![Lo que llaman un amor desastroso [Libro II]](https://cos-spres.cdreader.com/site-375(new)/0/12887/coverbig.jpg?v=0f467a4e841bd28a7c14999baa12ee4f)
Dos mundos, dos caminos, y dos personas destinadas a estar juntas. Un pasado que no se olvida, una vida tan falsa, como la que parece la realidad, y una sola verdad. El reencuentro de dos almas perdidas, puede ser el despertar del diablo, y hasta el despertar de los más sucios pensamientos. Nada aquà puede ser igual, pero está escrito que no todos serán felices: el corazón llorará, las espinas se clavaran en la piel desatando el peor dolor, y el infierno les dará la bienvenida.
Lo que llaman un amor desastroso.
CapÃtulo 1: Ella ha vuelto.
-Betsy Blair-
-SabÃa que mi corazón no me podÃa fallar -no tenÃa la menor idea de qué hacer al verla de nuevo. Mi corazón quiere salirse y por más que la tenga en mis brazos no siento que ella sienta la misma alegrÃa y nostalgia de verme-. No podÃas estar muerta.
Me aparta con rapidez y me mira de pies a cabeza. Parece que no me reconoce.
-¿Quién eres? -me rio al pensar que es una broma, y me frena-. ¿Pregunté quién eres? ¿De dónde saliste? -ya no era gracioso que hiciera como que no me conoce. Ya sé que mi ropa está húmeda y mi cabello despeinado por el agua lluvia de hace un rato, pero tampoco estoy tan desastrosa como para que no me reconozca.
-¡Joder, LÃa, ya no es chistoso! -La empujo por su brazo y ella me mira sin entender-. Soy Betsy, la chica loca que más quieres y no puedes estar sin ella -sonrÃo-. Venga, ya no hagas que no sabes quién soy. Yo sabÃa que estabas viva, que algo no estaba bien cuando tus papás dijeron que te habÃan desconectado.
Me mira como si tratara de recordar algo, y aprieta sus ojos negando con su cabeza. Tomo sus manos y solo las sostiene por segundos.
-No tengo idea quién eres, y menos de dónde saliste. No me gusta que tengas esas confianzas conmigo, yo apenas vengo llegando a esta ciudad -su petulancia me deja claro que ella no tiene idea quien soy. Quiero llorar aquÃ, pero no lo hago-. Te pediré que no me vuelvas hablar, y mucho menos a tocar. Mantén tu distancia.
Da la vuelta para irse y con un trozo en mi garganta le susurro.
-Dijiste que hasta en otra vida me ibas a amar.
Me mira sobre su hombro.
-¿Amarte? -camina hacia mÃ-. Aquà no tengo registro tuyo -con sus dedos me toca la cabeza-, y en mi corazón no hay indicios que alguna vez te amé. Las otras vidas no existen.
-Tú dijiste que sà existÃan.
-¡Y ahora digo que no! -Ataca-. No sé quién eres y ya bájale a tu plan ridÃculo de enamoradas. Yo no te conozco.
Abro mis ojos al sentir la primera gota de agua lluvia en mi cuerpo. Miro a Keisyth correr a mi lado para buscar dónde escondernos y recuerdo que cerca hay una enramada y ahà vamos. Los recuerdos de aquella vez donde vi a LÃa en la editorial jamás se irán. No dejo de pensar que sea ella, nadie más puede parecerse a ella y tener esos ojos tan lindos que recuerdo todo el tiempo. SentÃa doler hasta mi piel ese dÃa cuando ella no me recordó, y aunque lloré como una bebé, ahà estuvo Keisyth. ¿Quién es ella? La misma chica que secó mis lágrimas aquel dÃa en la editorial. La que me dijo que no llorara.
-Esos ojitos solo pueden estar asà de triste por una sola persona -no me molesto en mirarla-. LÃa.
-No puedo sacar de mi cabeza la imagen de ella -esta vez tampoco la miro-. Nadie puede parecerse tanto a LÃa, pero lo que no entiendo es por qué no me reconoció, por qué parecÃa tan indiferente a mÃ.
