Desde que nació, ha vivido una tras otra desgracia. Isabella no tiene una buena perspectiva de la vida y está más preparada para su final que para perpetuarla. Ella está lista para vivir el día a día, mientras pueda. Reviviendo su triste pasado en todo momento, hundiendose a sí misma en un oscuro pozo, viendo su fin cómo el mejor de los regalos. Conoce lo bueno que puede venir de lo malo y lo conveniente que resultará para ella, empezando a verse a sí misma como alguien valioso y no un estorbo, lo que sintió siempre que era. El señor Spectrus se convertirá en lo que ella nunca imaginó necesitar: un Amo listo para hacerla rogar. Isabella siempre deseó morir, ¿Deseará vivir luego de conocer el placer causado por el dolor? "El BDSM será tu cura, preciosa. Y yo seré tu doctor favorito".
Isabella sabía que iba a morir. No sabía cómo, ni cuándo ni dónde. Tampoco era esa lógica natural de evolución donde, por continuidad, falleces. Ella simplemente sobrevivía, viendo cada amanecer y cada anochecer, esperando que su hora de partir de este mundo llegara, trayendo a ella la paz que, hasta ahora, nunca ha conocido.
No tenía amigos, sus padres vivían en distintos países desde hace mucho tiempo, no parecían extrañarlas y ella se mentía a sí misma diciendo que ella tampoco los necesitaba.
La persona a la que consideró el amor de su vida, ese dulce primer amor que la hizo suspirar más de una vez, terminó siendo el veneno más tóxico que pudo encontrar para joder su vida entera. Cómo si haber nacido no fuese suficiente.
Él era ese componente que faltaba en la elaboración de la granada explosiva en la que se había convertido su existencia.
Se despertaba temprano, a eso de las seis de la mañana, cuestión de inercia, no de gusto. Casi todo el tiempo tenía insomnio y era casi fantasioso dormir. Se levantó a prepararse un café bien cargado, mientras el agua hervía en la estufa se acercó al baño para realizar su rutina diaria. Observó su reflejo en el espejo e hizo una mueca de disgusto: Aquellas enormes ojeras se habían tatuado bajo sus tristes y apagados ojos marrones. Antes, eran brillantes y llamativos, rodeados de esas largas pestañas tenían ese toque exótico que la hacía lucir tan bien, una chispa de misterio en ella que despertaba curiosidad. Suspiró y miró sus labios en el reflejo, estaban resecos y rotos. Su mente la traicionó, como siempre, y se transportó a ese momento del tiempo, tan lejano, donde dio su primer beso.
Fue algo inocente a un compañero de la escuela, y él le decía que sus labios eran muy suaves y sabían a cereza, por supuesto que ella no admitió que usaba un brillo labial de ese sabor y sólo se sonrojó.
Inmediatamente, la burbuja del recuerdo que se abría en su mente explotó, pasando a uno mucho más reciente y doloroso: La primera golpiza que Tom le dio.
Rompió su labio inferior y tardó semanas en curarse, cada vez que Tom se daba cuenta de que la herida estaba cerrando y sanando, no dudaba en morder su boca hasta hacerla llorar y que un charco rojo cubriera su boca, riendose de ella, viendo como lloraba en silencio mientras bajaba la mirada. Ella no decía nada. Nunca lo hizo.
Salió del baño con la esperanza de olvidar el asunto, el agua burbujeaba y se apuró a preparar su café, tomándolo muy caliente y quemando su garganta.
Harta de todo, de pensar, de vivir, de respirar. Isabella miró el reloj que marcaba las seis y cuarenta minutos de la mañana, sus demonios habían jugado un pcoo con su tiempo por lo que entró al cuarto apresurada por vestirse.
Hace meses que la ropa le quedaba grande, muy, muy grande. Hubo un tiempo en el que le encantaban los dulces, amaba comerlos. Esto fue en unas vacaciones donde trabajó como encargada de una dulcería, y subió un par de kilos.
Todos decían que se veía fantástica, sus mejillas más rellenas y su trasero más regordete luciendo muy provocativo. Ella se sentía bien con su cuerpo en ese momento, hasta que un día llegando a la casa de la madre de Tom, donde ambos vivían juntos, lo encontró debajo de una chica muy delgada teniendo sexo sobre la cama que ellos compartían.
