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Cuando te encuentre

Cuando te encuentre

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Laurence nació siendo una niña intersexual, pero su padre escogió el sexo que definiría su género. Al crecer lo sometieron a una operación y tratamiento de hormonas de afirmación de género, pero su vida se volvió miserable al lado de su madre, padrastro y hermana que lo explotaban en un negocio sexual. A los diecisiete años decidió escapar y buscar a su padre en Pensilvania. En su camino conoció a personas agradables, amigos, el amor y enemigos, pero en ese paraíso deberá enfrentar las inseguridades y trauma de su pasado. Kailyn es una chica amable que ama la vida de rancho, familia y amigos. En su niñez conoció a un niño de ojos verdes que le prometió buscarla y casarse cuando fueran mayores ha vivido esperándolo. Una vida tan llena de amor, pero en el instituto Elena y Félix le hacen la vida miserable. Una historia llena de drama, amor donde lo único que importa es encontrar la felicidad.

Capítulo 1 Bicicleta robada

*Intersexual: Es un término que se utiliza para definir a las personas que nacen con órganos reproductivos o sexuales que no se ajustan a lo que tradicionalmente se considera "masculino" o "femenino". La mayoría de las veces cuando un bebé intersexual nace, su familia y los doctores deciden su sexo, al mismo tiempo se decide criarle según el género que se espera de ese sexo. Es muy común que cuando crezca se le den hormonas para que se ajuste a las categorías masculino/femenino al pasar por la pubertad.

*Tratamiento de hormonas masculinizante o terapia hormonal de afirmación de género: se usa para inducir en tu cuerpo los cambios físicos que causan las hormonas masculinas durante la pubertad (características sexuales secundarias), con el fin de que coincida tu identidad de género con tu cuerpo (congruencia de género). Si la terapia hormonal masculinizante se inicia antes de que comiencen los cambios de la pubertad femenina, se pueden evitar las características sexuales secundarias femeninas, como el desarrollo de las mamas. Algunos riesgos conocidos es la infertilidad; lo que se puede esperar del tratamiento es (en caso de tener los órganos sexuales femeninos) interrupción del periodo, engrosamiento de la voz, crecimiento de vello facial y corporal, redistribución de la grasa corporal, aumento muscular y la fuerza.

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2016, alguna parte de Seattle

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Laurence Wood nació siendo una niña intersexual. El doctor al ver la diferencia del bebé le dio a Michael la opción de elegir la sexualidad de su pequeño bebé; Michael al ver esos ojos verdes y esa apariencia seria supo que tomaría la mejor decisión que Laurence se convirtiera en "él".

A los cinco años del pequeño Laurence, su padre se divorció y Alice nunca supero el abandono. Cuando cumplió diez años fue sometido a una terapia hormonal masculinizante, Alice odiaba a su hijo por ser diferente y lo hizo responsable del abandono de Michael.

Alice junto a su nueva pareja abrieron un negocio de placer donde exponían a Laurence a darle placer a desconocidas. Las "clientas" pedían que fuera un hombre real porque era un monstruo. La terapia hormonal duro unos meses debido a que Laurence tenía los órganos sexuales masculinos, no tuvo que someterse a un año de terapia, su cuerpo se adaptaría al tratamiento. El doctor le dio una lista de ejercicios que tendría que hacer para cambiar su cuerpo y volverse un chico real y cremas para desaparecer la cicatriz de la operación de pechos.

Laurence es de piel blanca, delgado, con cuerpo atlético y músculos, ojos verdes. Su belleza y atractivo era lo que preferían las "clientas". Laurence creció odiando su cuerpo, a las personas y desarrollo una repugnancia por las mujeres mayores de veinte años y prefería no ser tocado por las mujeres.

Cuando le dejaban tareas de investigación prefería ir a la biblioteca y quedarse ahí por horas leyendo novelas románticas imaginando que él era ese protagonista y no les tenía miedo a las mujeres o a su madre y pareja. El amor no era algo para él después de no valer nada y ser un monstruo. Después de sus clases debía trabajar si quería dormir en su cama o comer. Alice en ocasiones recapacitaba del error en contra de su hijo, pero Logan le hacía regresar el odio hacia su hijo con las palabras "si Laurence quiere ganarse su comida o donde dormir tiene que complacer a las clientas", Logan era la peor persona del mundo amenazaba con dejar a Alice si no cumplía con lo que él creía que era bueno para la familia.

En el instituto tenía una mejor amiga llamada Verónica Torres, se hicieron amigos desde que iniciaron la primaria cuando Laurence tenía un aspecto frágil. Verónica con sus inigualables travesuras le hacía olvidar su vida triste y traumática. El chico de se acostumbró a esa vida cruel y trágica, pero al llegar a sus diecisiete años el 8 de marzo se negó a vivir de esa manera y decidió buscar a su padre en la ciudad de Pensilvania.

