Es necesario tener roto el corazón, si bien no es un privilegio, ello no le quita lo indispensable. Vas a sufrir, llorar, maldecir y querer vender tu alma diablo para jamás volver a sentir. Pero, después de la tormenta, siempre sale el sol... «Lo quise tanto, que llegué a pensar que el amor solo podía significar destrucción» Belisa se equivoca, y sabe muy bien que lo hace. Sus errores pueden ser señalados e identificados incluso por ella misma. No, no es una chica consentida, caprichosa o rebelde, tampoco es todo lo contrario, ella está en el punto medio. Una «mortal» promedio se podría clasificar. Benjamín es casi el 90% de lo que las mujeres quieren encontrar, pero no buscan, quizá porque tienen miedo o lo creen una leyenda urbana que una vez fue. El amor no siempre es la salvación de quien lo necesita, a veces es su destrucción infinita, es el terror más oscuro y siniestro en esa alma perdida.
"Me amo, lo he confirmado cuando te conocí, tus palabras, la manera en la que me tratas y el amor que me das, fue suficiente para saber que es así."
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|| ACTUALIDAD||
La música ya me estaba aburriendo, y ni hablar de la sonrisa que ya se iba cayendo. Cinco horas, las primeras tres la pasé de lo más alegre, exhibiendo a todos los invitados mi buena noticia. Poco después la casa se fue llenando más y más. Había gente que ni siquiera conocía, pero lo podía asociar con conocidos de Ben. Mi ahora novio y futuramente esposo, Benjamín.
Que bien se sentía decir novio y futuramente esposo...
Desde mi posición en la mesa, puedo observar cuando la puerta se abre y se hace la aparición de Lara, prima mía, de la mano con Nicolás, mi ex algo. No consigo acostumbrarme, se ven extraños juntos, ella con una espléndida sonrisa, mientras que él con un gesto de aburrimiento que habitualmente lleva. Iugh.
Lara aún no tiene la mínima idea de que yo he estado en una relación con su actual pareja. Me siento segura de ello, y prefiero mantenerlo así.
La mirada de ambos corre por todo el lugar, mi prima se acerca al oído del chico y con eso se aleja hacia la planta derecha para la cocina. Supongo que tiene antojos, así como también tiene cuatro meses de embarazo. Por otra parte, Nicolás reanuda su camino en mi dirección.
Esto no me avecina nada bueno...
Con suerte Ben viene al rato al percatarse de que mi prima está en la cocina, donde también se encuentra él, y como toda pareja preocupada, no dudaría por un segundo más en dejarme con esta persona.
Ante mi vista se posiciona la pareja de mi prima, trae su cabello peinado hacia atrás, como siempre desde que lo conocí; una camisa blanca doblada hasta los codos y desbotonados los primeros tres del pecho dejando un poco de piel al descubierto, y como quien vino por obligación, unos vaqueros azules que nada caen con el atuendo de la cintura para arriba.
-¿Me regalas una copa? -pregunta señalándome una de las diez copas que se encuentran en la bandeja que resguardo.
Me abstengo de volcar los ojos.
-Coge una si gustas -replico mirando por encima de él.
Mi novio ya salió de la cocina.
-Lo volveré a repetir, sí que has cambiado para bien-. Su vista recorre lentamente todo mi cuerpo que está infundido en un vestido blanco corto.
Asqueroso.
-Me he arrepentido -admite mirando hacia mis piernas, con la copa en la boca.
-Iras al reino de Dios ahora sí -digo sarcásticamente.
Se muerde el labio divertido sin quitarme la vista de encima.
-Me dijeron que tenía que venir, pero no me dijeron para qué -cuestiona, jugando con la copa entre sus dedos.
-Fiesta de compromiso-. Sorprendo airosa, obviando su mueca de sorpresa.
-No me digas que tus papás se volverán a casar -imita mi tono sarcástico.
-No, lo haremos nosotros. ¿Mi amor? -estiro mis manos y las de Ben me reciben gustoso. Su semblante está serio, no soporta al chico de mi costado.
Nicolás cambia de expresión repentinamente mostrándose desanimado. Cabe destacar que ambos no pueden estar en un mismo lugar.
-¿Nos vamos ya, amor? -pregunto fijándome en él.
-Es de mala educación irse cuando los invitados llegan-. Como siempre, Nicolás metiendo su cuchara.
-La invitación fue enviada a Lara, pero nos faltó agregar sin mochila -objeta Ben, en clara alusión a su entrometida persona.
-Donde va mi mujer, voy yo -contraataca cínicamente el aludido.
-Vámonos despidiendo Ben -ignoro la actitud sobre potente del invitado.
-Iré por las chaquetas, vendré en seguida, ¿vale? -la incomodidad por dejarme sola con Nicolás es de esperar.
-Ve -le despido guiñándole.
Me da un beso en la cabeza y rápidamente se dirige a la planta de arriba, no sin antes dirigirle una mirada asesina al acompañante y se va de largo donde se encuentran nuestras pertenencias.
Nos iremos a celebrar como se debe nuestro compromiso.
-Deja de provocar a mi pareja, deja de jodernos la existencia -ataco al personaje no grato de esta historia.
-Quiero recuperarte, tenerte de la misma manera en la que te tuve hace dos años -ruega, porque sí, si es un ruego -una última oportunidad, solo una última -pide, y de pronto cualquier huella de diversión se ha esfumado de él.