-Debes dejar ir ese recuerdo que solo te está haciendo daño -Keisyth me toma por el mentón para que la mire-. Ella ya no está, ha muerto, y debes dejar ir su recuerdo. A ti te duele recordarla, y a mà me duele ver que no puedes olvidarla.
-Le dije que no podrÃa olvidarla, aunque no estuviéramos juntas, y nadie va a lograr que la olvide.
-¿Ni siquiera yo?
-Ni siquiera tú.
No estaba mintiendo cuando le decÃa que ella no podrÃa cambiar mis sentimientos hacia LÃa, y no es que sea cruel, simplemente la verdad duele menos que una cruda mentira. Hace meses Keisyth está conmigo, y nunca he tratado de ocultar lo que siento, no quiero que pase lo mismo que pasó con Mafe.
He querido dejar todo de un lado y hacer como si nada hubiera pasado, pero mi pasado me persigue a donde voy. Cuando pasó lo de la muerte de LÃa, los señores Sellers se fueron de la ciudad, pero ellos nunca movieron un dedo para sacar a Berni del centro de rehabilitación. Y no es porque ellos no supieran que ella estaba allÃ, simplemente les daba vergüenza saber que tenÃan una hija que en algún momento tuvo problemas con el alcohol y algunas sustancias dañinas.
Parece extraño, pero es tan real que mis amigos y yo nos alejamos, hasta el punto de solo darnos una sonrisa al vernos por los pasillos de la universidad, o en el salón. «Nuestra amistad estaba quebrada». No les tengo rencor por el hecho de alejarnos, pero me duele que me hayan culpado de lo que pasó hace algunos meses. Tal vez hice mal en gritarle a Brian que era un cobarde por regresar a casa de sus papás, pero estaba enojada de saber que él por el dolor de la muerte de Carper y la falta de dinero regresara a su casa. SÃ, haciendo como si le gustarán las niñas, y mandando al demonio al chico con que vivÃa.
No estaba de acuerdo que regresara con esos señores que le hicieron tanto daño, solo por ser homosexual. Hace menos de dos meses regresó mi padre a casa, y me enteré de que se alejó porque se enteró de que yo era lesbiana. Yo siempre lo extrañé, preguntaba por él, y mamá decÃa que por su trabajo no podÃa venir, y todo era mentira: papá no querÃa estar cerca de mÃ. Fue doloroso saber la verdad, pero no he permitido que papá se meta en mi vida, cuando fue él el que nos dejó a mamá y a mÃ.
-Hola -me saluda Evangelina cuando me ve llegar. Berni decidió dejar el centro, y no conozco sus razones, pero deben ser muy poderosas para que ella quiera irse de aquÃ-. Berni te está esperando, está en su habitación.
-Hola, Eva -le digo antes de irme directo a la habitación donde se queda mi amiga. A ella la venÃa a ver cada vez que tenÃa visita, no querÃa dejarla sola, asà como un dÃa ella y los chicos me dejaron.
Tiene en la cama sus maletas, y al verme me sonrÃe. La abrazo por unos segundos y ella hace lo mismo, hasta que nos alejamos.
Me mira dejando salir aire por su boca.
-¿Ya lo sabes? -juega con sus manos-. Mis papás vuelven a la ciudad esta tarde.
Tampoco es que me interese verlos.
-No lo sabÃa, ¿te quedarás con ellos? -hace silencio-. Berni, ¿sales de aquà porque ellos te lo han pedido o pasó algo?
-Ella ha vuelto.
-¿Quién es ella? No te entiendo nada.
-Mi hermana.
-Por Dios, Berni -me rio-. Tu hermana Judith volvió hace rato, ¿o ya se te olvidó que vino aquà a gritarte que le habÃas arrebatado el cariño de sus papás?
-No hablo de esa tipa -hace una pausa-, hablo de LÃa.