El chico comenzó a ahorrar sin importarle que hiciera trabajos de más con mujeres que el mismo buscaba, se sentía mal, pero era mucho más grande la idea de ver a su padre. Verano estaba empezando y el calor en Seattle les hacía desear estar siempre en el agua, una nueva clienta solicito el servicio con Laurence.

-Mamá, ¿tengo que estar con esa chica? -pregunto un poco incómodo el chico de ojos verdes.

-Es tu trabajo ¡Solo hazlo, Laurence! -el tono de voz de la mujer fue frío.

-Ella es una compañera de instituto -dijo avergonzado, creyendo que Alice podía entenderlo.

-¡Hazlo! Ella pagó bastante por ti. -Logan se levantó, molestó y lo rempujo con fuerza.

-¡Que no entiendes, imbécil! ¡¡Que lo hagas!! -Laurence le tenía miedo a Logan por todos esos maltratos desde hace siete años.

Logan le golpeó el abdomen, Laurence se fue a los cuartos especiales donde les esperaban sus clientes, llegó al número de cuartos que Alice le menciono. Al entrar vio a Verónica Torres, la chica le miró con tristeza.

-Pensé que era falso lo que dijo la estúpida de Kenna. -Laurence se acercó y se sentó en la cama-. ¿Por qué lo haces?

-Me obligan desde pequeño, si no quiero que me golpeen o quedarme sin comida, estoy obligado por mi familia. -Laurence comenzó a llorar al verse expuesto a su mejor amiga, Verónica.

-Tranquilo -Verónica abrazo al guapo chico-, ¿Quieres que te ayude en algo? -Laurence dejo de llorar y miró a Verónica.

-Sí, necesito que me ayudes a conseguir un mapa y una bicicleta -dijo con desesperación-. P-por favor.

-Tranquilo. -Verónica asintió-. ¿Y la tuya?

-No la puedo usar, se darán cuenta de que me fui.

-¿Q-qué intentas, Lenny?

-Voy a buscar a mi papá. Será fácil encontrarlo -dijo con un brillo que hizo a verónica sonreír-. Él tiene una casa en una ciudad cerca de New York.

-¿En qué trabaja?

-Es dueño de una agencia de modelos en New York.

-¡¿Te vas a ir de la ciudad?! -dijo preocupada.

-Ya no soporto esta vida en la que ellos tres me tienen sometido desde mis diez años, Vero. Mi cuerpo está sucio

-Cuenta conmigo, yo te voy a ayudar a que logres salir de esta porquería.

-No vamos a hacer nada íntimo, ¿verdad? -Laurence sintió miedo que su respuesta fuera un enorme "si".

-Claro que no idiota, tengo a Billy para complacerme, pero si quieres me puedes hacer un baile provocativo. -La cara que hizo dejo al chico de ojos verdes sin palabras-. ¡JA! ¡JA! ¡JA!

-Me siento mal que ahora lo sepas tú y muy pronto todo el instituto por culpa de Kenna -dijo apenado.

-Es una estúpida, le daré un regalo. Prométeme que no te olvidarás de mí y de Billy.

-Claro que no me voy a olvidar de ustedes.

-Deseo que seas feliz en este cambio de ciudad -lo dijo en un tono entusiasmado.

-Es lo que más deseo, Vero. Quiero olvidarme un poco de la pesadilla que he vivido con ellos.

-Pensemos como le haremos para que te vayas desde mañana, puedo conseguirte el mapa y la bicicleta se la robo a Billy.

-Te va a matar cuando se entere. -Verónica le sonrió.

-Siempre hay formas de convencerla. -Hizo esa mirada llena de malicia que solo le hizo negar.

Laurence salió del cuarto especial, fue directo a su cuarto a repasar algunas tareas que le dejaron, en su segundo año de instituto le estaba yendo mal y el resultado sería perder el año. Laurence dejo de intentarlo y guardo algo de ropa para su viaje en su mochila, el joven de ojos verdes estaba imaginando una vida feliz con su padre.

•••••••

Al siguiente día, Laurence se levantó temprano para despedirse de Verónica, probablemente cuando Bella se enterase, lo ahorcaría y golpearía, pero estaría lejos de Seattle. En las escaleras se encontró a Logan y Emily teniendo sexo, Laurence se sintió enfurecer al ver la traición ante su madre.

-¡¡¿Qué miras, imbécil?!! ¿No has visto a alguien teniendo sexo?

