tienen que ver a los chicos que han roto sus corazones todos los días porque ellos son sus compañeros de clases y entre todos son un grupo inseparable. Neyret es la que se encuentra con una gran mala suerte al estar enamorada del hermano mayor de Camila y entre todas idean un plan para hacer que el chico se fije en ella buscando a Sebastián, un joven mujeriego que es amigo de Camila y le proponen hacerse pasar por novio de Neyret para así hacer que Cristian se fije en ella, pero, ¿será esto posible? ¿Y qué sucederá con las demás, podrán conquistar a los chicos de los cuales están enamoradas?
Camila era una dulce joven con unos kilos de más que amaba probar todo tipo de platos. Desde pequeña tuvo un grupo de amigos en los que se encontraba Luis Ángel, un chico genio que será el heredero de todo un imperio cuando sea mayor de edad. Camila un día se da cuenta que está enamorada de Luis Ángel y al tener baja autoestima decide bajar de peso, aunque, un día en medio de un juego Luis Ángel le pregunta si quiere ser su novia, algo que nadie imaginaba que llegaría a pasar. Camila comienza un debate interno al no poder creer que es la novia del chico que parece ser perfecto, aunque, todos sospechan de aquella relación al no saber las intenciones de Luis Ángel. ¿Será que Luis Ángel sólo quiere jugar con los sentimientos de Camila?
Cuando la humanidad logró viajar a través de sus sueños, encontró la perfección. Ahora los humanos llegan a vivir quinientos años y viajan a diferentes dimensiones mientras sueñan. Pero en este mundo perfecto, se pueden encontrar irregularidades, como la que acabó de hallar Adem, se ha dado cuenta que le bloquearon en el pasado sus recuerdos de la infancia, específicamente, sus vivencias al lado de Jara Adelina Darmy. Su padre le ha pedido que no investigue las razones del por qué le bloquearon los recuerdos, ya que ella está rodeada de la Élite de Soñadores Oficiales, un selecto grupo que controla todo el planeta Tierra y los cuales fueron los responsables de bloquearle los recuerdos cuando apenas era un niño. Si Adem comienza a investigar lo que la élite del mundo está intentando ocultar, su vida comenzará a correr peligro. Adem, quien ahora sabe que nació para ser un soñador de rango alto al lado de Jara Adelina Darmy, se ha propuesto entrar al CCI, la segunda academia más prestigiosa del mundo y en la cual se entrenan a los nuevos miembros de la Élite. De puertas hacia afuera, el CCI se ve como la escuela perfecta, exclusiva, donde apenas el 3% de sus aspirantes son admitidos y de la cual se han graduado los mejores Soñadores Oficiales, entre ellos, Jara Adelina Darmy. Pero de puertas hacia adentro, existe una logia que no permitirá que los secretos que guardan las gruesas paredes del CCI salgan a la luz.
Hace tres años, la familia Moore se opuso a la decisión de Charles Moore de casarse con su amada mujer y seleccionó a Scarlett Evans como su novia. Pero Charles no la amaba. De hecho, la odiaba. Poco después de la boda, Scarlett recibió una oferta de la universidad de sus sueños y se lanzó sobre ella. Tres años más tarde, la amada mujer de Charles cayó terriblemente enferma. Para cumplir su último deseo, él llamó a Scarlett y le presentó un acuerdo de divorcio. La joven estaba profundamente herida por la abrupta decisión de su esposo, pero ella decidió dejarlo libre y aceptó firmar los papeles. Sin embargo, Charles pareció retrasar el proceso deliberadamente, dejando a Scarlett confundida y frustrada. Ahora, Scarlett estaba atrapada en las consecuencias de la indecisión de Charles. ¿Sería capaz de liberarse de él? ¿Charles eventualmente entraría en razón y enfrentaría sus verdaderos sentimientos?