Por otra parte, la mueca de sorpresa en mi rostro sobrepasa cualquier rastro de conmoción, debe ser alucinante, y no por escuchar aquella confesión que me ha repetido miles de veces, sino porque Lara, mi prima, está atrás de él y, por lo que parece estuvo entretenida escuchando aquel dato.
Cubrir cinco años los sucesos que no quieres recuperar, para que lo vuelvan a desenterrar en tu fiesta de compromiso.
SINOPSIS Tratar de fingir lo que no eres, tener una vida digna de caricatura. Si fuera fácil... Si lo fuera, pero no lo es. Aprendes, caes, te pierdes, te encuentras... Te encuentran... O encuentras. Las emociones pueden variar de acuerdo al contenido. ¿Pero si no es lo que esperabas? Ignes, reina de un estado con más de veinte colonias, más de diez mil habitantes. No es una reina ejemplar, sobre todo teniendo en cuenta que ella sólo es «pantalla» de gobernadora. Y por ello, ese hecho la lleva a intentar abrirse otras puertas, sin tomar en cuenta, que al abrir una, las demás se cierran. Pero hay algo más, hay ventanas que suelen ser mucho más angostas. No todo es perfecto y si parece... No es lo que uno cree.
El pueblo Qespián reía por el día y lloraba por la noche, porque al llegar el sueño caía la muerte. Todos guardaban un secreto, todos tenían su propio tormento. La curiosidad es asesina, la curiosidad es… Neúgier. ADVERTENCIA: CONTENIDO PARA MAYORES +18 NO APTO PARA SENSIBLES TEMAS RELIGIOSOS A TRATAR INVENTADOS DESDE LA PERSPECTIVA DE LA AUTORA.
Para pagar la deuda, desesperada y sin opciones, ella sustituyó a la novia y se casó con el hombre quien era conocido como un diablo al que todos temían y respetaban. Él le dio un mordisco a su dulzura y gradualmente se sometió a la lujuria adictiva. Antes de que se diera cuenta, ya era incapaz de liberarse de ella. El deseo desencadenó su historia, pero ¿cómo continuaría este amor condicional?
Durante siete años, Jillian estaba enamorada de Bryan con pasión inquebrantable, pero él permaneció distante, con sus emociones herméticamente selladas. Descorazonada, ella se marchó al extranjero tras graduarse de la universidad. Tres años después, Jillian, ahora una abogada de éxito, se sentó provocativamente en el regazo del hombre. Con una sonrisa juguetona, le espetó: "¿Qué te pasa, Bryan? ¿Eres impotente?". Bryan ya no podía contenerse. Con un rápido movimiento, la tomó en brazos y la arrojó sobre la cama. A la mañana siguiente, cuando él se despertó, Jillian esbozó una sonrisa traviesa. "Solo es una aventura, ¿de acuerdo?".
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Ian Lincoln cae en coma después de una noche de fiesta y consumo de drogas. Su familia, especialmente su abuelo Misael y su madre Isabel, se ven afectados por la situación. Mientras, su novia Vanessa y su padre Rogelio intentan ocultar su participación en el incidente. Melisa, una cardióloga y amiga de la infancia de Ian, regresa a la ciudad para ayudar a su abuelo y a la familia Lincoln aunque nadie lo sepa. Ella descubre que Ian puede perder la memoria debido a la sobredosis y se entera de que Vanessa ha estado mintiendo sobre su relación con Ian. Misael, deseando proteger a su nieto de Vanessa y su padre, le pide a Melisa que se case con Ian, argumentando que él no recordará nada y que así podrá asegurarse de que no sea manipulado. Melisa, que ha estado enamorada de Ian durante años, acepta la propuesta, sabiendo que puede enfrentar el odio de Ian cuando recupere la memoria. ¿Podrá Melisa ayudar a Ian a recuperarse y descubrir la verdad sobre su pasado? ¿Cómo reaccionará Ian cuando descubra la verdad sobre su matrimonio, las mentiras de su novia y su familia?
Hace dos años, Ricky se vio obligado a casarse con Emma para proteger a la mujer que amaba. Desde el punto de vista de Ricky, Emma era despreciable y recurría a artimañas turbias para asegurar su matrimonio. Por eso mantenía una actitud distante y fría hacia ella, reservando su calidez para otra. Sin embargo, Emma amaba a Ricky de todo corazón durante más de diez años. Cuando ella se cansó y consideró la posibilidad de renunciar a sus esfuerzos, Ricky empezó a tener miedo de perderla. Solo cuando Emma estaba muriendo, embarazada, él se dio cuenta de que el amor de su vida siempre había sido Emma.
El día de su aniversario de boda, la amante de Joshua drogó a Alicia, que acabó en la cama de un desconocido. En una noche, Alicia perdió su inocencia, mientras la amante de Joshua llevaba a su hijo en el vientre. Desconsolada y humillada, Alicia pidió el divorcio, pero Joshua lo consideró una rabieta más. Cuando finalmente se separaron, ella se convirtió en una artista de renombre, admirada por todos. Consumido por el remordimiento, Joshua se acercó a su puerta con la esperanza de reconciliarse, solo para encontrarla en brazos de un poderoso magnate. "Saluda a tu cuñada", dijo este.