-¡Tú eres el marido de mi mamá! ¡¿Emily cómo pudiste?!

-¡¡¡No le hables así imbécil!!! -El hombre se separó de Emily y golpeo varias veces a Laurence hasta dejarlo sangrando-. No ves que las dos son mis mujeres, si hubieras sido mujer, créeme que hubieras sido mía ¡JA! ¡JA! ¡JA! Ahora lárgate que necesito terminar lo que empecé.

Laurence corrió fuera de esa casa con rumbo a la escuela, no se detuvo a respirar hasta que llego y comenzó a respirar de una forma exagerada; necesitaba las cosas que le pidió a Verónica y se iría para siempre. En su mochila llevaba un poco de comida, agua y dinero. Cuando se tranquilizó vio entrar a Verónica en la bicicleta nueva de Bella Anderson, conocida como Billy. Hace unos días que se las había mostrado hace algunos días, Verónica al verlo corrió hasta él.

-Mira lo que te conseguí. -La chica le sonreía, pero por dentro estaba muy triste.

-No consideré que sería quien terminara con la vida de la bicicleta nueva de Billy.

-Le dije que se adelantara que tenía algo que hacer, pero no se imaginó que era robar su bicicleta, soy una mala novia, ¿no?

-No te preocupes, ya te dará tu merecido. -Laurence se rio de la cara de indignación que puso Verónica.

-Yo arriesgando mi pellejo por ti y tú te burlas, no se vale, ni en tus últimos minutos puedes ser un buen amigo.

-Lo soy, solo que no estaré cuando te regañen. -El chico sintió temblar su voz y las ganas inmensas de llorar picaron sus ojos que se pusieron rojos.

-Ya deja las cursilerías que me harás llorar, tonto. -Se limpió sus lágrimas rebeldes y algo de moquito.

-Me das mis cosas, debo irme.

-Sí, claro, conseguí el mapa, ¿dices que tu destino es New York?

-Era al principio, he pensado mi viaje como lo voy a realizar, préstame el mapa.

-Mmm, si ten. -Le extendió el mapa.

-Seattle, Montana, Dakota del Sur, Minnesota, Wisconsin, Chicago... tal vez Ohio y llegaré a Pensilvania.

-Cuídate mucho, Lenny, no conoces a nadie y no sabes qué tipo de personas te encontrarás.

-Haré lo posible de llamarte ¿Si? -Verónica asintió con los ojos brillosos.

-No te olvides de nosotras.

-No lo haré, Vero. Cuando encuentre a mi papá, tal vez pueden ir a visitarme.

-Sí.

-Dejo recuerdos malos, buenos, rebeldes y chistosos, como la vez que le confesaste tu amor a Billy y te mando a la mierda por la forma que lo hiciste.

-Pero quien le manda a meterse en el camino del balón.

-La pobre voló con el balón en la cara y cayó en el lodo.

-A mí me pareció tierno cuando paso y por eso me animé a confesarle mi amor, una semana después le pedí disculpas, me confesé y acepto ser mi novia. Hemos defendido a varios de los maltratos, creo que han sido buenos tiempos.

-Siempre serán de mis recuerdos favoritos, cuida de Billy, también cuídate. -Laurence no quería llorar, pero le estaba ganando el sentimiento.

-Lo haré, te lo aseguro, pero tú no confíes mucho en las personas de tu camino ¿Si?

-No confiaré mucho, lo prometo.

-Antes de que se me olvide, mi mamá te mando tortas para el camino y yo quiero darte esto.

-No, no y no. Eso es tuyo, Vero.

-Quiero dártelo para tu viaje. Lleva mi marranito contigo antes de que me arrepienta. -Este marrano traía una llave para no romperlo porque era lindo, Bella se lo gano en la feria y se lo obsequio a su novia-. Es solo uno, mis de más marranitos los tengo guardados al igual que el gusanito, segundo obsequio de Lulú, ese está más gordito.

-Gracias, ahora debo irme. -Laurence abrazo a su mejor amiga desde sus ocho años, ella le conocía su historia de intersexualismo y le acepto en todo su proceso hasta se cambió de escuela para estar junto a su nuevo mejor amigo. Ambos amigos lloraron y se dieron un gran abrazo, les dolía separarse, pero con gran dolor subió a la bicicleta-. Nos vemos después, Vero.

-Cuídate, tonto.

Laurence sonrió un poco y manejo sin mirar atrás seguro le vería llorando, dejo atrás el instituto donde tuvo los mejores momentos fuera de lo que llamaba casa, el ojiverde solo quería ser amado, consolado y valorado, esperaba que su padre le diera todo ese cariño que él buscaba.

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