Jacob Morgan se ve obligado a contraer matrimonio por obligación su única intención es salvar su compañía de la bancarrota asumiendo el liderazgo de las empresas Morgan, puesto que es batallado por su primo Derek, a regañadientes acepta un encuentro orquestado por su madre con Natalia Redmond de inmediato queda prendado por la belleza de la dulce e inocente chica, pero rápidamente se da cuenta que sus exigencias no serán bien recibidas por la joven cuyo carácter obstinado se convierte en la horma de su zapato, lo que ignora Jacob es que Natalia oculta sus verdaderas intenciones al aceptar el matrimonio. Muchos secretos, muchas intrigas y muchos obstáculos. ¿Qué pasará cuando Jacob descubra la verdadera razón por la que Natalia acepta ser su esposa?
"Tú necesitas una novia y yo un novio. ¿Por qué no nos casamos?". Abandonados ambos en el altar, Elyse decidió casarse con el desconocido discapacitado del local de al lado. Compadecida de su estado, la chica prometió mimarlo una vez casados, pero no sabía que en realidad era un poderoso magnate. Jayden pensaba que Elyse se había casado con él solo por su dinero, por eso planeaba divorciarse cuando ya no le fuera útil. Sin embargo, tras convertirse en su marido, él se enfrentó a un nuevo dilema: "Ella sigue pidiéndome el divorcio, ¡pero yo no quiero! ¿Qué debo hacer?".
Después de tres años de matrimonio sin amor, la traición de Neil hirió profundamente a Katelyn. Ella no perdió tiempo y rápidamente se deshizo de ese canalla. Tras el divorcio, se dedicó a su carrera profesional. Alcanzó la fama como diseñadora, doctora y hacker brillante, y se convirtió en un icono venerado. Neil, consciente de su grave error, intentó en vano reconquistarla, solo para presenciar su magnífica boda con otro. Mientras sus votos se retransmitían en la mayor valla publicitaria del mundo, Vincent deslizó un anillo en el dedo de Katelyn y declaró: "Katelyn es ahora mi esposa, un tesoro de valor incalculable. Que todos los que la codicien tengan cuidado".
El amor es ciego. Lucinda renunció a su acomodada vida por un hombre. Se casó con él y se ocupó de todo durante tres largos años. Un día se le cayeron las escamas de los ojos. Se dio cuenta de que todos sus esfuerzos habían sido en vano. Su marido, Nathaniel, siempre la trataba como a una mierda, porque su amor ya pertenecía a otra mujer. Se dijo a sí misma: "¡Ya basta! He terminado de malgastar mi tiempo con un hombre desagradecido". El corazón de Lucinda se rompió en pedazos, pero de todos modos, reunió el valor para pedir el divorcio. La noticia causó un gran revuelo en Internet. ¿Una joven rica que acababa de divorciarse de su marido? ¡La mujer soñada! Innumerables directores ejecutivos y jóvenes apuestos acudieron a ella como abejas a la miel. Nathaniel no aguantó más. Dio una rueda de prensa y suplicó con los ojos llorosos: "Te quiero, Lucinda. No puedo vivir sin ti. Por favor, vuelve a mí". ¿Le dará Lucinda una segunda oportunidad? Siga leyendo para descubrirlo.
Kaitlin se enamoró de Alan a primera vista, pero no consiguió conquistar su corazón ni siquiera después de tres años de matrimonio. Cuando su vida estaba en juego, él lloraba ante la tumba de su amada. Eso fue la gota que colmó el vaso. "Divorciémonos, Alan", dijo Kaitlin. Después del divorcio, Kaitlin prosperó en su nueva vida, ganando fama internacional como diseñadora. Recuperó la memoria y reivindicó su legítima identidad como heredera de un imperio joyero, al tiempo que asumía su nuevo papel como madre de dos preciosos gemelos. El pánico se apoderó de Alan cuando vio a los pretendientes alrededor de su exesposa. "Me equivoqué, cariño. Por favor, déjame ver a nuestros hijos", le suplicó Alan.