La perra no tenía ni senos que rebotaran cuando saltaba sobre el pene de Tom. Él sabía que ella estaba ahí, parada y en silencio. La chica no la notó, estaba muy concentrada en el miembro que entraba y salía con cada uno de sus saltos.
Tom tardó unos segundos en acabar, apartó a la confundida desnuda, quien se cubrió de inmediato con vergüenza al ver a Isabella parada en la puerta con lágrimas silenciosas cubriendo su rostro. Él caminó desnudo hasta encontrar su caja de cigarros y el encendedor, y fumando, en su caminata al baño, pasó junto a ella y la miró como si nada con una simple frase saliendo de su boca
-No quiero una vaca en mi cama.
Ese fue el último día en el que Isabella comió una golosina, y de eso han pasado dos años.
Seis de la mañana y cincuenta y tres minutos, ella seguía sentada en la orilla de la cama cubierta con la ropa interior. Abrió el closet y vio de reojo su reflejo en el espejo completo. Se le notaban un poco las costillas y en su pálida piel destacaban tres cosas: La falta de vello corporal era una de ellas, ¿El por qué? Tom odiaba que tuviese algún tipo de vello así que un día se apareció diciendo que tenía un regalo, fue una depilación láser que resultó ser dolorosa para Isabella, así que digamos que él disfrutó más del regalo.
La segunda cosa que resaltaba era un tatuaje en su cadera izquierda y sí, adivinaron: era el nombre de Tom el que estaba escrito, haciéndola suya, su pertenencia. Algo tan estúpido que ella no notó por estar tan entregada al amor.
La tercera cosa fue el último recuerdo de una macabra velada en la que Tom terminó apagando cigarros sobre la piel desnuda de su chica, justo sobre sus senos. Eran 22 marcas, lo sabía porque Tom cantaba los números mientras hacía las quemaduras.
Emmet Wick trabajaba como un “Apoyo de Suicidios” en una empresa privada luego de que las leyes contra la humanidad alargada y la moral en casos de sufrimiento extremo fueran cambiadas. Una cliente en particular cae en su jornada, un padre consternado busca de sus servicios para atender a la persona más importante de su vida, no sabía nada de ella además de que su nombre es Lía Clarkson y sus compañeros le advierten de la misteriosa mujer. Pero solicitaba sus servicios y prometía pagar el triple de su cuota estándar. Lía es cruda y sincera, ácida como lo sería cualquier paciente terminal con un tumor cerebral de unos veinte centímetros empujando en su cabeza y a punto de estallar. ¿Resistirá Emmet a ayudar a quien no se deja ser ayudada y sacar de una fuerte depresión a alguien que se regocija de su oscuridad? “Solo cuando realmente sabemos y entendemos que tenemos un tiempo limitado en la tierra, y que no tenemos manera de saber cuándo se acaba nuestro tiempo, entonces comenzaremos a vivir cada día al máximo, como si fuera el único que tenemos.” Elisabeth Kubler-Ross Historia original y hechos totalmente ficticios. ADVERTENCIA: Temática fuerte, menciones a: Autolesiones, Eutanasia, Sexo, Dolor agudo y lenguaje adulto.
