/0/14934/coverbig.jpg?v=e52d6d74f3734a827d045bbe087a7ee1)
Ava Smith, una joven que lucha por encontrar un trabajo y pagar su deuda estudiantil decide convertirse en la niñera de la hija de Kevin Moreno, padre soltero y exitoso hombre de negocios. Kevin lleva cinco años soltero y no puede evitar empezar a desarrollar fuertes sentimientos por la hermosa niñera de su hija. La desea y no va a dejar que nada ni nadie se interponga en su camino.
AVA
-Vale, está bien Ava. Este hombre necesita una niñera y te ha elegido a ti. ¿Qué es lo peor que podría pasar?-. Suspiro dispuesta a pulsar el timbre, pero entonces retiro rápidamente la mano y respiro hondo. -Venga. Deja de ponerte nerviosa-. Voy de nuevo a por el botón, pero salto al oír una voz.
-¿Has terminado de hablar sola, Ángel?-. Miro a mi alrededor sobresaltada.
-Me estoy volviendo loca-. Susurro para mis adentros y me ajusto la bolsa al hombro.
-No, no lo estás-. La voz se ríe. -¿Cómo te llamas? -Pregunta la voz grave.
-A-Ava Smith-. Las puertas del portal se abren. -Así que voy a entrar, ¿vale?-. Levanto la vista y diviso una cámara, le hago un gesto con el pulgar y me acerco lentamente a las grandes puertas dobles.
La puerta se abre y juro que todo el oxígeno se escapa de mis pulmones.
Este hombre es una especie de dios griego. Lleva un traje negro que resalta cada músculo de su cuerpo y lleva el pelo oscuro recogido en un moño.
Vaya.
-Eres la niñera de mi hija. Me llamo Kevin, mi hija está durmiendo la siesta-. Le doy la mano y se aparta para que pueda entrar.
Una vez que ha cerrado la puerta me doy la vuelta para mirarle.
-Soy Ava-. Asiento con la cabeza.
-Lo sé, Ángel-. Sonríe.
Ah, sí. Claro que lo sabe.
-Lo siento. -Me acomodo un mechón de pelo detrás de la oreja y miro la casa de aspecto moderno.
-Tienes una casa preciosa-. Le hago un cumplido y al volver la vista me miro fijamente. -He dicho que tienes una casa preciosa-. Repito tratando de llamar su atención.
-Lo siento, gracias. Sacude la cabeza y sonríe. -Iré a despertar a mi hija, puede que esté un poco gruñona porque odia que la despierten de sus siestas-. Me informa y sube las escaleras.
Me quedo de pie junto a la puerta sin saber qué hacer.
Un par de minutos después, Kevin camina hacia mí con una niña de aspecto cansado en brazos.
-Esta es mi princesa, Lily. Lo es todo para mí-. Sonríe, pellizcando sus mejillas regordetas.
-Hola Lily, soy Ava-. Sonrío. Ella me mira y chilla, sonriéndome.
-No ve a muchas mujeres, teniendo en cuenta que solo somos ella y yo. Probablemente, piensa que eres una princesa, por eso está tan emocionada-me dice Kevin. Asiento con la cabeza y decido que es mejor no preguntar dónde está su madre.
-¡Princesa!- Grita y me tiende la mano. Miro a Kevin y él asiente con la cabeza. Le quito a Lily de los brazos y la abrazo. -Bonita-. Dice admirada, mientras juega con mi pelo.
-Tú también eres muy guapa-. Le sonrío y sus grandes ojos marrones se abren de par en par.
-¡Papá dice que yo también soy guapa!-. Me rodea el cuello con las manos y me abraza.
No puedo evitar sorprenderme de lo bueno que es su vocabulario.
-¿Cuántos años tienes, Lily? -Me levanta cuatro dedos.
-Cuatro. Es pequeñita.
-Princesa, Ava va a cuidar de ti cuando yo no esté-. Kevin se acerca a nosotros y mi corazón empieza a acelerarse.
¿Qué carajo?
-¿Te vas?- Ella frunce el ceño, sus labios empiezan a temblar y sus ojos a humedecerse.
-Sabes que tengo que hacerlo, cariño. ¿Qué ha dicho papá sobre llorar?-. Kevin frunce el ceño y le besa la frente.