Esto tenÃa que ser una broma de mal gusto. Yo la miré a ella llorar por la muerte de su hermana, y refugiarse en este maldito lugar. Siento mi corazón acelerarse, igual que mi pulso. Sin más las lágrimas salen por sà solas, y me siento en la cama, cubriendo mi cara con mis manos y dejando salir el llanto que llevo atascado en mi garganta. Siento unos brazos llevarme hasta su pecho, y por más que quiera ser fuerte no tengo idea qué decir o pensar. Me he tragado palabras que nunca pude decir, he ocultado mis miedos por estar sumergida en el dolor, y ahora ya no sé cómo controlarme.
-¿Có... cómo que ella ha vuelvo? -balbuceo en medio del llanto, y la alejo de mÃ-. Te vi llorar por la muerte de tu hermana, vi su cuerpo tan pálido como los copos de nieve, y tú me sales con que ella ha vuelto -me levanto, pero en medio de mi llanto cubro mis ojos con mis antebrazos-. Dime que esto es real, ¡dÃmelo!
Solo la veo secarse las lágrimas.
-No lo sé -es todo lo que dice.
-Quiero saber la verdad -me arrodillo enfrente de ella-. Llevo meses sintiéndome culpable por la muerte de LÃa, todos me señalaban, y ahora que me dices que ella ha regresado yo no tengo la menor idea qué pasó. Tu papá me dijo que ella habÃa quedado en estado vegetal, yo miré cómo la desconectaron. ¡Mierda, Berni! ¡Dime qué demonios está pasando!
-De verdad no sé qué pasó, mis papás dijeron que ella murió, y yo les creà todo este tiempo. Hasta hace dos dÃas que recibà una llamada de ella, diciendo que querÃa verme y aclarar muchas cosas -seca mis lágrimas-. Yo estaba segura de que era una broma de alguien estúpido con ganas de joder, pero no era asÃ. Mi hermana era quien me estaba llamando, ella me dijo cosas que solo las dos sabemos, que nadie más pude saberlas.
-¿Sabes? Hace meses la vi en una editorial, y ella decÃa que no se acordaba de mÃ, incluso le dije algo que habÃamos hablado solo las dos, y no lo recordó. Pensé que era una broma, pero de verdad esa no era la LÃa que yo conocÃa -paso mi mano por mi nuca, tratando de asimilar esto-. ParecÃa tan indiferente a mÃ, que me dolió. Llegué a pensar que no era LÃa, pero ahora con lo que dices confirmo que ella está viva.
-¿Por qué mis papás nos mintieron? ¿Por qué en casi un año LÃa no me buscó? ¿Por qué no se acordó de ti? ¡Arg! Quiero saber qué diablos está pasando, estoy vuelta un lÃo.
-Mi cabeza es un caos.
Tantas preguntas sin respuestas me tienen al borde del colapso, ya no sé qué hacer o qué decir. Si LÃa no apareció en todos estos meses, ¿dónde está? ¿Dónde estuvo metida?
-Llegó la hora de enfrentar a mis papás, ellos nos tienen que decir qué pasó con LÃa, y por qué nos hicieron creer algo que no es cierto.
-Necesito respuestas, y tus papás me las van a dar, una a una.
No estaba dispuesta a soportar otra mentira, ya suficiente tengo con el dolor que tengo en mi pecho por enterarme de la verdad a medias. Tengo mil dudas dentro de mi cabeza, necesito saber dónde está LÃa, y por qué no me reconoció aquella vez cuando hablamos.
-Mi vida será un completo caos desde hoy.
¿Un error? Asà lo llamaron muchos. ¿Un amor? Asà lo llamábamos nosotras. ¿La sociedad? Nos tachó de enfermas. ¿Lo que llaman un amor prohibido? ¡Ja, absurdo! Todos los amores son libres de expresarse si son sinceros. ¿Todo cambió? SÃ, exactamente ese dÃa donde mi vida pasó de ser tranquila a convertirse en un problema donde todo se fue al barranco más profundo. ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Con quién? Muchas preguntas que a la larga tendrán una respuesta, pero ahora solo quiero que sepan que me enamoré de… lo que llaman un amor prohibido.
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