¿Qué es un humanoide? Un robot humanoide es un robot diseñado para imitar o simular la forma y los movimientos de un ser humano. La Empresa SUSHUAK ha sido la cabecilla de la robótica desde hace dos décadas, liderando a la competencia en creación e impulsión tecnológica capaz de mejorar las percepciones humanas y haciendo más cómodas las vidas diarias de los humanos. Los robots sexuales dominan el mercado global y por tanto SUSHUAK se ha encargado de distribuir sus más exclusivos diseños en masa, llegando así a sectores en los que la nueva era de la tecnología y la sexualidad era un descubrimiento totalmente asombroso. Año 2050. Adriel Lewis recibe un regalo especial el día de su cumpleaños número 30. La EXO2118, un perfecto ejemplar de las humanoides que están dando de qué hablar, mejores que unas muñecas inflables y más prácticas que un servicio de Scort. Perfectamente diseñadas para imitar todas las funciones de una humana femenina. La nombró Romina, y se asombró de lo parecida que era a una mujer real. Con la excepción de que no traía sentimientos en su software. O se suponía que así fuera. CIENCIA FICCIÓN/ROMANCE/STEAMY STORIES ***PARA MAYORES DE EDAD***
Existe una teoría muy conocida. Es llamada "La inevitable atracción". Es la creencia de que los polos opuestos se atraen, es decir, que dos personas totalmente opuestas, sienten una fuerte atracción la una por la otra y, es más, se complementan y consiguen ser una relación “perfecta”. ¿O no? Maximiliano es todo lo contrario a lo que debería de ser el hijo de un candidato a la presidencia y cuando su padre consigue su meta, el equipo presidencial le aconseja hacer algo con su primogénito de mal comportamiento. La cosa era clara: Necesitaba una novia que le diera esa apariencia de normalidad a su desbocada vida y así dejará de arruinar a su papá. Él ama la fiesta, la rumba y los tragos. Ella es un alma vieja con un inmenso amor por la naturaleza y el arte. Tan distintos, tan opuestos… Quizás esa es su similitud: Lo que no tenían en común. Obligados a fingir una relación, esa hippie y ese viejo gruñón empiezan a darse cuenta de que forzandolo o no, los opuestos terminan atrayendose entre sí. Y aunque la gente se oponga… La novia del hijo del presidente llegó para quedarse. ROMANCE +18. STEAMY STORIES.
Y aquella vieja frase de “Somos los arquitectos de nuestro propio destino” nunca pudo ser tan real, porque lo más maravilloso es que lo que está destinado a suceder siempre encontrará una forma única y mágica de manifestarse. ¿Qué dirías si el destino cruzara una y otra vez a una persona en tu vida?¿Y si él se divierte atravesando personas al azar, haciendo que compartan algo en común que, al final, terminará siendo una casualidad más que vanal, con efectos a largo plazo y que sin dudas se volverá inolvidable? Frida y Edgar se conocieron desde niños y no, no un amor cliché y típico de vecinos que crecieron juntos, sino algo más… Tétrico. Un 7 de mayo el padre de Edgar y la madre de Frida fueron enterrados, uno junto a el otro, luego de ser preparados en la misma funeraria. Ese día los marcaría para siempre y también a su amistad. Amistad que con el tiempo escala a algo más y cuando Frida planea confesar su amor, algo sucede. Pero el tiempo pasa y el destino va pacientemente hilando la tela de sus vidas, hasta llevarlos a toparse una, y otra, y otra vez. ¿Serán Frida y Edgar capaces de hacerle caso al corazón? ¿El destino o su decisión es quien le llevará a ser uno?
Moana es una problemática mala conducta pero no por gusto, acarrea de su pasado diversos sucesos que la han orillado a ser lo que hoy es. Prostituta, amante de la marihuana y la cocaína y estudiante de medio tiempo pero cuando Xavier llegue a cambiar su vida, sera el ancla al que aferrarse. Dos lados oscuros creando luz. Porque, después de todo, el amor y el dolor van de la mano. Eso, hasta que las mentiras explotan.
Nico Torres acaba de graduarse y recibió una propuesta de trabajo en un internado un poco alejado de la ciudad. El internado Morpho alberga alrededor de doscientos alumnos entre los quince y diecinueve años de edad. Y las estudiantes fueron muy entusiastas con la llegada del joven profesor. Excepto una. Y es ella la que le desordena la cordura hasta el punto de arriesgarlo todo por tan sólo saborear a... La Favorita del Profesor.
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
¿¡Se supone que una mujer se debe casar con el hombre que ama profundamente!? No con un desconocido. ¿Qué puede ser más peor que dejar al hombre que amas profundamente por otro que no sientes nada? ¿Existe algo mas cruel, que ser sacrificada y engañada en una red de mentiras por tus propios padres en el bien de su propia codicia? Esto fue exactamente lo que sintió ella cuando se enteró que debía casarse con quien jamás pensó hacerlo. Estaba furiosa e indignada que no pensó lo que hacía. -¡No me quiero casarme! ¡NO ME CASARÉ CONTIGO! -gritó cuando vio al hombre cuya foto le habían mostrado sus padres. -¿Qué dijiste? -le preguntó con cierta advertencia en su voz. Ella apretó los dientes y recordó lo que había tenido con su novio. La audacia la atravesó una vez más. -No me casaría contigo. No puedes obligarme y no lo permitiré. Amo a alguien y no eres tú. -¿Te pedí que te casaras conmigo?