-Soy demasiado guapa para llorar-. Ella suelta una risita, se limpia las mejillas y luego apoya la cabeza en mi hombro, lo que me calienta el corazón. Kevin nos sonríe a los dos.
-Ava va a cuidar de ti, Lily. ¿Te parece bien?- Ella asiente a su pregunta y luego se retuerce, deseando que la deje bajar. La pongo suavemente en pie y sale corriendo escaleras arriba.
-¡Lily, no subas corriendo las escaleras!- me regaña Kevin.
-¡A dormir la siesta!- Grita y sube las escaleras.
Kevin se vuelve hacia mí. Está mucho más cerca que antes, puedo oler su sexy perfume.
Dios, este hombre es sexy.
-Es una buena chica, solo se excita con la gente nueva. Se nota que ya te quiere-. Me sonríe y yo asiento en respuesta.
-Eres muy alto-. Le miro y se ríe.
-A lo mejor eres muy pequeña, Ángel-. Sonríe.
-Mido un metro setenta. Soy alta-. Cruzo los brazos sobre el pecho, pero me sonrojo invisiblemente cuando me mira el escote.
-Vale, lo que tú digas-. Me guiña un ojo. -Tengo que irme. Por favor, sírvete comida y demás, si hay algún problema llámame. Volveré sobre las nueve de la noche.
-De acuerdo. -Le acompaño a la puerta.
-Hasta luego, Ava-. Me guiña un ojo y se dirige a su Range Rover.
Cierro lentamente la puerta y una pequeña sonrisa se dibuja en mi cara.
*
Un par de horas más tarde, Lily se despierta de su siesta. La ayudo a bajar las escaleras, asegurándome de que no se caiga.
-¿Tienes hambre, cariño?- La levanto y la apoyo en mi cadera al ver que aún tiene un poco de sueño.
-Sí, ¿me das una tostada, por favor?-. Susurra, quitándose el sueño de los ojos.
Coloco a Lily en una silla y empiezo a hacerle la tostada. Se queda mirándome un rato antes de hablar.
-¿Vas a ser mi niñera para siempre?-. Se inclina hacia delante y sonríe.
-No para siempre, Lily-. Le doy una pequeña sonrisa.
-¿Vas a ser la princesa de mi padre?-. Me atraganto al oír su pregunta.
-No, cariño.- Me río ligeramente.
-P-Pero él necesita princesa-. Sus labios empiezan a temblar. -Papá está triste y solo-. Me quedo estupefacta mientras ella empieza a resoplar.
-Oye, seguro que tu papi está bien. Te tiene a ti-le digo, intentando animarla.
-Solo quiero una mamá-. Susurra con tristeza y se me parte el corazón.
-No estés triste, cariño-. Me agacho delante de ella y le limpio las lágrimas.
-Me caes bien. Eres amable y muy, muy, muy guapa-. Susurra.
-No voy a ir a ninguna parte por ahora, Lily-. La tranquilizo. -¿Qué tal si vemos una película, sí?-. Ella asiente entusiasmada.
-¡La princesa y el sapo!- exclama.
-Vale, ve a prepararla y yo terminaré de hacerte la tostada-. La ayudo a bajar de la silla y rápidamente me abraza la pierna antes de correr hacia el salón.
Entro en el salón y le doy a Lily un plato con su tostada.
-¡Gracias, Avey!- Ella sonríe y yo me río del apodo que me ha puesto.
*
Tres películas más tarde y me despiertan.
-Ava-. Abro los ojos lentamente y veo a Kevin mirándome.
-¡Oh! Lo siento mucho.- Susurro y acomodo a Lily que está dormida contra mí. -Estábamos viendo una película, debí quedarme dormida-. Empiezo a divagar y Kevin solo se ríe y pone sus manos sobre mis hombros.
-Oye, cálmate, Ángel-. Me mira divertido. -Voy a llevar a Lily a su habitación. Gracias por cuidar de ella-. Miro por la ventana y veo que fuera estaba muy oscuro.
-Será mejor que me vaya-. Me pongo los zapatos.
-Déjame ir a buscar tu dinero-. Vuelve un par de minutos después y me da el dinero.
Mis ojos se abren de par en par. ¡Doscientas libras!
-Creo que me has dado demasiado, Kevin. Creía que en la carta decías ocho cinco libras.
-Coge el dinero, Ava-. Dice con severidad. -Nos vemos mañana, ¿sí?-. Asiento con la cabeza y ambos caminamos hacia la puerta principal. -Alguien vendrá a recogerte, ¿verdad?-. Me mira preocupado y me impide salir.
-Mi amigo llegará en un par de minutos-. Digo, acomodándome un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Vale, pues quédate dentro hasta que venga-. Cierra la puerta.
-Él, en realidad-. Sonrío torpemente y veo una emoción irreconocible destellar en sus ojos azules.
-¿Tu amigo es un chico?- Levanta las cejas.
-Sí.- Nos interrumpe el sonido de mi teléfono y veo que es un mensaje de mi amigo Charlie. -Está fuera-. Kevin asiente y me abre la puerta.
-Asegúrate de mandarme un mensaje cuando llegues a casa, ¿vale? Tienes mi número, ¿verdad?
-Sí-. Tuve que conseguir su número para contactarlo en primer lugar sobre cuidar a Lily. -Nos vemos mañana-. Sonrío y él me devuelve la sonrisa.
-Buenas noches, Ángel.
Annabelle Vincent nunca pensó estar tan cerca de ver a un multimillonario y mucho menos enamorarse de uno. Ahora ha sucedido y ella no puede vivir sin él. Después de estar abrazados durante un tiempo, él la destruye por lo que todo el mundo le dijo. Ahora ella ha vuelto a su vida anterior que él también arruinó. Ella hace todo lo posible por no derrumbarse a causa de su hijo nonato. Matteo O'Connell estaba destrozado tras romper con Annabelle, ella era su vida hasta que descubrió que le estaba utilizando. Pocos días después de romper con ella, descubrió la verdad. Ahora la quiere de vuelta, como su esposa... pase lo que pase. ¿Lo recuperará Annabelle o buscará venganza? ¿Se dará cuenta Matteo a tiempo de que su futura esposa está embarazada? Y la pregunta del millón: ¿con su hijo o con el de su amante?
Embarazada a los dieciocho años, sola y sin hogar. Jakeline no tiene remedio. Su ex la acusó de engañarla y se negó a aceptar su paternidad, su madre la echó de casa y se ha visto obligada a mudarse constantemente, en un esfuerzo por encontrar un lugar estable donde vivir. El destino la pone cara a cara con el multimillonario Osbaldo Dickson, que lo único que quiere es que se sienta segura y protegida de este mundo cruel. ¿Puede vivir con un hombre tan dulce como Osbaldo y no enamorarse de él? ¿Se enamorará Osbaldo de la adolescente que rescata de la calle o seguirá siendo sólo su salvador?
Cuando Asley se enteró de que estaba embarazada de gemelos, se moría de ganas de compartir la buena noticia con su marido. Pero cuando él llegó a casa esa misma noche, le dijo que quería el divorcio sin darle realmente una razón. Desconsolada, Asley hizo lo único que podía hacer. Firmó los papeles del divorcio. Ahora se ve obligada a pasar sola por su embarazo sin nadie que la ayude, excepto su amiga Amaia. Durante su embarazo, surgen complicaciones que dan a Asley una nueva perspectiva de la vida. Se da cuenta de que no todo es lo que parece y de que no se puede confiar en todo el mundo.
Tras conseguir un puesto de secretaria en un taller mecánico de lujo, Isabelle Roberts se sorprende al descubrir que su multimillonario jefe es el apuesto desconocido con el que había tenido una tórrida aventura de una noche un mes antes. ¿Y lo peor? Está embarazada de su bebé secreto... y él no se acuerda de ella. *** La última vez que Isabelle Roberts vio a Jhon Dallas, estaban enredados en sus sábanas durante la noche más picante de su vida. Fue divertido, muy sexy y la mejor manera de olvidarse de sus dificultades para encontrar su lugar en la gran ciudad. Tres semanas después, está embarazada. No pensaba volver a ver a Jhon nunca más, pero cuando una entrevista de trabajo en un taller mecánico de lujo la pone de nuevo en sus manos, todo se tuerce. ¿Cómo puede decirle a su nuevo jefe multimillonario que está embarazada de él? Sobre todo cuando Jhon parece haber perdido todo recuerdo de la noche que pasaron juntos. Mientras Isabelle se debate entre desvelar su secreto a Jhon o mantener la boca cerrada para conservar el trabajo, es difícil negar la chispa que aún titila entre ellos. Pero, ¿pertenece Isabelle al lujoso mundo de Jhon? ¿Se interpondrán los dramas del pasado de Jhon en su futuro?