Charlotte Hill's, es una chica dulce y hermosa de corazón puro y muy amable, debido a su pobreza extrema a punto de quedarse en la calle por una deuda grande que dejó su padre antes de morir, se ve obligada a cuidar el bebé de un CEO, ser su madre de reemplazo, dónde James Brown, el hombre todo poderoso la hace firmar para que cumpla sus reglas, la principal es no enamorarse de él. James Brown, no pudo evitar envolverse por la gentileza y belleza de Charlotte, dónde la seduce y la somete a él, para luego proponerle matrimonio a cambio de liberar la deuda, ella acepta pensando James que era por el apuro de la deuda, pero en realidad era porque Charlotte, se enamoró perdidamente de él. Enamorarse es un error que le costó a Charlotte.
Durante los tres años de matrimonio, lo único que Alicia recibió de su marido, Erick, fue indiferencia y disgusto. Justo cuando algo despertó su esperanza de que Erick finalmente hubiera cambiado, descubrió que él tenía motivos ocultos. Tanto el amor como la paciencia tenían fecha de caducidad. Incapaz de soportarlo más, Alicia solicitó el divorcio. Erick la acorraló contra la pared y exclamó: "¿Quieres divorciarte de mí? ¡De ninguna manera!". Aun así, Alicia estaba decidida a cambiar. Comenzó su camino hacia el éxito y pronto atrajo a muchos admiradores, lo que enojó mucho a Erick. Un día volvió a ver a Alicia, que estaba con unos niños. Al ver la escena, actuó fuera de lugar: "Déjame ser su padre". Alicia puso los ojos en blanco. "No necesito su ayuda, Sr. Ellis. Puedo cuidar de ellos por mi cuenta". Sin embargo, Erick no aceptaría un "no" por respuesta...
Santino Rivas, es un exitoso abogado de 35 años que no ha perdido un sólo caso en toda su carrera. Se caracteriza por ser un hombre vanidoso, frívolo, narcisista, y por sobre todo alexitimico, es decir, que es una persona incapaz de sentir cualquier emoción que esté relacionada con el amor, impidiéndole demostrar nada que tenga que ver con ese sentimiento, motivo por el jamás se le ha conocido una pareja y esto lo ha llevado a ser el soltero más codiciado en el mundo de las leyes. Abril Evans, es una joven de 21 años quien al fallecer sus padres y quedarse a cargo de su hermana, que necesita una operación para volver a caminar, se ve obligada a dejar sus estudios y trabajar duro para poder juntar la cantidad de dinero que necesita. Con una personalidad totalmente opuesta a lo que es él, termina siendo completamente seducida y arrastrada a su mundo lujurioso donde deberá arrodillarse a los deseos de un hombre que se cree el amo supremo de su vida y de su cuerpo y quien para obtener de ella lo que desea, le ofrecerá un acuerdo al cual, aunque quisiera, no se podrá negar. Pagar la operación y el tratamiento completo de su hermana. Pero no todo es tan sencillo como parece, porque este contrato tiene tres reglas fundamentales que bajo ningún concepto ella debe infringir. 1 - Discreción: nada de lo que suceda en la intimidad de ambos debe filtrarse. 2 - Exclusividad: no puede estar con ningún otro hombre a no ser que él lo autorice. 3 - Cero Sentimentalismo: tiene prohibido enamorarse. ¿Aceptará Abril arrodillarse a los placeres sexuales, poco comunes, de Santino Rivas a cambio del dinero? y aun así ¿Podrán ser capaces de no quebrantar ninguna de esas clausulas? YA PODES ADQUIRIR TU LIBRO POR LA PÁGINA DE ÁMAZON.
Quien diría que los amores prohibidos son los mejores, que desear a la persona que no debías se volvería una obsesión. Hay un secreto que he descubierto y prometo que aprovechare este secreto al máximo a mi favor, solo espero que las cosas no se me salgan de las manos y termine enamorándome.