Emiliana No esperaba encontrarme con él cuando fui a la despedida de soltera de mi prima, no esperaba irme a casa con él y, definitivamente, no esperaba estar embarazada de él sin poder decírselo. Aquí estoy, 4 años después, criando a nuestra hija, cuando me encuentro con él. Después de darme la noticia, no sólo quiere a Cora. Quiere una familia. * Breyner Una noche con Emiliana me ha dejado con ganas de más, incluso años después, así que cuando me encuentro con ella y me dice que tenemos una hija me quedo de piedra. Cuando se me pasa el shock, me doy cuenta de que esta es la oportunidad perfecta para ganarme su corazón y el de mi hija.
Soy una niñera, pero no una niñera cualquiera. Tengo la misión más importante y es seducir al CEO más importante de la región. Mark Miller, pero este hombre tiene un corazón de piedra y es despiadado. Sin embargo, utilizaré mi arsenal de seducción, estoy segura que caerá a mis pies.
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.
La vida de Candice dio un extraño giro la noche de su boda. Su marido, Greyson, no apareció para consumar su matrimonio. En su lugar, un desconocido irrumpió en su habitación y la violó. El matrimonio se convirtió en un infierno para ella. Mientras intentaba dejar atrás la pesadilla, su suegra aprovechaba cualquier oportunidad para desacreditarla. A Greyson, que debía apoyarla, le importaba un bledo. Al contrario, llevó a su amante a su casa. No pasó mucho tiempo antes de que Candice fuera expulsada de la casa. Todos pensaban que era una debilucha indefensa, sin saber que era una abogada extraordinaria. Llevó al hombre que la violó a los tribunales. Quería pagarle con la misma moneda. En el transcurso del proceso, descubrió estupefacta que el violador es el hombre más rico de la ciudad. Las cosas se le fueron rápidamente de las manos. El hombre intentó por todos los medios pedirle que se casara con él. Ella se dio cuenta de que se estaba buscando más problemas. ¿Cómo ella logría deshacerse de él pero acusarlo al mismo tiempo?
Durante tres años, Jessica soportó un matrimonio sin amor mientras su marido fingía impotencia. Sus mentiras se desvelaron cuando apareció una amante embarazada. Tras seis meses recopilando pruebas en secreto, Jessica se deshizo de él y construyó su propio imperio multimillonario. Tras el divorcio, se transformó en una figura irresistible, atrayendo admiradores. Un día, al salir de su oficina, se encontró con Kevan, el hermano de su exesposo. Él intervino, enfrentándose a ella: "¿Acaso era solo una herramienta para ti?". Los labios de Jessica se curvaron en una sonrisa tranquila mientras respondía: "¿Cuánta compensación quieres?". La voz de Kevan se suavizó. "Todo lo que quiero eres tú".
¿Qué esperas de tu cumpleaños? ¿Dinero? ¿Joyería? ¿U otras cosas? Lo que sea, pero por lo menos debe ser un día maravilloso. Lola Li, una mujer linda, encantadora e inteligente, graduada en la comunicación audiovisual a una edad muy temprana. Todo el mundo pensaba que Lola tendría un futuro muy prometedor pero las cosas no salieron como se esperaba. Su fiesta de cumpleaños de 22 años fue una pesadilla para ella. Cuando terminó su fiesta de cumpleaños, su mejor amiga la traicionó, su novio la abandonó y su familia se arruinó por completo. Cuando se despertó al día siguiente, Lola se encontraba tumbada en la cama de una habitación de hotel. Con el corazón acelerado, solo podía recordar vagamente a un hombre extraño con el que estaba anoche. ¿Había venido para salvarla? O, ¿era un demonio que lo estaba persiguiendo?
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
Carolina Navarro fue obligada por su padre a casarse con un hombre desfigurado para salvar a su familia de la ruina. Maximo Castillo tenía todo lo que cualquiera deseaba, hasta que un accidente aéreo destruyó su cuerpo, su alma y su relación, haciendo su vida desesperada. Sin embargo, independientemente de eso, todavía necesitaba una esposa y un heredero. ¿Podría funcionar un matrimonio entre estas dos personas? ¿Sería solo un matrimonio de conveniencia o crecería el amor entre dos almas heridas?